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Pablo Moreno Ger: “La tecnología nos permite romper barreras y ser una pista de despegue para el conocimiento y la investigación”

El vicerrector de Investigación de UNIR valora un modelo único de trabajo y capacitación, basado en la colaboración y la internacionalización, que ha llevado a esta universidad a entrar en el ranking Times Higher Education y situarse entre las mejores del mundo.

El vicerrector de Investigación de UNIR, Pablo Moreno Ger.

Doctor en Ingeniería Informática, la verdadera vocación de Pablo Moreno Ger, más allá de los bits, los sistemas operativos, los procesadores o las aplicaciones, es la universidad, donde ha pasado toda su vida enseñando, investigando y gestionando caminos y voluntades.

Después de trabajar muchos años en la Universidad Complutense de Madrid, decidió dejar la comodidad de un puesto público para lanzarse a la aventura que entonces suponía UNIR. “Me enamoró el proyecto y la proyección que tenía, y decidí en 2017 dejar la seguridad de mi carrera pública para venir aquí y dedicarme a gestionar”, comenta.

Empezó como subdirector académico en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología (ESIT), dedicándose sobre todo a potenciar la investigación de los profesores, dando el criterio y el rigor necesarios a esta área. Después pasó a ser el director de ESIT, donde estuvo dos años, para asumir después el Vicerrectorado de Investigación de UNIR.

Dirige también la Cátedra IBM-UNIR, dedicada, fundamentalmente, a la aplicación de la inteligencia artificial y la ciencia de datos al mundo de la educación. “Detectamos estudiantes con riesgo de abandono, ayudamos a mejorar su rendimiento, hacemos predicción de calificaciones… IBM nos da acceso ilimitado a toda su capacidad de cálculo para llevar a cabo los proyectos”, destaca.

Pero no solo de gestión vive el hombre. Moreno Ger es autor de más de 150 publicaciones científicas centradas primero en la tecnología educativa y ahora basadas en la inteligencia artificial aplicada a la educación. “Somos una universidad altamente tecnológica que se dedica a la docencia y a la investigación, pero también somos una empresa. La innovación tecnológica aplicada a la educación es clave para nosotros. Somos la base de pruebas y los primeros beneficiados de nuestras investigaciones, porque inmediatamente las aplicamos, y al ser una universidad 100% tecnológica eso mejora nuestro posicionamiento global”, subraya el vicerrector de Investigación de UNIR.

La Universidad Internacional de La Rioja ha conseguido entrar en el ranking Times Higher Education (THE), uno de los tres más influyentes del mundo, gracias a superar la barrera de las 1.000 publicaciones en revistas indexadas en Scopus, una de las bases de datos más importantes que agrupa a las principales revistas académicas.

¿Cuál ha sido su primera reacción a este éxito? ¿Cómo lo explica teniendo en cuenta los 12 años de vida que tiene la universidad?

Este es un ranking que pone una barrera de entrada que obliga a tener una actividad investigadora amplia y reseñable, con un mínimo de 1.000 publicaciones indexadas para poder estar entre las 1.800 mejores universidades del mundo entre las 40.000 que existen.

Nosotros hemos logrado cruzar ese umbral, porque llevamos mucho tiempo trabajando la investigación a pesar de nuestra juventud. Fue una apuesta clara desde el mismo inicio, desde que se creó la universidad. Además de realizar todas las labores habituales en una universidad tradicional, en UNIR se decidió que tendríamos nuestra propia investigación desde el primer día. Si para una universidad privada es algo extraño, para una privada y online, todavía es menos frecuente. Muchas universidades se dedican básicamente a la docencia y no hacen esa apuesta por la investigación que tenemos aquí.

Esto nos permite atraer mejor talento entre el profesorado, porque ven que este es un sitio atractivo para trabajar y no solamente para dar clase. Aquí un docente se puede desarrollar perfectamente como investigador. Es parte de nuestra cultura, está en nuestro ADN.

