Ingrid Mosquera Gende
La profesora de UNIR Ingrid Mosquera recaba en esta fecha señalada la opinión de cinco compañeros de profesión sobre los desafíos a los que se enfrenta el sistema educativo en sus diferentes etapas. Diversidad, inclusión, recursos, colaboración y formación continua son conceptos destacados por todos.

El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los y las Docentes, una fecha establecida por la UNESCO en 1994 para conmemorar, agradecer, concienciar y apoyar la labor de todo el profesorado.
Cada año hay un lema que acompaña a esta celebración. Este curso será: “Redefinir la docencia como una profesión colaborativa“. Sin duda, la colaboración docente es una de las piezas clave para que nuestro alumnado pueda recibir la mejor educación posible. No siempre es fácil lograrla.
Sin embargo, se debe destacar, como veremos a continuación, que esa cooperación también debe venir de la mano de las Administraciones e instituciones, para facilitar nuestra labor.
En este día del maestro, y de la maestra, y con ese espíritu colaborativo de fondo, hemos contado con cinco compañeros y compañeras, docentes en activo de diferentes etapas educativas, para que nos señalen cuáles creen que son, desde su punto de vista, los principales retos a los que se enfrenta la educación en sus respectivas etapas. A continuación, se pueden encontrar sus palabras, tal y como nos las han transmitido.
Lola Cabrillana, maestra de Infantil y escritora
“El mayor reto al que nos enfrentamos los maestros y maestras de Educación Infantil es dar respuesta a las nuevas características del alumnado que recibimos en el aula. La necesidad de disfrutar de lo inmediato, con un tiempo de atención limitado y un lenguaje expresivo deficitario, condicionan una metodología que demanda un apoyo, material y humano, imprescindible para atender la diversidad que convive en el mismo contexto educativo”.
Lola Cabrillana: “La interacción entre iguales no se establece con la misma facilidad que antaño”.
“La interacción entre iguales no se establece con la misma facilidad que antaño. Los juegos grupales, en la mayoría de las ocasiones, no tienen aprendizajes previos fuera del aula, por lo que se parte de una realidad individualizada, donde no se desarrollan la empatía y la gestión adecuada de las emociones. Y todo esto rodeado de una motivación e interés que nada tiene que ver con lo que encontrábamos hace unos años. La realidad educativa ha cambiado y no hemos sido capaces de adaptarnos con la rapidez que requiere nuestro alumnado”.
Carolina Heras, maestra de Primaria especialista en música
“El principal desafío al que me enfrento como maestra está relacionado con la concienciación. Parece evidente que la función del colegio es enseñar, pero esto requiere que el alumnado muestre una buena predisposición, que las familias colaboren activamente y que la Administración proporcione suficientes recursos personales y materiales”.
La realidad educativa ha cambiado y no hemos sido capaces de adaptarnos con la rapidez que requiere nuestro alumnado.
“La formación de calidad para el profesorado es también fundamental para estar actualizados. Sin embargo, trasladar lo aprendido a la realidad de un aula diversa, donde abundan los alumnos con dificultades para mantener la atención, respetar los turnos de palabra o seguir instrucciones, supone un esfuerzo considerable en el desarrollo de cualquier actividad”.
“Captar su atención es complejo, ya que están acostumbrados a la inmediatez y a múltiples estímulos, especialmente los que provienen de las pantallas. Esta constante exposición impacta en el aula y exige nuevas estrategias para conservar su interés, concentración y participación”.
Carolina Heras: “Captar su atención es complejo, ya que están acostumbrados a la inmediatez”.
“En mi especialidad, música, observo que cada vez resulta más difícil que los alumnos memoricen canciones, sigan musicogramas, respeten el orden para tocar instrumentos musicales o realicen audiciones de manera adecuada”.
“Cada nuevo curso reviso y adapto la programación y las actividades, pero, en definitiva, nos enfrentamos a nuevas generaciones que muestran poca implicación y concienciación en el proceso de enseñanza-aprendizaje y si tratamos de ser exigentes para obtener mejores resultados, contamos con escaso apoyo de la comunidad educativa”.
Pablo Ortega, profesor de Enseñanza Secundaria y Bachillerato
“Ser profesor de Educación Secundaria hoy significa vivir en medio de un cruce de caminos. Cada jornada en el aula recuerda que la escuela es un espacio diverso, donde conviven estudiantes con trayectorias, intereses y necesidades muy distintas. La inclusión no es un ideal lejano, sino una realidad diaria que nos invita a ser creativos y flexibles. Pero ese empeño choca, a menudo, con la falta de recursos: ratios que desbordan, personal de apoyo insuficiente o medios especializados que llegan tarde o nunca. Aun así, los docentes sostienen la convicción de que cada alumno merece la respuesta que necesita, aunque no siempre dispongan de todas las herramientas”.
“La evaluación es otro territorio en el que se libra una batalla silenciosa. Sobre el papel, el modelo competencial propuesto por la normativa abre caminos interesantes: permite valorar no solo lo que el estudiante sabe, sino lo que sabe hacer con ello. Sin embargo, en la práctica se entrecruzan demasiados obstáculos: indicadores interminables, temarios que apremian y ratios elevadas. Así, lo que debería ser un proceso profundo y formativo corre el riesgo de diluirse en una sucesión de registros más que en un verdadero acompañamiento del aprendizaje”.
Pablo Ortega: “La creatividad se ve condicionada por la obligación de encajar cada detalle en un marco normativo complejo”.
“Tampoco es menor el peso de la burocracia. Preparar una situación de aprendizaje puede empezar como una idea motivadora y cercana a la realidad del alumnado. Pero, tras las bambalinas, se convierte en un entramado de papeles, justificaciones y estructuras curriculares que consumen un tiempo precioso. La creatividad se ve condicionada por la obligación de encajar cada detalle en un marco normativo complejo, lo que obliga a preguntarse si la Administración acompaña realmente la innovación o si, por el contrario, la frena con exceso de formalismo”.
