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La aplicación de herramientas informáticas al manejo de datos biológicos es lo que se conoce como bioinformática, la disciplina responsable de la actualización permanente de cifras sobre la COVID-19.

Aunque pueda parecer un término futurista, la bioinformática está presente en las vidas de todos los ciudadanos desde hace años. Se trata de una disciplina en la que confluyen los conocimientos de la biología con las herramientas que ofrece la informática, dando como resultado una combinación clave para el futuro de la ciencia. Si quieres especializarte en esta disciplina, echa un vistazo al Máster en Bioinformática online de UNIR.
¿Qué es la bioinformática?
La bioinformática es una disciplina científica en la que se integran conocimientos de biología, informática, matemáticas y estadística con la finalidad de recopilar, analizar e interpretar datos biológicos complejos.
Para comprender qué es la bioinformática y todo el potencial que tiene es preciso entender que gracias a ella es posible llevar a cabo tareas como:
- Análisis de secuencias de ADN, ARN y proteínas.
- Modelado de estructuras moleculares.
- Estudios de redes genéticas y metabólicas.
- Procesamiento de grandes volúmenes de datos genómicos.
En España, el Instituto Nacional de Bioinformática coordina y desarrolla los recursos de esta disciplina en proyectos relacionados con genómica, proteómica y medicina traslacional.
La bioinformática ha demostrado ser determinante en diferentes tipos de investigaciones médicas, incluyendo la investigación biomédica y el desarrollo de vacunas, como quedó demostrado durante la pandemia de COVID-19.
Gracias a esta ciencia, se pudieron llevar a cabo análisis rápidos de secuencias virales, que permitieron identificar posibles dianas terapéuticas en tiempo récord. Además, permitió que la población estuviese informada al minuto sobre las cifras de contagiados y fallecidos.
¿Para qué sirve la bioinformática?
Al conocer qué es la bioinformática es posible deducir que tiene numerosas aplicaciones en diversos campos científicos y médicos, pero, ¿para qué sirve la bioinformática exactamente? Estas son algunas de sus aplicaciones más relevantes:
- Medicina. La bioinformática ha facilitado progresos en lo que se denomina medicina personalizada, adaptando los tratamientos a la genética individual de cada paciente. Un ejemplo es el gran potencial de la bioinformática en la nutrición de precisión para evitar enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes o el síndrome metabólico.
- Farmacología. Resulta especialmente útil en el desarrollo de vacunas y en la lucha contra enfermedades infecciosas.
- Genética. Esta ciencia se aplica en terapias génicas, sobre todo en el tratamiento de enfermedades causadas por genes individuales afectados o heredados.
- Gestión de residuos. Facilita la identificación de la secuencia de ADN de bacterias y microbios para su utilización en la limpieza de aguas residuales, la eliminación de residuos radiactivos o el reciclaje de plásticos, entre otros usos.
- Agricultura y ganadería. Gracias a la biotecnología ha sido posible desarrollar cultivos más resistentes a la sequía y a determinadas plagas de insectos. En ganadería, se recurre a ella para secuenciar el genoma de animales de granja, prevenir enfermedades y mejorar su calidad de vida.
Durante la lucha contra el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, todos fuimos testigos de la utilidad de la bioinformática. El análisis por ordenador permitió descifrar la estructura molecular de las proteínas del virus, haciendo posible el desarrollo de vacunas efectivas en un tiempo nunca antes conseguido.
También resulta crucial el papel de la bioinformática en la investigación sobre el cáncer. Así, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), cuenta con un departamento propio dedicado a esta ciencia que ha acelerado significativamente el descubrimiento de biomarcadores y dianas terapéuticas en la investigación contra esta enfermedad.
¿Qué salidas tiene la bioinformática?
La bioinformática es un campo en plena expansión que ofrece grandes oportunidades laborales en múltiples sectores. Estas son algunas de las principales salidas de la bioinformática:
- Investigador biomédico. Dedicarse a la investigación biomédica supone aplicar los conocimientos en análisis de datos y bioinformática a la identificación de patrones en la información biológica, con el fin de descubrir nuevas terapias y fármacos.
- Científico de datos. En este caso, la minería de datos y la estadística se utilizan para descubrir nuevos fármacos.
- Bioinformático clínico. Se ocupa de analizar datos genómicos de los pacientes para ayudar en su diagnóstico y poder darles un tratamiento personalizado, empleando para ello los conocimientos en bioinformática.
- Especialista en informática biomédica. Es un profesional que se ocupa de integrar datos biomédicos y del desarrollo de aplicaciones y herramientas específicas para la bioinformática.
Por tanto, estudiar bioinformática puede abrir muchas puertas en el mercado laboral, ya que la demanda de estos profesionales en los últimos años no ha dejado de aumentar.
La bioinformática se ha transformado en una disciplina trascendental en los tiempos de la medicina de precisión y la investigación biomédica avanzada, puesto que su capacidad para integrar y analizar datos biológicos complejos la convierte en una herramienta indispensable para avanzar en el ámbito de la ciencia.