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¿Cómo debe abordar este profesional la gestión de una Oficina de Farmacia? Lo analizamos con Fernando de Jesús, director del área biosanitaria de la Facultad de Salud de UNIR.
La Farmacia Comunitaria ha tenido un papel clave en el último año. La labor profesional de los farmacéuticos ha recibido diferentes reconocimientos, incluido el Premio Princesa de Asturias a la Concordia.
9 de cada 10 ciudadanos valora positivamente su actuación durante la crisis de salud pública generada por el coronavirus, según ‘El Papel de la Farmacia en la Crisis del COVID-19’, de GAD-3. Una encuesta que destaca cómo el 98% de la población confía en la información que le proporciona su farmacéutico.
De la mano de Fernando de Jesús, doctor en Farmacia y director del área biosanitaria de la Facultad de Salud de UNIR, analizamos el futuro de la farmacia y el cambio de rol de este profesional, que debe compaginar su labor de profesional sanitario con la creciente responsabilidad de gestionar correctamente la Oficina de Farmacia.
Los farmacéuticos han estado en primera línea durante la pandemia, ¿cómo valoras su papel?
Durante esta crisis sanitaria, han realizado un esfuerzo extraordinario más allá de la labor sanitaria que prestan en su quehacer diario, implicándose en diferentes iniciativas impulsadas conjuntamente con la Administración para garantizar el acceso al medicamento, la protección de toda la población y atender sus necesidades con las máximas garantías.
¿Cómo se han reinventado el sector por el coronavirus?
Los farmacéuticos han asumido desde el primer momento su papel como sanitarios, conscientes de que representan en muchos casos el primer escalón al que acuden los pacientes ante los primeros síntomas de un problema de salud.
Han adaptado las oficinas de farmacia para una atención segura al paciente; más de 850.000 personas pertenecientes a colectivos vulnerables o grupos de riesgo, durante el primer mes de pandemia, recibieron los medicamentos en sus casas gracias al protocolo excepcional de atención farmacéutica domiciliaria, además de otras iniciativas como la colaboración con Cruz Roja, Caritas y Protección Civil, para la atención domiciliaria y la dispensación de medicamentos, mascarillas, etc.
¿Las farmacias deberían tener un papel más activo en la campaña de vacunación frente a la COVID-19?
Creo que sin duda así debería haberse considerado.
La red de más de 22.000 farmacias constituye un punto fundamental de atención asistencial inicial dentro del sistema sanitario.
Aprovechar esta red asistencial ha sido el argumento de la profesión para proponer la vacunación en las Oficinas de Farmacia que pudieran adaptarse y cumplir con los requisitos necesarios.
¿Por qué España no ha tomado esta decisión que sí avalan Reino Unido, Francia o Irlanda?
Además de las discrepancias dentro de los decisores de las diferentes administraciones públicas, es cierto que a tenor de la legislación vigente existen inconvenientes. La regulación española no está en línea con los países del entorno. Sería necesario introducir cambios en normativas básicas sobre competencias de los farmacéuticos comunitarios.
También habría que acometer reformas legislativas respecto a las funciones y servicios que corresponden a las oficinas de farmacia. Pero sin duda deberían haberse estudiado más estas alternativas.
¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico en la última década?
Durante los últimos años la farmacia asistencial española ha evolucionado en su acercamiento al paciente, implicándose activamente en los servicios que presta. Desde hace tiempo, especialmente durante los últimos 15 años, la Farmacia española ha venido trabajando para conseguir un modelo de Oficina de Farmacia que permita el mantenimiento de un servicio acorde con el resto de prestaciones llevadas a cabo por el Sistema Nacional de Salud.
Los servicios asistenciales enmarcados en los planes estratégicos de Atención Farmacéutica, la implantación de los servicios de Seguimiento Farmacoterapéutico, los Sistemas Personalizados de Dosificación han demostrado sus beneficios, consiguiendo una mayor adherencia, seguridad y efectividad de la medicación y aumentando la calidad de vida del paciente.
¿Cuál es su perfil actual?
El farmacéutico comunitario, como cualquier otro profesional, ha tenido que evolucionar en su desempeño diario. Aunque la dispensación de medicamentos y el asesoramiento sanitario es su función principal, ha sabido desarrollar nuevas competencias profesionales basándose en un modelo que aporta más valor y en el que se ha revisado y ampliado de la oferta de servicios, en un momento en el que la digitalización y las nuevas tecnologías se han incorporado al día a día de la farmacia.
¿Qué papel juega la formación continua en su labor?
La formación continuada es un requisito fundamental para el correcto desempeño de los profesionales sanitarios y por ende para el farmacéutico. Los medicamentos, productos sanitarios y protocolos utilizados para la terapia de distintas patologías evolucionan constantemente según la evidencia científica disponible.
Los colegios profesionales y las sociedades científicas tienen aquí una labor importante que desempeñar, pero estoy convencido que la universidad debe jugar un papel fundamental en esta labor imprescindible.
El gran favorecido de un profesional sanitario bien formado y actualizado es el paciente, dado que le da la confianza de recepción del mejor diagnóstico y tratamiento posible.
¿Cómo debe ser la farmacia comunitaria del futuro?
Además de los aspectos ya comentados en la actualización del perfil del farmacéutico del futuro, y que debe mantener su eje de actividad profesional en torno al uso racional de los medicamentos y garantizar el uso seguro, efectivo y eficiente de los mismos, el reto en la oficina de farmacia va más allá.
La farmacia actual tiene dos campos que requieren gestiones diferentes: el sanitario y el empresarial. Los farmacéuticos de la oficina de farmacia deberán orientarse también hacia el perfil profesional de lo que podemos denominar “Gerente de Farmacia”, que está altamente especializado en la vertiente empresarial y de gestión del negocio de la farmacia.
El farmacéutico tiene que ser capaz de dirigir y formar equipos, desarrollar presupuestos y planes financieros, así como diseñar estrategias comerciales.
En este aspecto, dominar las claves económicas y comerciales del negocio farmacéutico serán asignaturas indispensables para el farmacéutico del futuro, aunque la dispensación de medicamentos y el asesoramiento sanitario seguirán centrando su función principal.
Para dar respuesta a esta necesidad, UNIR pone en marcha este otoño el Máster en Dirección y Gerencia de Oficina de Farmacia donde, de la mano de los mejores profesionales de la industria farmacéutica, podrás aprender a dirigir y administrar negocios farmacéuticos
