UNIR Revista
Los avances tecnológicos de los últimos años están provocando el surgimiento de nuevas profesiones, la desaparición progresiva de otras, además de grandes desafíos en el ámbito de la seguridad y la privacidad.

La incorporación de la IA o inteligencia artificial en el trabajo es ya una realidad. Hay sectores, como la banca o el retail, donde esta tecnología se emplea desde hace años, optimizando procesos y ganando en eficiencia. Esto implica la desaparición (o adaptación) de determinadas profesiones, pero también el surgimiento de otras nuevas.
Este nuevo ecosistema requiere de una formación especializada, como el Máster en Inteligencia Artificial online de UNIR, en el que se estudian las cinco ramas diferentes existentes en el universo de la IA. Y es que, aunque a nivel coloquial este concepto se aplica de manera generalizada, lo cierto es que hay diferentes tipologías en función a la aplicación que se quiera realizar de ella.
¿Cómo afecta la inteligencia artificial al empleo?
¿Son necesarios tantos empleados? ¿Están cubiertas todas las necesidades? ¿Se deberían reforzar los niveles de seguridad? Las anteriores son solo algunas de las preguntas a las que están teniendo que hacer frente los directivos de muchas compañías. La razón es que la utilización de esta tecnología, a través de las diferentes herramientas que se han desarrollado a partir de ella, está llevando a los empresarios a tener que replantearse la infraestructura de sus organizaciones.
Cuando se estudian las necesidades que está generando la implantación de la inteligencia artificial en las empresas se observa que el mayor reto está siendo entender cómo sacar el máximo partido al potencial que ofrece esta tecnología y su incorporación en los diferentes sectores del mercado.
Ventajas de aplicar la IA en el entorno laboral
Entre las ventajas de aplicar la inteligencia artificial en el entorno laboral, señalar:
- Automatización de tareas: lo cual implica ser más rápido y eficiente.
- Análisis de datos: la IA facilita el análisis de grandes volúmenes de información, lo que contribuye a detectar la que es más relevante para cada empresa.
- Reducción de tiempos y costes: una cuestión relacionada con los dos puntos anteriores.
- Mayor personalización: un conocimiento más detallado de los clientes mejora la experiencia de usuario.
- Más innovación y creatividad: liberar a los trabajadores de tareas repetitivas posibilita que se centren en otras más creativas y el desarrollo de nuevas ideas.
Sectores que hacen uso de la inteligencia artificial
El uso de la IA es ya una realidad en muchos sectores, como por ejemplo:
- Marketing. La inteligencia artificial aplicada al marketing permite segmentar y analizar la audiencia, ofrecer una experiencia más personalizada, prever las necesidades de los usuarios y, por lo tanto, crear campañas más eficientes. Además, puede emplearse para crear contenido y hacer un análisis de datos en tiempo real.
- Banca. La IA posibilita ofrecer una mejor experiencia a los clientes a través, por ejemplo, de aplicaciones que avisan de pagos pendientes, informan de productos de inversión adaptados a la situación financiera de cada usuario o chatbots disponibles las 24 horas del día. El sector bancario también emplea la inteligencia artificial para mejorar su seguridad y evitar los fraudes (como la autenticación biométrica) o analizar el riesgo financiero.
- Retail. El retail es otro de los sectores en los que la IA lleva implantada desde hace años. La gestión de inventarios, conocer cuáles son los productos con más demanda, los que más se devuelven o las épocas del año en las que se más se vende son algunas de las cuestiones que aporta la inteligencia artificial al retail. A ello hay que sumarle un mejor conocimiento de los clientes, lo que redunda en una mayor personalización.
A estos sectores se unen otros en los que actualmente se trabaja por encontrar la mejor forma de incorporar este avance tecnológico:
- Justicia. En la aplicación de la inteligencia artificial en el Derecho el desafío está en determinar hasta qué punto un algoritmo puede estudiar las pruebas y argumentos de las partes para resolver un caso. O si, de ser posible, es legal que una tecnología asuma las competencias propias de profesionales del sistema judicial y hasta qué punto eso podría vulnerar los derechos y las libertades de los ciudadanos.
- Educación. En el caso de la utilización de la inteligencia artificial en la educación, si bien los problemas éticos que plantea no son tan elevados, el desafío se centra en cómo lograr que esta tecnología democratice la formación de los estudiantes. Permitir que pueda llegar a cualquier parte del mundo y además, al hacerlo, buscar que se adapte a las necesidades de cada alumno.
Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en el trabajo
Más allá de la utilización que se está realizando de la inteligencia artificial en cada sector, las aplicaciones más inmediatas en el ámbito laboral están relacionadas con la automatización de algunos procesos productivos, la gestión y el análisis de la información, la predicción de comportamientos sociales o la identificación de riesgos y oportunidades.
Sin embargo, cada nuevo uso que se realiza de esta tecnología obliga a revisar cómo se están gestionando los datos, no solo del área de cyber sino también aquellos vinculados a la prestación del servicio, la producción de un bien, la protección de la privacidad y de las libertades propias de las personas. Así, uno de los grandes desafíos éticos de la IA es la protección de los datos personales para cumplir la normativa vigente (como la GDPR).
Nuevos puestos de trabajo vinculados a la IA
Entre las nuevas profesiones que están surgiendo en la actualidad destaca la de especialista en inteligencia artificial, una figura que ayuda a entender a las empresas cómo incorporar esta tecnología para obtener el máximo beneficio de ella, mejorar sus procesos internos, ofrecer un servicio de mayor calidad, reducir los costes o ser más productivos.
Por otro lado, si la atención se dirige a la especialización dentro de la IA, el cargo de Machine Learning Engineer encuentra una alta demanda laboral. Un profesional que está en auge por ser capaz de entender y comprender adecuadamente el machine learning, el método de aprendizaje que sigue la inteligencia artificial y en el que se basa el funcionamiento de sus algoritmos.
¿Hay puestos de trabajo en peligro por culpa de la IA?
A la hora de analizar la inteligencia artificial y los trabajos en peligro a consecuencia de su implantación en los procesos productivos de las empresas, es importante hacer hincapié en esa idea de que es un avance tecnológico y que, como tal, siempre va a requerir de un profesional humano que lo controle y supervise.
Partiendo de esta premisa sí que los expertos vaticinan que, con gran seguridad, tendrá un impacto en el mercado laboral, especialmente, en puestos vinculados al análisis de grandes magnitudes de datos e información, como los de matemáticos, auditores o analistas financieros, o de periodistas, traductores y administrativos, según el estudio GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential realizado por los creadores de ChatGPT.
Otro informe, el Gen-AI: Artificial Intelligence and the Future of Work del Fondo Monetario Internacional (FMI), recoge que la IA afectará al 40 % del empleo a nivel mundial, con diferencias en función de la economía de cada país
Sin embargo, aunque es cierto que algunas funciones que hasta ahora eran desempeñadas por personas pasarán a estar bajo el control de las máquinas, la realidad es que es un reto al que la humanidad ya se ha enfrentado en el pasado, sin ir más lejos, durante la Revolución Industrial.
Por lo tanto, es esperable que la inteligencia artificial en el trabajo se incorpore como una herramienta más que plantea el desafío a sus directivos de cómo lograr el máximo partido para hacer sus procesos más eficientes manteniendo los mismos niveles de calidad, y seguridad, en la prestación de sus servicios.
Por su parte, va a obligar a un grupo de profesionales a reinventarse ante la desaparición progresiva de ciertos puestos y el surgimiento de una nueva demanda de capacidades laborales que requerirán, por ejemplo, aprender machine learning.