De cara a la Navidad, UNIR ha realizado una selección de los mejores libros que han publicado las editoriales y que pueden convertirse en un excelente regalo para estas fiestas.
De cara a la Navidad, hemos realizado una selección de los mejores libros que han publicado las editoriales y que pueden convertirse en un excelente regalo para estas fiestas.
1. Anthony Doerr, La luz que no puedes ver
Suma de Letras. 664 págs. 19,90 €.
Premio Pulitzer 2015, esta novela transcurre en Saint-Malo, ciudad francesa ocupada por los alemanes en 1944. Los personajes principales son una chica de poco más de diez años y un joven soldado alemán, que es un genio en todo lo que se refiere a radios y aparatos en general. La novela, muy humana, cuenta la historia de estos dos personajes y el encuentro que tienen en unas circunstancias ciertamente dramáticas.
2. Penelope Fitzgerald, La puerta de los ángeles
Impedimenta. 231 págs. 21 €.
Fred Fairly es profesor de Física en un ficticio college de Cambridge que no permite la entrada de mujeres dentro de sus muros, por lo que sus miembros deben permanecer solteros. Cuando conoce a Daisy, se le presenta un dilema. Si sigue los dictados de su corazón perderá su puesto de trabajo. Si, guiado por la cabeza, permanece en el college, se quedará sin la chica. Bajo un ropaje aparentemente sencillo, Fitzgerald ha escrito una novela con una gran carga intelectual que lejos de disminuir el interés de la lectura, lo aumenta.
3. Josephine Tey, La señorita Pym dispone
Hoja de Lata. 319 págs. 21,90 €.
Lucy Pym, autora de un exitoso libro de psicología, es invitada a dar unas charlas a las alumnas de un internado inglés. Su estancia se prolonga hasta el final de curso. En ese tiempo se hace amiga de las profesoras y de algunas chicas, y acaba en medio de un conflicto escolar que, además, termina con una extraña muerte, un misterio que, como tal, ocupa pocas páginas en el conjunto. La señorita Pym va poniendo de manifiesto los modos de ser y comportarse de las personas con las que convive. Sus descripciones son cautelosas, agudas, y a veces tienen ramalazos de buen humor.
4. Gunnar Gunnarsson, Adviento en la montaña
Encuentro. 112 págs. 12 €.
Esta novela breve y redonda del escritor islandés Gunnar Gunnarsson (1889-1975) es de esas obras que llegan directamente al corazón. Se trata de una historia sencilla, desnuda, auténtica, que cuenta cómo un pastor de una aldea perdida del noreste de Islandia, Benedikt, abandona su granja todos los años cuando está a punto de llegar el crudo invierno para rescatar de la nieve a las ovejas que se han extraviado.
5. Reyes Monforte, Una pasión rusa
Espasa. 600 págs. 19,90 €.
La autora se inspira en la agitada vida de Lina Codina (1897-1989), que estuvo casada con el compositor ruso Serguéi Prokófiev. Los dos residieron primero en París y luego en Moscú. Tras unos años felices, todo se complicó. Incluso en 1948 fue acusada de espía alemana y condenada a trabajos forzados en Siberia. La novela mantiene el interés gracias al fuere carácter de la protagonista, a los artísticos ambientes que frecuentó, a la extraordinaria fama musical de su marido y a los dramáticos sucesos que tuvo que afrontar para sobrevivir.
6. Charles Bertin, Un jardín en Brujas
Errata Naturae. 152 págs. 15,50 €.
El autor rememora los veranos que pasó con su abuela en Brujas, para acompañarla después de haber enviudado. Se trata de un homenaje lleno de afecto a una mujer de una gran personalidad, que influyó notablemente en aquel muchacho adolescente y más bien solitario, quizá por ser hijo único. Con su abuela, se empapa de la belleza del jardín que rodea la casa y comparte la pasión por la lectura, por la naturaleza, por la cultura.
7. Ivo Andrić, La casa aislada y otros relatos
Encuentro. 360 págs. 25 €.
Andrić fue un escritor serbobosnio, premio Nobel en 1961. Su obra reconstruye momentos del pasado complejo de su patria y está por ello teñida de contrastes, nostalgia y sufrimiento. Este libro es una colección de relatos que mantienen un tono semejante aunque son de épocas distintas. Todos son relatos breves y están protagonizados por personajes del pasado con historias tristes o incluso trágicas.
8. Maria Edgeworth, Ennui
Ático de los libros. 352 págs. 22,50 €.