Es un concepto, un objetivo, que viene de lo más arriba de esta organización y que luego va calando hacia abajo. Detrás de esta concepción está la idea de que se funda una universidad muy novedosa, muy distinta a lo que se hacía hasta entonces en España y con un formato 100% online, que no es exactamente lo mismo que una universidad a distancia, como las que ya existen.

Para que este proyecto despegase, teníamos que ganarnos el respeto del sistema universitario en general, tanto de las otras universidades, como de los profesores para que viniesen a trabajar con nosotros. Por eso dejamos muy claro desde el inicio que no éramos una academia que casualmente impartía estudios universitarios, sino que somos una Universidad con “U” mayúscula, que atiende todas las áreas universitarias y del conocimiento.

pablo moreno ger Pablo Moreno Ger.

¿Cómo se promueve y cuál es el proceso de la investigación en UNIR?

Lo primero es el profesorado universitario, que en su trabajo está obligado a investigar. De hecho, la palabra auténtica que les define es personal docente investigador (PDI). Se parte de esa necesidad y ese interés que ya tiene el profesor, que comprende que parte de su misión es la investigación, y lo que demanda es tener los recursos y el tiempo para poder dedicarse a ello.

Para facilitar la investigación, contamos con un programa de liberación de horas. Y así, para los profesores que tienen más capacidad o son más prometedores, reducimos su carga docente para que dispongan de más tiempo e impartan menos asignaturas o lleven menos estudiantes en sus clases. Eso les da más tiempo para investigar.

Pero para poder hacerlo también necesitas fondos. Disponemos de un programa de proyectos propios para ayudar a los investigadores en sus gastos y en lo que necesiten para apoyar sus trabajos. También los acompañamos en su búsqueda de financiación externa.

Cuando ya tienes el tiempo y los medios para investigar, simplemente se trata de empujarles, en el mejor sentido de la palabra. Además, contamos con retribuciones adicionales para el profesorado y el desarrollo de su carrera profesional, que pasa por la investigación si quiere seguir subiendo sus niveles de acreditación y, eventualmente, llegar a titular o catedrático. Si quiere conseguirlo, tiene que apostar por la investigación. Ellos quieren y nosotros les damos, en la medida que podemos, el tiempo y los medios.

¿En qué se diferencia UNIR respecto a otras universidades en investigación?

Destacaría dos aspectos fundamentales. La primera diferencia es al mismo tiempo una ventaja y una desventaja, y se trata de la situación de los profesores deslocalizados. No tener a todos los profesores en un mismo edificio, cada uno en su facultad, hace más difícil conseguir un tejido investigador interconectado en el que haya grandes equipos de trabajo compenetrados y colaborando.

Unos están en Oviedo, otros en Sevilla, otros en Granada… Y esa distancia geográfica puede ser, a priori, un problema. Pero en UNIR, ese factor lo hemos sabido convertir en una ventaja porque, los edificios de ladrillos tienen paredes, pisos, distintas ubicaciones, barreras físicas y literales entre las distintas áreas de conocimiento.

Nosotros, en cambio, podemos jugar mucho mejor con la multidisciplinariedad, porque una vez que consigo acercar a los profesores que están geográficamente distantes y reunirles en un ordenador en tiempo real, me es mucho más fácil conseguir colaboraciones entre ingenieros, médicos y abogados de lo que le puede resultar a cualquier otra universidad.

Nuestros profesores pueden estar en cualquier lugar de España o el mundo, y eso nos enriquece muchísimo, porque conforman un crisol de diferentes culturas. Hoy es una de nuestras grandes fortalezas. Cuesta al principio, pero una vez que a base de tecnología y buen criterio lo solventas, se convierte en una pista de despegue para el conocimiento y la investigación.

La segunda diferencia tiene que ver con el carácter de esta universidad. En UNIR siempre hemos apostado por vivir muy pegados al tejido industrial, a los requerimientos de la industria. Nos basamos en títulos muy prácticos, en una enseñanza muy cercana la sociedad y a la economía real, y eso es algo que también aplicamos en nuestra cultura investigadora. Hacemos una investigación de retorno cercano.