“Y en Bachillerato, la tensión se hace aún más evidente. Aunque no debería ser su único horizonte, las pruebas de acceso a la universidad marcan el pulso de la etapa. Los docentes saben que deben preparar al alumnado para superarlas, aun cuando la filosofía de la LOMLOE defienda un enfoque más competencial y formativo. Esta contradicción genera una sensación de desajuste: enseñar con la vista puesta en el futuro del alumno, pero con un ojo siempre fijo en un examen basado en contenidos que no termina de adaptarse al espíritu de la reforma”.
Las pruebas de acceso a la universidad marcan el pulso del Bachillerato.
“En definitiva, enseñar en Secundaria hoy es caminar sobre la cuerda floja: entre la inclusión y la falta de recursos, entre la evaluación formativa y los tiempos ajustados, entre la innovación metodológica y la burocracia normativa, entre la pedagogía competencial y la rigidez de las pruebas de acceso. Y, sin embargo, en esa tensión late también la oportunidad: la de repensar el sistema, simplificar lo accesorio y reforzar lo esencial. Dotar al profesorado de condiciones adecuadas no solo aliviaría sus cargas, sino que permitiría que los principios de nuestra legislación educativa dejaran de ser un ideal escrito para convertirse en una práctica viva y transformadora”.
Óscar Boluda, profesor de Formación Profesional
“Con la implantación del nuevo sistema de Formación Profesional, el profesorado de FP tiene muchos retos por delante. Si seguimos la esencia de la nueva normativa, debiéramos encaminar nuestra docencia hacia una enseñanza todavía más cercana al mundo profesional y donde el trabajo colaborativo sea una pauta habitual de nuestra labor en las aulas y talleres”.
Óscar Boluda: “Deberíamos encaminar nuestra docencia hacia una enseñanza todavía más cercana al mundo profesional”.
“Además, precisamos recursos materiales y personales suficientes para abordar la actualización de los módulos que impartimos. Es imprescindible tanto una formación didáctica y metodológica renovada como un acercamiento a las oportunidades que la digitalización ofrece en cada sector profesional. A nivel humano también son necesarios medios para ofrecer una formación más inclusiva con la atención que merecen aquellos jóvenes con dificultades”.
“En definitiva, los docentes de FP, tenemos por un lado los desafíos profesionales de un mundo cambiante (sostenibilidad, digitalización, diversidad…); y, por otro lado, la responsabilidad de seguir educando para formar individuos que, además de útiles, sean personas comprometidas, solidarias y con una responsabilidad social”.
Con la implantación del nuevo sistema de FP, la docencia se encamina hacia una enseñanza todavía más cercana al mundo profesional.
Paula Marcelo, profesora de Educación Superior
“La Educación Superior encara actualmente transformaciones que exigen al profesorado y a los responsables institucionales replantear de manera conjunta la enseñanza, la evaluación y la formación docente. La irrupción de la inteligencia artificial exige superar un modelo académico centrado únicamente en lo que el estudiante es capaz de aprender, para avanzar hacia una evaluación integral de lo que es capaz de hacer, tanto con el apoyo de estas tecnologías como sin él”.
“Esto implica diseñar procesos formativos que valoren competencias esenciales como la creatividad, el pensamiento ético, la resolución de problemas complejos y, de manera destacada, las habilidades argumentativas, entendidas como la capacidad de explicar, justificar y defender con coherencia y sentido crítico los aprendizajes obtenidos mediante el uso de la inteligencia artificial”.
Paula Marcelo: “La irrupción de lainteligencia artificial exige superar un modelo académico centrado únicamente en lo que el estudiante es capaz de aprender”.
“En este contexto, resulta igualmente imprescindible garantizar una formación continua y de calidad para el profesorado universitario, orientada no sólo a la adquisición de competencias técnicas, sino también al rediseño pedagógico que permita integrar de forma fundamentada estas herramientas en la práctica docente”.
“Solo así será posible generar experiencias de aprendizaje más ricas, significativas y alineadas con las exigencias de la sociedad contemporánea, respondiendo a la transformación tecnológica y social con propuestas innovadoras, sostenibles y de verdadero impacto”.
Algunos apuntes finales
A pesar de las diferencias y de las características intrínsecas de cada etapa, sin duda se puede sentir un latir común, algunas demandas compartidas por todas las etapas. Se hace un llamamiento a las Administraciones, en forma de menos burocracia y de más recursos materiales y humanos, para poder poner el foco en lo que en realidad importa a todas las personas consultadas: su alumnado.
Aspectos fundamentales recientemente modificados, como el nuevo sistema de Formación Profesional o la evaluación competencial, también resultan básicos y problemáticos para muchos docentes.
Sin duda alguna, la atención a la diversidad, la atención a todo el alumnado es un motivo de preocupación constante del profesorado, que reclama recursos, como decíamos, pero también formación rigurosa y actualizada para poder estar preparados para unos estudiantes que ya no son iguales que antes. La irrupción de las pantallas y de la inteligencia artificial no solo ha impactado en las aulas, sino en la sociedad en general. Y eso tiene su reflejo en los centros educativos.
Por todos estos retos a los que se enfrentan nuestros y nuestras docentes a diario, hoy más que nunca, ¡feliz día!
(*) Ingrid Mosquera Gende es profesora titular en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Ha sido reconocida con numerosos galardones, tanto por su proyecto de divulgación de las #CharlasEducativas, como por su labor como docente, destacando el Premio a Mejor Docente de España en la Categoría Universidad en 2024.
- Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades