Francisco Oleo
El último ganador del Premio Ateneo de Sevilla, estudiante del Grado de Humanidades de UNIR, cuenta cómo decidió lanzarse a escribir, cuál es su proceso creativo, qué opina sobre la irrupción de la IA en el mundo de las letras y cuáles son sus próximos retos.
José Luis Gil Soto (Badajoz, 1972) compatibiliza desde 2008 responsabilidades en la Administración pública, de la que forma parte como funcionario, con su dedicación a la creación literaria, una labor que le ocupa cada vez más espacio y tiempo debido a su éxito como escritor.
“Si yo te contara”, su última novela, ganadora del último Premio Ateneo de Sevilla de Novela, llegó a las librerías a finales del año pasado. Antes lo hicieron “La traición del rey” (Styria, 2008), “La colina de las piedras blancas” (Styria, 2010), “La dama de Saigón” (Kailas, 2015), “Madera de savia azul” (Ediciones B, 2019) y “Lágrimas de oro” (Espasa, 2022).
Colabora habitualmente como columnista en distintos medios de comunicación y en 2023 fue nombrado secretario general de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Una vida a caballo entre la pluma y una espada que, en su caso, tiene forma de bastón de mando. Gestionar, escribir, dirigir, buscar y estudiar. Metido en mil aventuras reales y de ficción, Gil Soto aún saca tiempo para cursar el Grado de Humanidades en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).
En esta entrevista habla de sus inquietudes, de vocación y de oficio. De su faceta como buscador y contador de historias, pero también de sus ganas de seguir aprendiendo.
Pregunta: ¿Cómo, cuándo y por qué decidiste ser escritor?
Respuesta: Mientras hay escritores que sienten la necesidad desde muy jóvenes, lo mío fue un acto consciente. Como lector, fue creciendo en mí la certeza de que yo también podía hacerlo, y tras leer un ensayo sobre Manuel Godoy (el valido de Carlos IV) decidí novelar su historia. Y llegué a la escritura para quedarme gracias a los lectores.
P: ¿Con qué otras formas de ganarte la vida compartes esta vocación? ¿Tú objetivo final es dedicarte sólo a escribir?
R: Soy ingeniero agrónomo y funcionario de carrera, y no descarto dedicarme exclusivamente a escribir en un futuro. No es un objetivo, pero sí una posibilidad.
P: ¿Qué se necesita para escribir bien? Si un pintor debe ‘tener mano’ y una visión creativa propia para ser mínimamente bueno, ¿qué debe tener un buen escritor, además de la oportunidad y el favor del público?
R: Lectura, escritura y trabajo. Lo primero es leer mucho, lo segundo es que a escribir se aprende escribiendo, y lo tercero es trabajar intensamente y tener tiempo para hacerlo. Con tesón se descubren los métodos, cómo ha de ser la estructura, cuál es la forma adecuada de afrontar una historia y de qué modo escribirla.
P: ¿Cómo surge la idea de escribir ‘Si yo te contara’? Y cuéntanos cómo se fue gestando en tu interior y también sobre el papel, en esa parte de oficio y normas que debe tener todo buen escritor.
R: A todo escritor de novela histórica le llegan múltiples ideas y sugerencias de personas que creen tener en sus manos una historia perfecta para ti. De esa forma me llegó lo sucedido en el entorno de la embajada española en París: un doctor en Historia me lo contó y yo no hice mucho caso en un primer momento. Pero aquella idea se quedó en mi memoria y le pedí que me contara más. Me regaló su tesis doctoral y de su lectura (y de la lectura de otros ensayos sobre el mismo tema) surgió esta aventura.
Luego llegó esa parte que todo buen escritor debe afrontar: la documentación y la recopilación de los datos necesarios para crear un ambiente creíble para llevar al lector a un lugar y a un momento determinados.
