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Las partes implicadas en un proceso judicial civil o penal disponen de un abanico de recursos para impugnar decisiones. Algunos de estos mecanismos son los recursos de reposición civil y penal.
En el marco de un proceso judicial, sea civil o penal, los recursos son la vía para impugnar, por parte de las partes implicadas, una resolución no firme dictada por los tribunales o los letrados de la Administración de Justicia que les afecten desfavorablemente. Las normas procesales se encargan de describir los mecanismos disponibles. La finalidad de los recursos de reposición civil y penal es sustituir, modificar o anular una resolución que afecte desfavorablemente.
Recurso de reposición civil
El recurso de reposición civil es un medio de impugnación válido contra una resolución que alguna de las partes implicadas en el proceso judicial considera perjudicial.
Tal y como recoge la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), el recurso de reposición civil es un recurso no devolutivo y ordinario. Esto significa que debe ser resuelto por el mismo juez, tribunal o secretario judicial que ha dictado la resolución que se impugna. Además, está incluido en el grupo de recursos ordinarios que pueden interponerse contra los actos judiciales junto con el de apelación, queja y súplica.
Este tipo de recurso se aplica, sobre todo, contra resoluciones de tramitación del proceso civil que no queden expresamente sujetas a otro tipo de recurso o que no se puedan impugnar. Al igual que otros recursos, la finalidad de un recurso de reposición es solicitar que se revisen y modifiquen las resoluciones adoptadas por no ajustarse a las normas que regulan el proceso o que produzcan un perjuicio a alguno de los litigantes.
Según la LEC, las resoluciones contra las que cabe interponer un recurso de reposición son:
- Las diligencias de ordenación y decretos no definitivos que dicte un secretario judicial, salvo si la ley permite interponer un recurso directo de revisión.
- Las providencias y autos no definitivos. Son los actos de tramitación que dicta un juez o tribunal y que no resuelven la controversia, es decir, no finalizan el proceso judicial.
Si la resolución la ha dictado un secretario judicial, será ese mismo secretario el que resuelva el recurso de reposición, y lo mismo ocurre con las providencias o autos recurridos, los resuelve el juez o tribunal que los dicta.
Además, otra característica importante del recurso de reposición es que no tiene efectos suspensivos respecto de la resolución que se recurre. Es decir, este tipo de recurso no suspende o paraliza la ejecución de la resolución cuestionada en el plazo que tarda en resolverse.
Para interponer un recurso de reposición civil es necesario cumplir con unos plazos y unos requisitos formales. En cuanto a lo primero, el recurso debe interponerse en un plazo de cinco días; respecto a lo segundo, es necesario que el escrito exprese la infracción que la resolución hubiere cometido. Si no se cumplen estos requisitos, el recurso se inadmite mediante una providencia que no podrá ser recurrida, recoge la LEC.
Una vez admitido a trámite, se concede a las demás partes cinco días para impugnarlo y, transcurrido ese plazo, el tribunal o secretario judicial resolverá mediante un auto o decreto en un nuevo plazo de cinco días. En general, salvo cuando proceda un recurso de queja, el auto que resuelve un recurso de reposición no podrá ser nuevamente recurrido.
Recurso de reposición penal
El proceso penal cuenta también con una batería de recursos al alcance de las partes para mostrar su disconformidad con una resolución judicial o de los Letrados de la Administración de Justicia que les afecten desfavorablemente.
La norma reguladora de este proceso, la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), establece que cabe interponer recurso de reposición contra todas las diligencias de ordenación dictadas por los secretarios judiciales o letrados de la Administración de Justicia. Este recurso también es la vía de impugnación de los decretos de los secretarios judiciales, salvo cuando se pueda interponer un recurso de revisión.
El recurso de reposición penal se debe interponer siempre por escrito autorizado con la firma del abogado y acompañado de tantas copias como partes personadas haya en el proceso. Este escrito debe expresar la infracción que se haya cometido mediante la resolución que se recurre y, al igual que en el caso del recurso de reposición civil, no tiene efectos suspensivos. Una vez admitido a trámite, el secretario judicial da un plazo de dos días a las demás partes y al Ministerio Fiscal para que presenten sus alegaciones. Transcurrido ese plazo se resolverá sin más trámite.
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