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¿Qué sucede en la mente cuando la realidad y la propia identidad no van de la mano? Lo descubrimos en este artículo sobre la desconexión entre la propia identidad y determinadas emociones.
Se denomina trastorno disociativo a varios tipos de trastornos psicológicos que tienen en común la desconexión entre la identidad del paciente y algún elemento concreto de su vida. En general, esta desconexión suele aparecer entre la propia identidad y determinados pensamientos, recuerdos, acciones, entornos o espacios físicos.
Las causas del trastorno disociativo pueden ser difíciles de determinar. No obstante, en la mayoría de los casos, suele aparecer como respuesta o consecuencia a un trauma grave en el paciente. En ese sentido, haber crecido en un entorno peligroso o haber sufrido maltrato físico o emocional, abusos sexuales o estrés por una guerra o a causa de desastres naturales son elementos habituales que pueden desencadenar la aparición de distintos tipos de trastornos disociativos.
Síntomas del trastorno disociativo
Los síntomas del trastorno disociativo pueden variar según el tipo de trastorno que el paciente experimenta. Sin embargo, los síntomas más habituales son los siguientes:
- Pérdida de algunos recuerdos: puede ser de determinados períodos, acontecimientos, personas o lugares.
- Distorsión de la percepción de la realidad: sobre todo, respecto a personas o elementos del entorno.
- Desconexión entre la propia identidad y determinadas emociones.
- Confusión de la propia identidad.
- Estrés y ansiedad.
- Dificultades para relacionarse con otras personas.
- Dificultad incapacitante a la hora de gestionar situaciones de estrés o ansiedad.
- Pensamientos y comportamientos suicidas.
Tipos de trastorno disociativo
Existen tres tipos de trastornos disociativos:
- Trastorno de identidad disociativo: antes denominado trastorno de la personalidad múltiple. El paciente experimenta la existencia de diversas identidades que conviven en su propia persona. Es habitual que, además del trastorno de identidad disociativo, también experimenten trastorno de amnesia disociativa.
- Trastorno de amnesia disociativa: se presenta con la característica principal de la pérdida de la memoria, que puede manifestarse de distintas formas. Esta última puede afectar a períodos de tiempo concretos, eventos o acontecimientos determinados (generalmente traumáticos), personas, lugares o cosas. Estas pérdidas de la memoria varían en duración de un paciente a otro, es decir, que pueden manifestarse durante períodos cortos, como de horas o días, o durante períodos largos, como semanas, meses o incluso años.
- Trastorno de despersonalización-desrealización: el paciente experimenta la desconexión entre su propia persona y la realidad. De este modo, percibe la realidad (incluidas las acciones que él mismo realiza) como si estuviera observándola desde la distancia. Así pues, no se identifica con la persona que realiza las acciones ni con la experiencia derivada de vivir esa realidad.
Diagnóstico de la enfermedad
El diagnóstico del trastorno disociativo se debe llevar a cabo por un profesional debidamente cualificado. En primer lugar, el especialista realiza una evaluación general del paciente para descartar otras posibles enfermedades o problemas que pudieran producir los síntomas descritos por el paciente en cuestión (por ejemplo, para descartar lesiones o enfermedades cerebrales).
Luego, el especialista realiza un examen psiquiátrico al paciente para estudiar su salud mental. Se tiene también en cuenta si existen otros familiares del paciente diagnosticados con trastornos similares.
Pronóstico y tratamiento de la enfermedad
Los trastornos disociativos son enfermedades graves, ya que, en ocasiones, pueden llegar a poner en serio peligro la integridad física del propio paciente. En consecuencia, se trata de un problema que requiere ser tratado por un profesional de la salud que sepa identificar las necesidades concretas de cada paciente para, de este modo, poder adaptar el tratamiento de la forma más adecuada en cada caso.
En ese sentido, el tratamiento habitual del trastorno disociativo es la psicoterapia basada en la conversación. En algunos casos, juntamente con la psicoterapia, se puede recomendar el uso de tratamiento farmacológico para tratar otros problemas asociados con el trastorno disociativo, tales como la ansiedad o la depresión.
Aunque no existe un consenso al respecto, se calcula que al menos el 1,5 % de la población sufre o sufrirá algún tipo de trastorno disociativo a lo largo de su vida. Debido a la gravedad del problema y a la necesidad de abordarlo desde una perspectiva clínica, pero también humana, es necesario que los profesionales que tratan a estos pacientes cuenten con una formación de excelencia y con las herramientas necesarias para obtener los mejores resultados en la aplicación del tratamiento.
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