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El rompecabezas del aprendizaje cooperativo: introducción y creación de grupos

En esta entrada, se hace una introducción al aprendizaje cooperativo, diferenciándolo de otro tipo de aprendizajes y ofreciendo alternativas para la creación de grupos en el aula.  

En la actualidad, entre las competencias destacadas para cualquiera de las etapas educativas, encontramos la competencia social, de interacción con el medio o la comunicativa, entre otras, también aplicables a las universidades online. Aspectos fácilmente aplicables en el aula por medio del aprendizaje cooperativo.

El aprendizaje cooperativo supone un paso más al trabajo en grupo y se diferencia, igualmente, del aprendizaje colaborativo. Un ejemplo de trabajo colaborativo es la Wikipedia, hay coordinación, pero no tiene por qué haber interacción, los trabajos de los diferentes participantes se complementan. Sin embargo, en el aprendizaje cooperativo, hay interacción entre los miembros y solo a través de ella el grupo puede conseguir sus objetivos.

Del mismo modo, otra diferenciación necesaria se realiza entre tipos de aprendizajes, individual, competitivo y cooperativo:

-En el aprendizaje individual, el alumno consigue sus objetivos independientemente de que el resto de sus compañeros los consigan.

-Por su parte, en el aprendizaje competitivo, el estudiante consigue sus metas únicamente si el resto no las consigue.

-Y, en último término, en el aprendizaje cooperativo, el discente consigue sus objetivos si, y solo si, todos los miembros del grupo consiguen los objetivos.

Dicho esto, no se pretende decir que el aprendizaje cooperativo sea el más recomendable ni el único. Se considera que todos los tipos de aprendizaje deben tener cabida en el aula, bien sea por medio de un trabajo en grupo tradicional, mediante grupos colaborativos, clases cooperativas, con trabajo individual o, también, competitivo.

La cooperación lleva mucho tiempo entre nosotros y en el sistema educativo, primero de un modo informal y, con el paso del tiempo, sistematizándose, formalizándose y desarrollándose por medio de técnicas muy diversas. Una de las técnicas más extendidas, con muchas variaciones, es la técnica puzzle, de la que vamos a poner un ejemplo de aplicación en una segunda entrada sobre el tema.

La primera decisión para la aplicación en el aula del aprendizaje cooperativo, además de la planificación previa, se refiere a cómo hacer los grupos:

-Puede ser de forma aleatoria.

-Dejando a los alumnos decidir su composición. Los docentes no suelen estar muy de acuerdo con esta forma de agrupar a los alumnos, pero de vez en cuando es necesario dejarles tomar las riendas o, al menos, tener esa sensación de mando y decisión. En todo caso, este método debe estar muy controlado, pues hay alumnos que podrían sentirse excluidos.

-Decidiéndolo nosotros, dependiendo de los objetivos de la actividad.

-Haciendo alguna pregunta para promover el aprendizaje y la interacción, por ejemplo, para una clase de inglés: Do you have a dog? Do you have a cat? Do you have sisters? Do you have brothers? Do you like basketball?, agrupando a los alumnos según sus respuestas, aficiones o gustos.

La composición del grupo es una decisión muy importante. Personalmente, creo que en la variedad está la clave: no hacerlos siempre del mismo modo.

Igualmente, en cuanto a la composición de los grupos, suele considerarse que los grupos heterogéneos siempre son mejores:

-Por aprender unos de otros.

-Porque los alumnos con mayores capacidades pueden enseñar a los que tengan mayores dificultades, y no olvidemos que enseñando y explicando se aprende, al mismo tiempo que los alumnos con más dificultades aprenderán con sus compañeros.

-De este modo, se desarrollan competencias de tolerancia, respeto y empatía.

Pero también creo que, en ocasiones, crear grupos homogéneos puede ser interesante, pues:

-Alumnos de niveles bajos pueden sentirse cómodos y útiles a sus compañeros, trabajando juntos, sintiendo que están haciendo aportaciones útiles y que tienen tantos conocimientos como sus iguales. En este sentido, el hecho de tener ese sentimiento puede hacer que sean más participativos y activos en el grupo y no meros oyentes y receptores. Se sentirán necesarios.

-Alumnos de niveles altos podrán tener una cierta sensación de reto y su papel será diferente al establecido en un grupo heterogéneo, profundizando de una manera diferente en el contenido tratado.

Sea, como sea, todo tipo de grupo tiene sus ventajas e inconvenientes, por eso, repito, creo que en la variación está la clave.

En la siguiente entrada, explicaremos una de las técnicas más empleadas en el aprendizaje cooperativo: la técnica puzzle, mediante el ejemplo de la clase de inglés que hemos mencionado en el presente post, pero que es fácilmente transferible a cualquier materia.

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