UNIR Revista
Las terapias de reemplazo de nicotina, los ejercicios de relajación y frecuentar espacios libres de humo de tabaco contribuyen a abandonar un hábito que cada año causa la muerte de ocho millones de personas.

Consumir tabaco es perjudicial para la salud de los consumidores y de quienes los rodean, además de representar un gasto anual muy importante. Por eso, los adictos a esta sustancia a menudo piensan en cómo dejar de fumar pero sin sufrir los estragos de la abstinencia.
En los casos más extremos, para abandonar este hábito perjudicial es recomendable acudir a un psicólogo que haya cursado un Máster en Psicoterapia: Terapias de Tercera Generación, como el que oferta UNIR en modalidad online. De esta forma, se podrán aprovechar las herramientas terapéuticas más adecuadas a las necesidades de cada paciente.
¿Qué lleva el tabaco?
Los cigarrillos, los puros y el tabaco de pipa contienen hojas secas de tabaco y otras sustancias que dan sabor y hacen más agradable el fumar. Al quemarse, estas sustancias derivan en una mezcla compleja de sustancias químicas, de las cuales al menos 70 se consideran cancerígenas y otras pueden causar enfermedades cardíacas, pulmonares y problemas de salud graves.
De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, algunos de los químicos presentes en el humo del tabaco son:
- Nicotina
- Amoniaco
- Arsénico
- Plomo
- Ácido cianhídrico
- Aldehído fórmico
- Benceno
- Hidrocarburos aromáticos policíclicos
- Monóxido de carbono
- Uranio
¿Por qué dejar de fumar?
La Encuesta sobre Alcohol y Otras Drogas en España 1995-2024 (EDADES) señala que el 66,6 % de la población española de 15 a 64 años ha fumado alguna vez en la vida, mientras que el 25,8 % de las personas consumen tabaco de manera diaria (datos de 2024). Es una cifra que ha disminuido en los últimos años ya que, por ejemplo, en el 2003 este porcentaje era del 36,7 %. Esto muestra que cada vez más sectores de la población se convencen de los beneficios de abandonar el tabaco.
Algunos de los 10 motivos por los que dejar de fumar son:
- Es una amenaza para la salud de los consumidores, pero también para su familia y amigos.
- Puede causar cáncer de pulmón, tanto a las personas que fuman como a quienes la rodean.
- Aumenta el peligro de tener psoriasis.
- El tabaco amarillea los dientes y crea más placa dental.
- Provoca el envejecimiento prematuro de la piel porque se desgastan las proteínas que le proporcionan elasticidad y disminuye el riego sanguíneo.
- Incrementa el riesgo de que la tuberculosis latente se convierta en una enfermedad activa.
- Se ha descubierto que los hijos de fumadores tienen una capacidad pulmonar reducida y pueden llegar a sufrir trastornos respiratorios crónicos.
- Los cigarrillos pueden causar incendios
- El consumo de esta sustancia afecta a la productividad de los trabajadores.
- La Organización Mundial de la Salud estima que, a causa del tabaco, anualmente mueren más de ocho millones de personas.
Las imágenes de neuromarketing con mensajes antitabaco de las cajetillas no son una broma y es importante hacerles caso.
¿Qué hacer para dejar de fumar?
Una vez que se ha tomado la decisión de abandonar el tabaco, se puede dejar de fumar de golpe. Algunos de los consejos para superar la ansiedad:
- Es aconsejable fijar una fecha para comenzar, como un cumpleaños o el Día Mundial Sin Tabaco, y prepararse mentalmente para abandonar el hábito de fumar en ese momento.
- Se recomienda acudir al médico para que nos indique alguna terapia de reemplazo de la nicotina, como:
- Atomizadores con nicotina
- Parches, chicles o pastillas de nicotina
- Medicamentos como bupropión o vareniclina
- Evitar el estrés, pues este es un detonante de la ansiedad que puede llevarnos a recaer en el hábito de fumar.
- Tener a mano chicles sin azúcar, frutos secos, zanahorias crudas o frutas para resistir la tentación.
