El acuerdo firmado con el prestigioso despacho de abogados acerca la realidad profesional a los alumnos, que trabajarán con supuestos reales en cada una de las asignaturas obligatorias de esta titulación.
La Protección de Datos cobra una relevancia destacada en un momento, el actual, en el que los usuarios estamos más expuestos que nunca antes a publicar nuestros datos y revelar información privada al resto del mundo. Para evitarlo, es vital contar con una adecuación normativa específica y la consiguiente formación en estas materias.
Precisamente con este objetivo en mente UNIR y Écija, reconocida firma de abogados especialistas en Protección de Datos, han suscrito un convenio de colaboración en virtud del cual los abogados y socios del despacho impartirán formación práctica a los alumnos del Máster Universitario en Protección de Datos y, de esta manera, aproximar la realidad profesional a la enseñanza universitaria. Una realidad en la que cobra protagonismo la profesión de Data Protection Officer.
Bajo el paraguas del “Ecija Data Protection Workshop”, en cada asignatura del Máster se impartirán dos sesiones online en directo en las que un profesional del despacho propondrá un caso real a los alumnos. Primero, tendrá lugar la exposición del caso. A continuación, los alumnos estudiarán el caso planteado y aportarán una resolución que enviarán al profesor para que la evalúe. En la segunda sesión el socio o abogado de Écija debatirá y resolverá el caso con los alumnos.
“Se trata de poner sobre la mesa casos reales, anonimizados, que bien los hemos trabajado en el despacho o bien han sido de notoriedad pública y sobre el que se plantearán distintas alternativas para que el alumno discurra y sea capaz de llegar a una conclusión que, en su momento, pueda haber llegado a la autoridad de control o al tribunal competente, o incluso una alternativa que se podría haber manejado desde un punto de vista de argumentación o conclusión jurídica”, razona Alejandro Touriño, socio director de Écija.
La figura del DPO, en auge
Él lo tiene claro: “El planteamiento de cualquier Postgrado va encaminado a que el alumno tenga una experiencia real con lo que se va a encontrar el día uno en que empiece a trabajar”. Touriño es muy consciente de que la Protección de Datos se ha convertido “en una suerte de tendencia” debido a varios motivos. El primero, el cambio normativo que, por primera vez a nivel europeo, se articula a través de un reglamento. Y, además, el proyecto de ley orgánica de protección de datos que prepara el Ministerio de Justicia y que se halla en fase de tramitación parlamentaria.
Estas legislaciones implican novedades en las carreras profesionales. Como la figura del DPO (Data Protection Officer), responsable del cumplimiento normativo en el área de protección de datos. “Se traduce en que en todas las multinacionales y compañías de tamaño medio grande apuestan por la integración e incorporación de perfiles que cubran estas necesidades”, alienta Touriño. Y advierte a los estudiantes sobre el momento tan “propicio” para especializarse en esta área y, sobre todo, “para que afloren esos profesionales que quieren especializarse y tener ese conocimiento específico que el reglamento europeo está exigiendo”.
Para lograrlo, un factor importante son las prácticas. Precisamente otro apartado destacado del convenio, en el que Écija se compromete a proporcionar los medios necesarios para que los estudiantes del área de Derecho de UNIR puedan realizar prácticas de formación académica en cualquiera de sus modalidades. El inicio de las mismas estará condicionado a que los alumnos superen el proceso de selección y los criterios de incorporación de Écija. “Somos muy exigentes y rigurosos en los procesos de selección porque buscamos profesionales con mucha capacitación técnica en materias concretas, dedicación horaria, pasión en la tarea y, fundamental, los idiomas”, reconoce Touriño.
“Este convenio es motivo de alegría porque podemos poner a disposición de nuestros estudiantes un caudal de conocimientos que, de otra manera, sería muy difícil”, razona José María Vázquez García-Peñuela. Para el rector de UNIR resulta “imprescindible que la universidad tenga acuerdos con despachos de prestigio porque la abogacía es un saber práctico, un arte que se transmite a base de atender junto a los profesionales”.