El vicerrector de Investigación, en el foro TransferTIC La Rioja. El vicerrector de Investigación, en el foro TransferTIC La Rioja.

¿Se puede hablar de un “modelo UNIR” en investigación?

Sí, claramente. Y lo definimos con la idea de la rueda. Los investigadores parten de crear sus proyectos, conseguir los fondos y su tiempo para investigar. Después ponemos mucho el foco en que esa investigación aparezca en publicaciones que luego se traducen en sexenios y acreditaciones para que nuestro profesorado crezca. Eso se retroalimenta continuamente para que se hagan más proyectos, se consiga más financiación y se publique más. Así la rueda sigue en marcha y no se para nunca.

En UNIR también existen elementos culturales propios, muy orientados a evitar vicios que se pueden dar en algunas universidades públicas, como las redes de influencia, el tener que estar pendiente de las exigencias del catedrático o el responsable de turno. Aquí hacemos que el proceso sea de verdad una meritocracia y no intervengan los contactos. Nos esforzamos cada día porque al que más trabaja, más le luzca; porque esta cultura florezca cada día.

¿Qué aporta a la investigación de UNIR su gran presencia en Latinoamérica? ¿Cómo es el feedback a uno y otro lado del Atlántico?

Como hacen otras muchas universidades, en UNIR estamos redoblando el esfuerzo por aumentar la internacionalización de nuestra investigación. Es algo que siempre cuesta, que no es fácil, pero la internacionalización es lo que nos ha impulsado realmente en el ranking THE.

Desde el principio, tenemos una clara vocación internacional y una política de alianzas con otras universidades. Cuando entramos en un país no lo hacemos como un competidor que quiere arrebatar estudiantes a otras universidades, siempre accedemos trabajando con los demás. Somos una universidad amiga, que ayuda y transfiere conocimiento. UNIR crece en otros países colaborando con otras universidades, no compitiendo.

Detrás de esto existe un compromiso, una apuesta reputacional desde que se creó esta universidad, pero también pensamos, y yo es algo que creo a pies juntillas, que el hecho de que haya otras universidades online, legitima nuestro modelo, porque aún hoy, y a pesar de lo que ha pasado durante en la pandemia, todavía hay gente que discute la calidad de la formación en línea. La pandemia ha despejado muchas dudas y hemos demostrado que somos una universidad que imparte una formación de la máxima calidad.

Una vez que el modelo ha quedado legitimado, y sabiendo que somos muy buenos en lo que hacemos, no competimos y podemos colaborar sin problemas. Cuando la formación online despegue, UNIR estará, sin duda, a la vanguardia del modelo. Esta forma de pensar nos permite tener una red muy potente de universidades colaboradoras en Latinoamérica y en el resto del mundo. Es algo que hace que a nosotros nos resulte más fácil que a otros publicar trabajos de investigación internacionalmente.

La colaboración entre universidades y la internacionalización forman parte del ADN original de UNIR. ¿Cómo se articula esto?

En UNIR, hay dos grandes vertientes de internacionalización. Primero están las colaboraciones entre individuos de diferentes centros y países que aumentan nuestro tejido investigador. A esto sumamos una decidida apuesta por la financiación internacional. Contar con un Vicerrectorado de Proyectos Internacionales independiente y con un equipo propio liderado por Daniel Burgos, va en esa dirección.

pablo moreno ger y daniel burgos Pablo Moreno Ger y Daniel Burgos.

¿Hacia dónde se dirigen los planes estratégicos de investigación de UNIR?

En esto somos totalmente transparentes y, por eso, los planes estratégicos de investigación están publicados en nuestra web. Es, como decía antes, parte de nuestra cultura, de nuestra forma de ser como universidad.

Nuestros planes en investigación siempre miran al largo plazo, pero trabajando día a día por hacerlos coherentes con el corto, con las necesidades que tienen nuestros profesores en cada momento. Normalmente cubren periodos de cuatro años, en los que nos planteamos hacia dónde queremos ir como universidad en estos trabajos. Luego, bajamos el plan a la tierra en forma de Kanban y decidimos las medidas que vamos a poner en marcha cada año con los recursos que disponemos.

