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La Empresa Saludable en 7 claves

El bienestar de los empleados gana protagonismo en las compañías, que buscan proteger y mejorar la salud de su plantilla de trabajadores desde un enfoque global.

Luis Reinoso Barbero es presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) y María Teófila Vicente-Herrero, coordinadora del Grupo de Guías y Protocolos de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT). Una labor que compaginan con la dirección del Curso de Experto en Organizaciones Saludables-UNIR. Estos profesionales analizan los fundamentos de la empresa saludable a través de siete cuestiones.

¿Qué es una empresa saludable?

Una empresa saludable es aquella en la que sus integrantes colaboran para proteger y promover la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y en la sostenibilidad del espacio de trabajo. Este concepto tiene su base en la Declaración de Luxemburgo, que fue asumida por todos los miembros de la Red Europea para la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo en la reunión mantenida los días 27 y 28 de noviembre de 1997. España se unió a esta Declaración y ha adaptado la misma para su puesta en marcha.

Es saludable una empresa que desarrolla políticas que tienen como objetivo proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores desde un enfoque global que supera el entorno físico donde se desarrolla el trabajo. Por ello, es saludable la empresa que, además de prevenir los daños a la salud -en un sentido amplio-, promociona conscientemente su mejora.

Se trata de una estrategia empresarial moderna orientada a la prevención de los riesgos profesionales (enfermedades relacionadas con el trabajo, incluyendo el estrés, accidentes, lesiones y enfermedades profesionales) y a aumentar la capacidad individual de la población trabajadora para mantener su salud y calidad de vida.

salud laboral

¿Por qué ha surgido este modelo de empresa saludable?

Porque el mundo de la empresa es un mundo cambiante que ha de ir adaptándose a los aspectos de interés que surgen, a los cambios sociales y a las tendencias del mundo empresarial y es, precisamente en este punto, donde la salud laboral desempeña un papel básico, como parte de la salud pública, en la sostenibilidad del Estado del bienestar, y que es especialmente apreciable en el contexto epidemiológico actual.

¿Cuáles son sus ámbitos de actuación?

Una empresa saludable actúa gestionando la salud de los trabajadores desde un enfoque integral e integrado y considerando la salud de las personas que trabajan en todas las políticas de la empresa.  Por ello, deberá cumplir con la legislación vigente en prevención de riesgos laborales y, a partir de ahí, establecer intervenciones más allá de dicha legislación.

Se consideran actuaciones imprescindibles de partida para adentrarse en el concepto de empresa saludable:

  • Disponer de una organización preventiva (Servicio de Prevención Propio, Servicio de Prevención Ajeno, Servicio de Prevención Mancomunado, asumirla el empresario-trabajador designado, o la combinación de algunas de ellas…).
  • Tener una evaluación de riesgos por puestos de trabajo completa y un plan de acción preventiva (medidas preventivas y control de cumplimiento de dichas medidas).
  • Implantación de procedimientos, formación e información específica sobre los riesgos laborales y las medidas preventivas establecidas, incluyendo el uso de Equipos de Protección Individual (EPIs).
  • Registro, análisis e investigación de incidentes, accidentes y posibles enfermedades profesionales.
  • Vigilancia Especifica de la Salud en todos sus aspectos (individual y colectiva).
  • Disponer y aplicar un Código ético, un Plan de Igualdad y un Procedimiento para la resolución de conflictos.
  • Implementar medidas que favorezcan la conciliación de la vida personal con el trabajo, las ayudas sociales para los empleados, el compromiso con el cuidado del medio ambiente y el apoyo a los más vulnerables o desfavorecidos.
  • Para lograr la efectividad deseada, es necesario que la dirección esté sensibilizada e implicada y que cuente con la participación de los trabajadores.

¿Y sus principales claves?

Una empresa saludable propugna una serie de medidas que influyen sobre la salud de los trabajadores y están orientadas a mejorarla:

  • Principios y métodos procedentes de la dirección de la empresa que reconozcan el factor humano como elemento necesario en la organización y no como un mero coste.
  • Cultura empresarial y principios que incluyan la participación de los trabajadores, potenciando su motivación y responsabilidad.
  • Criterios organizativos que proporcionen a los trabajadores un equilibrio entre las demandas del trabajo, el control sobre el mismo, su formación y el reconocimiento social derivado.
  • Políticas de personal que incorporen activamente temas de promoción de la salud.
  • Integración plena de la seguridad y salud en el trabajo en todos los estamentos de la empresa y de la sociedad, con especial atención a los colectivos más vulnerables frente a los riesgos laborales: gestantes, menores, discapacitados, mayores y aquellos con patologías o secuelas crónicas.

salud laboral

¿Cómo beneficia a la organización y a sus trabajadores?

La salud laboral conecta el sistema de Seguridad Social con la salud pública, profundizando en una idea integradora y coordinada.

Se parte de la base de que la salud de una persona no es divisible y que se necesita integrar tanto la prevención de los riesgos laborales y extralaborales como la asistencia de los problemas de salud relacionados y no relacionados con el trabajo, aunando de este modo la prevención de los riesgos del trabajo y la promoción de la salud (National Institute for Occupational Safety and Health, Total Work Health).

Para ello es necesaria una mayor implicación de las administraciones (agencias) de salud pública en las tareas de salud laboral, incorporando el empleo y la ocupación como determinantes sociales clave para explicar la salud de las personas. De este modo, las instituciones de salud pública deben ser capaces de atraer a las empresas y a sus organizaciones representativas hacia los programas de promoción de la salud y, para ello, hay que demostrar que esos programas, además de bienestar para las personas, proporcionan también beneficios a las empresas en términos de calidad y productividad: empleo productivo – ingreso justo + seguridad en el lugar de trabajo + protección social para las familias (l Objetivo 8 de la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible).

En una empresa u organización de estas características cuidar a sus trabajadores debe ser uno de los principales objetivos y, no solo es recomendable porque mejora la salud de las personas que trabajan, su bienestar y el de sus familias, sino que sale rentable a la organización en términos de productividad, rentabilidad y en la valoración que de ella hagan agentes externos o inversores.

¿Cuál es el perfil del profesional que lidera esta tarea?

Se trata de profesionales cualificados y con formación adecuada: profesionales relacionados con las organizaciones saludables, en especial técnicos de prevención de riesgos laborales, profesionales sanitarios con especialidad en medicina y enfermería del trabajo, profesionales sanitarios de otras especialidades y relacionados con salud laboral, especialistas en seguridad y salud, higiene industrial, ergonomía, personal de recursos humanos, responsabilidad social corporativa, psicología laboral y cualquier otro profesional que pueda tener impacto en la salud de las organizaciones.

¿Cómo acreditarse como empresa saludable?

Cada país tiene su propio modelo de acreditación, si bien todos toman su base en la Declaración de Luxemburgo.

España, en 2013, puso en marcha el proyecto Empresas Saludables inspirado en el trabajo realizado por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo (ENWHP) y como respuesta al propio interés del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) en reconocer el trabajo de las empresas en el ámbito de la mejora de la salud y bienestar de sus trabajadores, así como promover la cultura de la salud y el intercambio de experiencias empresariales.

empresa saludable

Cualquier empresa u organización, con independencia de su tamaño, titularidad o sector, puede manifestar su compromiso solicitar su adhesión a la Declaración de Luxemburgo y, si lo desea y cumple con los criterios de calidad elaborados por la ENWHP, pedir su reconocimiento como buena práctica en promoción de la salud en el trabajo.

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