En los alrededores de 1800, el joven conde de Glenthorn ha saciado ya todos los caprichos que podía imaginar y está hastiado de todo. Con la intención de visitar sus propiedades, viaja hasta Irlanda, atrasada y pobre. Sin embargo, ese viaje le sanará de su enfermedad moral y le permitirá afrontar una nueva vida. Esta novela de Maria Edgeworth (1768-1849) es un precedente muy digno de Jane Austen y la novela romántica inglesa.
9. Jaan Kross, Vuelo estático
Impedimenta. 480 págs. 23,95 €.
De Jaan Kross (1920-2007) conocíamos El loco del zar y La partida del profesor Martens, dos novelas ligadas a la convulsa historia estonia del siglo XX. En esta novela su país sigue presente aunque es más fuerte el peso autobiográfico. Cuenta la historia de toda una generación que asistió impotente a la lucha por la independencia de su país ante las sucesivas ocupaciones de diversas potencias extranjeras. El epicentro del drama se sitúa en 1944, cuando el país pasa de manos alemanas a rusas.
10. Yordán Radíchkov, Abecedario de pólvora
Automática. 248 págs. 18 €.
El búlgaro Radíchkov (1929-2004) estuvo siempre vinculado a su tierra natal, donde se ambientan casi todos los relatos que componen este libro. No se trata de cuentos independientes, sino que todos juntos, de manera coral, muestran la vida en la aldea. La mayoría contienen referencias a la Primera y a la Segunda Guerra Mundial y hablan de la actividad de los partisanos. Radíchkov sabe describir las grandezas y la miseria de la vida campesina, repleta de intensas relaciones humanas.
11. B. Yehoshúa, El señor Mani
Duomo. 402 págs. 20 €.
El señor Mani puede ser cualquiera de los Mani que aparecen en la novela, con mayor o menor protagonismo, desde Eliyahu, en el siglo XVIII, hasta Roni, que tendría siete años cuando la novela se publica. Los Mani son de origen sefardí y a través de sus historias se tiene una idea detallada de la vida de los judíos en Turquía, en Atenas, en Beirut, en Creta y, sobre todo, en una Jerusalén que es la verdadera protagonista. Yehoshúa, uno de los escritores israelíes actuales más prestigiosos, muestra la complejidad de la cultura judía, de sus contradicciones y de su diversidad.
12. Fred Vargas, Tiempos de hielo
Siruela. 343 págs. 19,95 €.
Las novelas policiacas de Vargas son siempre cultas y suelen incluir sucesos históricos determinantes para la trama. En esta ocasión, se entremezclan uno ocurrido en Islandia y otro de la revolución francesa. Los asesinatos que van apareciendo desconciertan a todos, porque son obra de un asesino muy listo. La autora sabe utilizar los recursos narrativos, crea ambientes sugerentes y mantiene el tempo novelesco con fuerza.
13. John MacDonald, Adiós en azul
Libros del Asteroide. 240 págs. 18,45 €.
Con esta novela de intriga, MacDonald creó a su célebre personaje Travis McGee, un conseguidor con facetas de caballero andante, que protagonizará una veintena de novelas más. Esta cuenta una historia de intriga en la que aparece un ser destructivo, Junior Allen, y una de sus víctimas, que contacta con Travis. MacDonald es brillante en el perfil de personajes y un maestro en la dosificación del suspense, además de ofrecer un buen retrato de una parte de la sociedad norteamericana.
14. Andy Weir, El marciano
Ediciones B. 408 págs. 21 €.
Debido a que le dan por muerto, el astronauta Mark Watney es abandonado en Marte por sus compañeros. Pero Watney se recupera y, aunque no tiene forma de comunicarse con la Tierra ni con su antigua nave, inicia sus planes para sobrevivir. En un ameno diario, él mismo cuenta cómo fue posible su recuperación, qué planes hace y qué pasos va dando para sobrevivir durante cuatro años, hasta que, según los planes previstos, regrese a Marte una nueva misión. Es la historia recogida en la reciente película de Ridley Scott.
15. Nikolái Gógol, Almas muertas
Cátedra. 424 págs. 20,60 €.
Tras una presentación afilada y mordaz, Chíchikov revela las intenciones que lo mueven en sus andanzas por las provincias rusas: “Me propongo adquirir muertos que, en el padrón, figuren todavía como vivos”. Gógol parte de una idea extraordinaria para armar un lienzo en el que cabe todo: el retrato del estafador Chíchikov y el de un país, Rusia, objetos de una sátira de miras “regeneracionistas”. Capítulo a capítulo, Gógol pone en solfa a terratenientes ignorantes, funcionarios corruptos y damas sin atributos, de los que expone sus vicios: la codicia, la tacañería, la astucia carente de moral, la mezquindad o el cinismo.
