El CMMI evalúa la madurez empresarial a partir de un grupo de áreas de proceso que contienen objetivos y prácticas definidas.
La Integración de Modelos de Madurez de las Capacidades o CMMI, por sus siglas en inglés (Capability Maturity Model Integration), es uno de los sistemas de madurez empresarial más empleados.
En general, el concepto de madurez empresarial se introduce como una medida para indicar la excelencia en el desempeño de un proceso de negocio, lo que convierte a los modelos de madurez en herramientas para evaluar y mejorar las capacidades y competencias de la empresa.
Creado en 1987 por el Instituto de Ingeniería de Software de la Carnegie-Mellon University, el CMMI es implementado hoy en día por empresas de todo tipo de sectores. El CMMI no solo permite identificar el grado de madurez de los procesos en una empresa, sino que ofrece una serie de buenas prácticas y recomendaciones para optimizarlos, fomentar la proactividad organizacional y crear entornos de negocio confiables.
Grados de madurez empresarial
El CMMI evalúa la madurez empresarial a partir de un grupo de áreas de proceso que contienen objetivos y prácticas definidas. En función de su cumplimiento, el CMMI califica los grados de madurez del uno al cinco, siendo el objetivo de las organizaciones que adoptan este modelo ir elevando su nivel de forma paulatina:
- Inicial. Fruto de una serie de procesos inmaduros, describe un entorno impredecible, expuesto al riesgo y a la ineficiencia.
- Gestionado. Los proyectos se ejecutan estableciendo procesos de planificación, supervisión y medición.
- Definido. Se mejora la proactividad de la organización mediante procesos estandarizados, documentados e institucionalizados.
- Gestionado cuantitativamente. La ejecución de los procesos pasa a ser cuantitativa, empleando los datos para detectar deficiencias y anticiparse a las necesidades.
- Optimización. Una vez establecidos unos procesos estandarizados y proactivos que crean un entorno predecible, la organización puede desplegar mejoras incrementales e innovadoras para seguir mejorando su desempeño.
Otros modelos para evaluar la madurez empresarial
Pero el CMMI no es el único modelo de madurez empresarial disponible. Existen otros sistemas que guían a las organizaciones en su camino hacia la optimización de procesos. Algunos de los más destacados son:
Norma ISO 9004 o Norma de Gestión Avanzada
No necesita el reconocimiento de una certificación externa y ofrece recomendaciones para la autoevaluación del desempeño de la organización.
Modelo BPMMM o Modelo de madurez holístico para BPM (Business Process Management)
Este modelo, desarrollado por Rosemann y Bruin en 2005, introduce seis factores de la implementación de BPM que influyen en el nivel de madurez de la empresa: enfoque estratégico, control de procesos, métodos, tecnología, personas y cultura organizacional.
Modelo BPMM o Modelo de madurez de procesos de negocio de la OMG (Object Management Group)
Establece cinco niveles de madurez, dentro de los cuales se establecen Áreas de Proceso con objetivos y buenas prácticas para alcanzarlos.
Modelo de madurez de procesos de Gartner
Desarrollado por una empresa consultora, establece seis fases de madurez definidas por el comportamiento de una serie de factores de éxito: alineamiento estratégico, cultura y liderazgo, personas, estructura organizativa, métodos y tecnologías de la información.
Modelo de madurez de procesos y empresa de Hammer
Describe la eficiencia de la organización en base a dos conjuntos de características: facilitadores de proceso (diseño, ejecutores, responsable, infraestructura e indicadores) y capacidades de empresa (liderazgo, cultura, experticia y gobernabilidad).
Independientemente del sistema elegido, el hecho es que cada vez son más las empresas que ponen el foco en la optimización de procesos como un elemento clave en la gestión de calidad y en el cumplimiento de sus objetivos.
De igual modo, todos los modelos de madurez destacan el papel fundamental de la gestión de las personas y los datos dentro de los procesos empresariales. De ahí que cada vez más compañías consideren prioritaria para el éxito de su negocio una herramienta como People Analytics. Esta permite a las organizaciones mejorar su toma de decisiones aplicando distintas técnicas de big data a los datos sobre comportamientos, relaciones y rasgos de sus colaboradores.
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