UNIR Revista
Descubre la importancia de trabajar las emociones en adultos y aprende actividades que ayudan a conseguirlo.
Aunque la mayoría de actividades para trabajar las emociones están enfocadas a la infancia y la adolescencia, también es esencial que los psicólogos dispongan de actividades para trabajar las emociones en adultos. En muchos casos, los adultos también necesitan profundizar y trabajar en el contexto de sus emociones y, además, necesitan hacerlo con herramientas adaptadas a sus propias características.
A continuación, te presentamos cinco de las más utilizadas por los psicólogos, debido, en gran medida, a la facilidad que supone su realización y a los buenos resultados que ofrecen. Se trata de herramientas sencillas de emplear que, con la ayuda y directriz de los profesionales, permiten a los adultos trabajar sus emociones, conocerse mejor a sí mismos y comprender y sanar muchos de los estados emocionales que necesitan ser tratados. Además, dada su naturaleza transversal, se pueden aplicar tanto de forma individual como en combinación con otras de ellas.
Arteterapia
Se denomina arteterapia cualquier actividad artística que esté enfocada a mejorar el estado de salud de un paciente. De este modo, podemos hablar de arteterapia aplicada al dibujo, a la pintura, a las manualidades, al teatro, a la danza, etc. Es decir, se trata de una terapia completamente flexible y que se adapta sin problemas a la diversidad de expresiones artísticas existentes.
La principal característica de la arteterapia es que permite desarrollar la imaginación y la creatividad del paciente. Gracias al proceso imaginativo y creativo, el paciente consigue exteriorizar ciertas emociones que, mediante las palabras o el lenguaje, pueden resultar complicadas de identificar y expresar.
Escribir un diario
Otra de las actividades para trabajar las emociones en adultos más utilizadas por los profesionales de la psicología son los diarios. Estos son una herramienta que permite que el paciente exprese sus sentimientos y emociones mediante la escritura, algo que, en muchos casos, resulta más efectivo que la palabra hablada para tratar determinados problemas psicológicos.
Asimismo, el uso de un diario permite realizar un seguimiento sencillo de la evolución del paciente, lo que, al mismo tiempo, contribuye positivamente en los procesos sanadores de la terapia.
Escribir un cuento
Una de las actividades para trabajar las emociones en adultos que ofrece buenos resultados (especialmente a la hora de tratar traumas no resueltos) es escribir un cuento, ya que incorpora elementos de la arteterapia y del diario en una misma actividad.
Mediante la imaginación y la creatividad, el paciente crea una historia ficticia, pero con la que se siente identificado. De esta forma, el cuento suele contar su propia historia, pero con un entorno y unos personajes diferentes.
Esta herramienta permite al paciente observar su propia situación vital desde la perspectiva del espectador y no desde la del protagonista, lo cual facilita la identificación de patrones de conducta destructivos y eventos traumáticos con los que el paciente está trabajando en terapia.
Crear una lista de fortalezas y debilidades
La creación de una lista de fortalezas y debilidades se suele llevar a cabo de forma conjunta entre el psicólogo y el propio paciente. Esta lista permite reconocer aquellos aspectos en los que es necesario trabajar para mejorar (las debilidades); al mismo tiempo que contribuye a que el paciente identifique aquellas áreas en las que destaca y que le permiten potenciar su autoestima y amor propio (fortalezas).
De esta manera, se fomenta un mayor autoconocimiento, lo cual capacita al paciente para gestionar mejor su vida diaria. A la vez, esto lo empodera a la hora de afrontar sus inseguridades; especialmente, cambiando la perspectiva del paciente sobre ellas, que pasan a ser retos, en lugar de debilidades.
Diccionario de las emociones
El diccionario de las emociones es una de las actividades para trabajar las emociones en adultos que se puede realizar tanto de forma individual como combinada. En ambos casos, deberá estar dirigida por un terapeuta profesional. Esta actividad consiste en elaborar una lista de las emociones que el paciente siente y, a partir de ella, trabajar sobre cada una para mejorar la forma en que se identifican y se afrontan.
De esta manera, el paciente aprende a identificar las emociones de forma mucho más efectiva cuando las siente, aprende a diferenciarlas de otras que pudieran ser similares, reconoce sus matices y características propias, así como en qué casos debe dejarlas fluir (emociones potencialmente positivas) y en qué casos debe aplicar herramientas que le ayuden a gestionarlas de la forma más adecuada posible (emociones potencialmente negativas).
Las actividades para trabajar las emociones en adultos son variadas y flexibles, lo cual permite que se adapten bien a cada tipo de paciente y de terapia que se esté siguiendo. En ese sentido, lo más importante es que todas estas actividades estén dirigidas y supervisadas por un profesional debidamente formado con el Máster en Psicología General Sanitaria, es decir, con la capacitación necesaria para adaptar y orientar cada una de las actividades a las necesidades concretas de cada paciente.
