Alejandra Polo Fernández
Cada vez más personas logran estabilizar su vida emocional gracias a la investigación y la especialización terapéutica respecto a una alteración psicológica que, según algunos estudios, afecta a cerca del 2% de la población.

El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una alteración psicológica severa que afecta tanto a la identidad personal como a las relaciones interpersonales. Este diagnóstico, incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se caracteriza por una marcada inestabilidad emocional, una autoimagen alterada, impulsividad y relaciones interpersonales caóticas. Las personas con TLP suelen vivir sus emociones con una intensidad desbordante y enfrentan grandes dificultades para regularlas.
El TLP no es simplemente “ser muy emocional”, como a veces se trivializa. Se trata de un trastorno profundamente incapacitante que interfiere con el desarrollo personal, académico, laboral y afectivo. Según datos del National Institute of Mental Health (NIMH), afecta aproximadamente al 1,4% de la población general, aunque otros estudios elevan la prevalencia hasta un 5,9% (American Psychiatric Association, 2013). A menudo es malinterpretado y subdiagnosticado, especialmente en mujeres, con quienes se asocia de forma más frecuente.
Síntomas y manifestaciones del TLP
El TLP presenta un conjunto de síntomas que afectan a múltiples áreas del funcionamiento psicológico:
- Labilidad emocional: cambios drásticos de humor, pasando en minutos de la tristeza a la ira o euforia.
- Impulsividad: en áreas potencialmente dañinas como las compras, la sexualidad, el consumo de sustancias o la conducción temeraria.
- Relaciones interpersonales inestables: se alterna entre la idealización y la devaluación de las personas cercanas.
- Miedo intenso al abandono, real o imaginado.
- Sensación crónica de vacío.
- Autolesiones o conductas suicidas recurrentes, utilizadas como forma de gestionar el dolor emocional.
Es importante señalar que “estas personas no tienen una ‘mala personalidad’, sino un sufrimiento interno inmenso que no han aprendido a regular”. Tal y como aparece en el artículo de nuestro blog en la web del centro, es esencial mirar más allá de las conductas para comprender la angustia que se esconde detrás.
Relaciones afectivas marcadas por la intensidad
Uno de los aspectos más dolorosos del TLP es la dificultad para establecer relaciones sanas. La intensidad emocional con la que viven sus vínculos provoca constantes rupturas y reconciliaciones. El miedo al abandono puede llevar a reacciones desproporcionadas ante cualquier signo de distancia o rechazo.
La oscilación entre la dependencia y el rechazo genera vínculos inestables, donde las personas con TLP suelen sentirse incomprendidas o rechazadas. Estas dificultades relacionales son muchas veces malinterpretadas como “manipulación”, cuando en realidad reflejan estrategias de supervivencia emocional.
Las personas con TLP suelen vivir sus emociones con una intensidad desbordante y enfrentan grandes dificultades para regularlas.
Como explica Linehan (1993), creadora de la terapia dialéctico-conductual (DBT), “el TLP puede entenderse como una combinación de vulnerabilidad emocional con un entorno invalidante”. Esta frase ilustra cómo el entorno familiar y social tiene un papel clave en la expresión del trastorno.
Tratamiento psicológico del TLP
Afortunadamente, hoy sabemos que el TLP tiene tratamiento. Requiere un enfoque especializado y a largo plazo, con profesionales formados en terapias basadas en la evidencia. Entre los abordajes más eficaces destacan:
- Terapia Dialéctico-Conductual (DBT): diseñada específicamente para el TLP, ayuda a regular emociones, reducir conductas autolesivas y mejorar habilidades sociales.
- Terapia basada en la mentalización (MBT): mejora la capacidad para comprender y reflexionar sobre los estados mentales propios y ajenos.
- Terapia centrada en esquemas: trabaja los patrones profundos de pensamiento y conducta que se han desarrollado desde la infancia.
El tratamiento puede incluir también medicación para síntomas concretos (como ansiedad o depresión), aunque no existe un fármaco específico para el TLP.
Desde Psicomentale, el enfoque es integral: “trabajamos también con las familias para reducir el estigma, enseñar habilidades de acompañamiento y crear redes de apoyo más estables”. Este tipo de acompañamiento no solo reduce las recaídas, sino que mejora la adherencia terapéutica.
¿Por qué es tan importante el diagnóstico temprano?
El diagnóstico temprano puede marcar una gran diferencia en la evolución del TLP. Cuanto antes se detecten los síntomas y se comience una intervención, mayor es la probabilidad de mejorar la calidad de vida y reducir la sintomatología. No se trata de “etiquetar”, sino de ofrecer herramientas útiles para entender el sufrimiento y abordarlo de manera eficaz.
La adolescencia es una etapa clave, ya que muchas manifestaciones del TLP aparecen antes de los 18 años. Por eso, contar con profesionales especializados en población infanto-juvenil, como es el caso del equipo de Psicomentale, es fundamental para una atención adaptada a cada etapa del desarrollo.
Investigación y especialización
El trastorno límite de la personalidad sigue siendo una de las condiciones más incomprendidas dentro de la salud mental. Sin embargo, gracias a la investigación y al desarrollo de enfoques terapéuticos especializados, cada vez son más las personas que logran estabilizar su vida emocional y relacional. La clave está en el acompañamiento, el respeto y una mirada libre de prejuicios.
Como sociedad, es nuestra responsabilidad comprender mejor esta realidad para reducir el estigma, facilitar el acceso a tratamientos y, sobre todo, devolver la esperanza a quienes luchan a diario con este trastorno.
(*) Alejandra Polo Fernández es psicóloga general sanitaria y cofundadora de Psicomentale, un Centro de Salud Integral con atención presencial y online en Salamanca. Especialista en psicología infanto-juvenil, discapacidad intelectual, trastorno mental grave y psicología deportiva, combina su experiencia clínica con la divulgación para acercar la salud mental a la población desde un enfoque riguroso, empático y humano.
- Facultad de Ciencias de la Salud