¿Cuáles son los principales pilares de estos planes?

Estamos agotando ya el actual plan estratégico de investigación y a punto de aprobar el nuevo. La gran prioridad es asegurar el cumplimiento de todos los indicadores del Real Decreto 640 de 2021, el de creación de universidades, que fija los objetivos de investigación para las universidades. Ha sido una bomba atómica para muchas universidades que no hacían investigación, y a nosotros nos ha pillado en la dirección buena y no creo que tengamos problemas, pero hay que trabajarlo. Se trata de una cuestión muy seria y relevante para nosotros.

El centro del nuevo plan estratégico de investigación es el cumplimiento de ese real decreto. Por suerte, desde el punto de vista de la cultura investigadora, el Decreto 640 fija unos criterios muy normales sobre lo que debe ser la investigación. Es decir, que debes tener proyectos, publicaciones, profesores acreditados y con sexenios. Con lo cual, nuestro plan estratégico se centra en cumplir todos estos indicadores y proyectarnos hacia el año 2026 y con un tamaño como universidad que no será el que tenemos hoy.

Sin financiación no hay investigación. ¿Cómo la consigue UNIR?

Antes de la financiación, me gustaría hablar de lo que llamamos aquí la escalera de la consolidación. Para acudir a una financiación pública, ya sea en España o en Europa, se requiere un nivel de consolidación, que en una universidad con 12 años de vida no es fácil de obtener.

Nosotros queremos que todos los grupos de investigación se autofinancien y sean capaces que conseguir financiación externa. Pero para llegar ahí, es necesario empezar a subir cada escalón, primero con formación sobre cómo hay que llevar a cabo la investigación y cómo se captan los fondos. Estos programas de formación los complementamos con las ayudas individuales para poder empezar a publicar artículos.

Una vez que lo consigues, lo que te suelen pedir para financiarte es que tengas resultados preliminares. Aquí entran los programas de proyectos propios, que financiamos para que grupos de investigadores que no tienen una experiencia conjunta, ni esos resultados preliminares, se puedan juntar y conseguirlos.

Es la semilla para conseguir la financiación externa y seguir subiendo escalones. En UNIR, gracias a nuestro crecimiento, ya tenemos grupos que ya están en la cima de esa escalera, aunque otros muchos están subiéndola todavía.

¿Con qué grupos de investigación cuenta UNIR y en qué destacan?

En UNIR tenemos 52 grupos de investigación activos en distintos estadios de consolidación. Dan para mucho. Somos especialmente fuertes en áreas como la psicología aplicada, destacando el trabajo que se realiza con colegios y centros escolares, con temas relacionados con el bullying, con el uso de la tecnología, el ciberacoso en las redes sociales… Impactamos a decenas de miles de estudiantes de colegios en España. Les aportamos formación, detección y prevención sobre el acoso escolar, por ejemplo, un problema que se ha disparado en nuestro país.

Producción científica de UNIR desde 2009

grafico investigacion *Datos actualizados a 27/09/2022.

Un área muy destacada es la relacionada con la inteligencia artificial y la ciencia de datos. Contamos con grupos muy buenos en el Área Biosanitaria, con expertos relevantes que colaboran con los grandes hospitales en asuntos clave como las enfermedades causadas por virus, ahora tan de actualidad.

También estamos a un gran nivel, por ejemplo, en el Área de Comunicación, donde hacemos trabajos muy importantes, como el estudio sobre los discursos de odio y sus efectos en la sociedad, o el análisis de cómo la publicidad afecta a los hábitos sociales de los niños.

Las nuevas tecnologías y la innovación educativa forman parte de nuestro ADN. Estamos ayudando a muchísimas empresas en su transformación digital, a que aprendan a utilizar sus datos y apliquen soluciones de inteligencia artificial. Somos muy activos en todo lo relacionado con los videojuegos gratuitos en los móviles, que se sostienen con microcompras, las llamadas cajas de botín, máquinas tragaperras en versión moderna que no están reguladas en España. Y tenemos a chavales de 8 o 10 años desarrollando adicciones a este tipo de juegos. Por eso trabajamos con el Ministerio de Consumo para ayudar a desarrollar una regulación sobre el problema de las cajas de botín en España. Son cuestiones muy sociales y que tienen que ver con los jóvenes, que es lo más importante que tenemos.