- Decidir cada día no fumar. No se trata de pensar que nunca más se fumará, sino de hacer un compromiso diario y respetarlo.
- Frecuentar espacios libres de humo de tabaco y evitar aquellos en los que se suele fumar.
- Reducir el consumo de café, alcohol y los alimentos que estimulan los deseos de fumar.
- Practicar ejercicios de relajación.
- Mantener las manos ocupadas, con bolígrafos, pulseras, anillos, para sustituir la costumbre de sostener un cigarro.
- Buscar apoyo en las diferentes iniciativas promovidas por las organizaciones sanitarias para dejar de fumar. Por ejemplo, el Servicio Gallego de Salud (Sergas) cuenta con un Programa de Apoyo a la Cesación Tabáquica que proporciona buenos resultados.
Es fundamental recordar que el consumo de tabaco no se debe sustituir por otros hábitos dañinos; así, en los últimos años ha habido un aumento preocupante del consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes.
¿Funciona la hipnosis para dejar de fumar?
En ocasiones resulta tentador recurrir a ciertas opciones que prometen facilitar el proceso de dejar de fumar, como la hipnosis. No obstante, diversos estudios muestran que no existe evidencia científica de que este sea un tratamiento efectivo contra esta adicción.
La mejor alternativa sigue estando en la fuerza de voluntad y, en caso necesario, las terapias sustitutivas. Además, es recomendable acudir a la consulta de un médico de atención primaria o un profesional de la salud mental para que nos asesore sobre el proceso.
¿Cuánto dura el mono del tabaco?
Al pensar en cómo dejar de fumar, ayuda saber que los síntomas de la abstinencia de nicotina desaparecen con el tiempo. Aunque cada persona es diferente, de forma general las peores sintomatologías estarán presentes durante los primeros tres días de abstención y, paulatinamente, se volverán menos intensas.
Normalmente el síndrome de abstinencia dura unas dos o tres semanas, pero hay gente en la que las ganas de fumar prevalecen durante meses, aunque con menor intensidad y frecuencia.
¿Cuándo se notan los efectos de dejar de fumar?
Si se necesita otro aliciente para abandonar el tabaco, se puede analizar cuándo se notan los beneficios de dejar de fumar:
- Después de 20 minutos:
- La presión sanguínea vuelve a la normalidad.
- Mejorar la circulación sanguínea en manos y pies.
- Después de 8 horas:
- Comienza a reducirse la posibilidad de sufrir un ataque al corazón.
- Después de 24 horas:
- Se eliminan los niveles de monóxido de carbono en los pulmones y aumenta el nivel de oxígeno en la sangre
- La comida sabe mejor.
- Después de 2 o 3 días:
- Se elimina por completo la nicotina y sus derivados del organismo.
- Mejora el sentido del olfato.
- Aumentan los niveles de energía.
- Se relaja la musculatura bronquial.
- Entre 2 y 12 semanas:
- Mejora la circulación.
- Es más fácil hacer ejercicio.
- Incrementa la sensación de bienestar.
- Entre 1 y 9 meses:
- Se reduce el riesgo de padecer infecciones
- Es en este periodo en el que se encuentra la respuesta al cuánto tardan los pulmones en recuperarse después de dejar de fumar, ya que los cilios de los pulmones empiezan a recuperar su función normal, por lo que empiezan a limpiar y se pueden controlar las mucosidades.
- Entre 3 y 9 meses:
- Se registra un aumento de la actividad pulmonar que puede variar entre un 5 y un 10 por ciento.
- Después de 12 meses:
- Se reduce a la mitad el riesgo de padecer una enfermedad del corazón.
- Después de 5 años:
- Baja el riesgo de tener cáncer de pulmón y un infarto de miocardio.
- Después de 10 a 15 años:
- Los riesgos de fallecer por cáncer de pulmón o cardiopatía coronaria son iguales a los de una persona no fumadora.
Por todas estas razones, dejar de fumar lo más pronto posible es una excelente decisión que repercute en el bienestar físico y mental de una persona.