P: ¿Cuáles son tus reglas a la hora de escribir? A veces cuesta seguir a la RAE con tanto cambio y con tantas posibilidades. ¿Cómo es tu proceso creativo?
R: En un primer momento escribo sin mirar atrás, sin pararme a pensar en la RAE, únicamente en la historia que un día tendrán los lectores entre sus manos. Luego, en un repaso mucho más pausado, comienzo a dar forma a ese primer bloque, como un escultor que “extrae” una figura de un bloque de mármol.
P: Un periodista y supongo que también un escritor hoy no podrían vivir, trabajar y casi pensar sin Google, porque tenemos todo el universo humano a un solo clic. Es algo fantástico, pero a la vez uniformador. ¿Qué opinas?
R: A veces a un escritor le resulta imposible viajar a los escenarios de su novela, o ir a un archivo, o indagar en los libros acerca de cómo se vestía en una época concreta. Internet es para esos casos una herramienta y, como toda herramienta, es perfecta si se sabe usar bien.
P: ¿Qué opinas del ChatGPT que nos invade? ¿Es una herramienta útil más o tiene demasiados riesgos?
R: Es el germen de un monstruo y aún es pronto para saber cuáles serán las consecuencias globales. En el mundo literario dará a luz obras de éxito, no me cabe duda, y competirá con aquellos que decidan seguir creando como siempre. Los lectores tendrán en sus manos el futuro de la literatura, como siempre.
Tres de las obras publicadas por José Luis Gil Soto.
P: ¿Por qué decidiste presentarte al Premio Ateneo de Sevilla? ¿Ganarlo ha sido un punto de inflexión en tu carrera como escritor?
R: Fue el resultado de un deseo. Me quedé a las puertas en el Premio Caja Granada de Novela Histórica y tenía ganas de resarcirme, así que he ido madurando la idea durante unos años hasta que decidí presentarme al Ateneo, por su prestigio. En mi forma de ver mi propia carrera es un punto de inflexión, sin duda, y espero que lo sea en mi trayectoria a partir de ahora.
P: ¿Quiénes son tus maestros en la escritura? ¿Con qué escritores y escritoras te quedas?
R: Hay pocos escritores de los que haya leído más de dos o tres obras, porque el universo literario es tan amplio que resulta difícil anclarse a un único autor o autora. Sin embargo, tengo mis preferencias: el realismo ruso (Leon Tolstoi), Pérez Galdós, Pardo Bazán, Miguel Delibes o García Márquez, y en activo: Maggie O’Farrell, Jesús Sánchez Adalid, Luis Landero o Juan Eslava Galán, entre otros muchos.
P: ¿Por qué estudiaste el grado y cómo te ha ayudado en tu carrera como escritor?
R: Era la necesidad de llenar un vacío y me ha ayudado a complementar mi visión del mundo, una forma de ver por qué somos lo que somos y por qué hemos llegado hasta aquí. El humanismo da respuestas donde las ciencias no alcanzan.
P: ¿Por qué elegiste UNIR y cómo ha sido tu experiencia académica y vital?
R: Elegí UNIR como un acto de fe, únicamente porque me gustó el programa del Grado de Humanidades. Una vez dentro, ha sido todo un descubrimiento, con una comunidad docente maravillosa y un método perfecto para quien, como yo, únicamente puede estudiar a distancia. Volvería a elegir UNIR.
P: ¿Qué profesores de UNIR te han aportado más y qué te llevas de ellos para el futuro?
R: Guardo un gratísimo recuerdo de muchos de ellos y sería injusto hablar de unos y olvidar a otros, aunque tengo mis preferencias, claro. De algunos me llevo el contacto y una relación profesional que será duradera.
P: ¿Cuál es tu próximo reto?
R: Podría decirte que mi próximo reto es echarle un pulso a la inteligencia artificial y ganarlo en el ámbito literario, pero es presuntuoso. Prefiero quedarme con que mi próximo reto es mi próxima novela.