¿Cómo lleva UNIR a la práctica la necesaria colaboración entre la universidad y la empresa?

Logrando que nuestra investigación sea eminentemente práctica y aplicable a través de la transferencia permanente a la empresa. La burocracia, los papeleos, juegan a la contra y hacen fracasar esta colaboración tan necesaria en España.

Nosotros lo tenemos resuelto porque somos una empresa y trabajamos como una empresa. No perdemos el tiempo con papeles, plazos, requisitos, es decir, burocracia, y somos muy ágiles, eso sí con nuestros propios modelos y directrices. Si un contrato de colaboración no se ajusta a nuestro modelo, pues lo cambiamos en 24 horas.

Los profesores de UNIR viven en su docencia y en su investigación muy pegados a las empresas, y eso hace que no les resulte extraño trabajar con ellas. Tenemos otra mentalidad y eso hace que las cosas sean más fáciles con nosotros. Hacemos transferencia en nuevos materiales para empresas constructoras, recuperación de residuos del sector vinícola en La Rioja para generar hidrógeno que pueda mover autobuses, mejoramos el uso de datos… Vamos al ritmo que espera ver cualquier otra compañía.

¿Con qué organismos y centros propios promueve su investigación?

Contamos con tres ejes fundamentales: el Vicerrectorado de Investigación, el Vicerrectorado de Proyectos Internacionales y la Escuela de Doctorados. Son nuestros grandes motores de investigación. También está la OTRI, la Oficina de Transferencia de Investigación, que es desde dónde llevamos a cabo la transferencia, hacemos los contratos entre los investigadores y las empresas, facilitamos la parte de resultados y patentes, etc.

UNIR es una universidad muy joven, pero en tres o cuatro años esperamos tener un crecimiento exponencial en el número de patentes que salen de la universidad. Hoy la investigación pasa más por el ordenador que por la probeta o el microscopio.
Cuando uno mira las áreas de investigación más relevantes, la inmensa mayoría pasan por la digitalización, con los datos, los algoritmos, la inteligencia artificial… En UNIR tenemos muy desarrollada la vena innovadora.

Para nosotros también es clave que nuestros avances en investigación lleguen al público en general y por eso damos mucha importancia a la divulgación. Hemos creado nuestra Unidad de Cultura Científica, dedicada a trasladar lo que hacemos en investigación a la sociedad a través de publicaciones científicas, los medios de comunicación especializados y los generalistas.

UNIR es la sexta universidad de España que más publica en The Conversation, el medio de referencia de la divulgación científica internacional, un dato que, para nuestro tamaño y juventud, es realmente estratosférico.

torrente y moreno ger Luis Felipe Torrente, director de The Conversation España, con Moreno Ger.

Cuidamos mucho la divulgación como parte esencial de nuestra misión como universidad. Queremos que la sociedad sepa lo que hacemos y por qué somos importantes más allá de la docencia. No solo nos dedicamos a producir títulos y a impartir certificados, no, ni mucho menos, somos una universidad que toca todas las áreas del conocimiento y queremos que se sepa.

Tenemos una presencia envidiable en los medios de comunicación, lo que nos ayuda a concienciar al profesor sobre el impacto de su propia investigación en la sociedad. Se trata de un círculo virtuoso muy importante para UNIR.

Al final, todas estas medidas forman un continuo: empezamos por la formación más básica en investigación, siguiendo por las ayudas al desarrollo individual de los investigadores, la financiación propia y el apoyo para lograr financiación en investigación. Y con los resultados tangibles, apoyamos la transferencia y la divulgación hacia la sociedad. Todo con el objetivo de apoyar el desarrollo de una universidad cuyo capital principal es el conocimiento, y cuya responsabilidad social es contribuir a su generación, transferencia y difusión.

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