UNIR Revista
Las Naciones Unidas contempla dentro de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
Esta educación no solo se centra en las necesidades de los niños y personas con discapacidad, sino que busca garantizar el acceso igualitario a todos los niveles de enseñanza a personas vulnerables, pueblos indígenas o menores en situación de vulnerabilidad y ofrecerles entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces.
La formación en educación inclusiva puede aplicarse tanto en el aula, como en diferentes espacios de la sociedad civil, abriendo un amplio abanico de oportunidades laborales a aquellos que apuesten por ella. Hablamos de sus salidas profesionales con Elías Manuel Said, director del Máster en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR y con tres de sus egresadas.
Una oportunidad laboral
“Nunca había tomado como una oportunidad la educación inclusiva”, explica Joselyn Bayas, gerente de CLASS (Clever Learning After School Sessions) y locutora de radio de un programa diario sobre inclusividad, a quien el máster le ha “abierto unas puertas maravillosas”. Joselyn descubrió este término en 2013 cuando realizó un intercambio en España desde su Ecuador natal y está “tan emocionada con esta carrera y la inclusión” que se está planteando hacer un doctorado en este campo.
Para Diana Velasquez Vega, rectora del Gimnasio Superior Empresarial Bilingüe en Bucaramanga (Colombia), esta maestría le ha ayudado “muchísimo” para proveer a su equipo, tanto de educación formal como no formal, de conocimientos inclusivos: “si ellos no se capacitan, nada funciona”, subraya. Esta labor es especialmente relevante para identificar los requerimientos educativos de sus estudiantes migrantes e indígenas y hacer ajustes en los proyectos educativos en función de sus necesidades.
En el caso de Katiuska Macías, docente de la unidad educativa Vicente Rocafuerte en Ecuador, este postgrado le ayudó a abrir el panorama y pensar en la inclusividad desde diferentes realidades educativas, más allá de la de los alumnos con discapacidades. “El máster te da una visión muy amplia de la inclusión educativa y la diversidad, de cómo respetar y responder a esa diversidad dentro de un contexto educativo”, destaca esta profesional.
Como relató durante la openclass, el Máster en Educación Inclusiva e Intercultural “aportó muchísimo a mi carrera profesional y a mi carrera como docente y sobre todo me ayudó, como dijo un maestro, a ponerme las gafas inclusivas. A entender realmente esa necesidad que tiene cada estudiante, y no solamente a entender, sino a responder a ella con los recursos y la metodología adecuada, respetando la diversidad y sentir de cada alumno”.
Unas palabras a las que se unión Joselyn, quien defendió que aún queda “muchísimo camino desde la inclusión y desde el aprendizaje de convivencia. Tenemos que encontrar que toda la diversidad que existe en el mundo es un tipo de oportunidad constante”, remarcó esta emprendedora, a quien esta titulación le abrió las puertas de la radio, donde ha podido entrevistar “a muchísimos valientes”. Un espacio en las ondas “que hizo que un espectro mucho más amplio de la audiencia haya podido incursionar y aprender a trabajar desde la diversidad”.
Más allá de la Educación Especial
En palabras de Elías Manuel Said, director del Máster en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR, cuando hablamos de esta educación “imaginamos un colegio, pero los espacios de la sociedad civil son también vitales para poder nutrir la tolerancia y todos los valores asociados los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas”.
Una meta compartida por la Unión Europea, para quien “la lucha por una visión de la educación y la formación de mayor calidad e inclusiva no se limita en absoluto al contexto de COVID-19”, sino que es uno de los ejes del Espacio Europeo de la Educación y del Plan de Acción de Educación Digital del conteniente.
Como destaca la rectora colombiana Diana Velasquez, esta formación le ha ayudado a fomentar la inclusión, “no solamente de personas con diversidad de género, sino también de otras culturas y etnias”. En este contexto, ha colaborado con universidades del país para apoyar a estudiantes de Educación media (11º grado) con necesidades especiales y lograr su ingreso en carreras tecnológicas, a través de tutorías y asesorías, tanto con esos alumnos como son sus futuros profesores universitarios.
Para la docente ecuatoriana Kathiusca Macías, “la educación tiene que ir de la mano con la palabra inclusiva. Es un derecho que le corresponde a todos los seres humanos”. En este sentido, el postgrado de UNIR le ha brindado los recursos para presentar propuestas innovadoras en el aula y “para asesorar a otros docentes a ver la educación con otros ojos y defender que la educación debe y tiene que ser inclusiva”.
En el caso de la gerente de CLASS, Joselyn Bayas, esta formación le ha ayudado a ver que “la docencia no solo está centrada en la educación, sino en ver la diversidad y en el enfoque de oportunidades que tenemos dentro de cada familia”. En esta línea, invitó a los oyentes de la openclass a “plantar su semilla” y descubrir nuevas oportunidades en el camino de la inclusión.
“No es solo un aprendizaje formal, sino para la vida, en términos muy amplios”. Así definió el director del Máster en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR, este postgrado con más de 600 alumnos y cinco ediciones a sus espaldas, que además suma puntos en las oposiciones para maestro. Una oportunidad para aquellos docentes que quieran apostar la atención a la diversidad, la participación y el aprendizaje cooperativo tanto en ámbitos educativos formales, como en programas de educación no formal (consultoras, fundaciones, ONG…).
