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El vídeo 360 es un formato que muestra imágenes en movimiento desde una panorámica completa, generando una experiencia inmersiva que consigue un mayor impacto en la audiencia.

El vídeo 360 ha revolucionado el mundo de la captación de imágenes, ya que representa una innovadora forma de contar historias gracias a la vista panorámica que ofrece. Diferentes sectores como el turismo o la comunicación se benefician de las ventajas de esta técnica, entre las que destacan una gran inmersión y un mayor impacto en la audiencia.
El dominio de esta herramienta requiere un conocimiento avanzado en el ámbito comunicativo y digital. Formaciones como el Máster en Periodismo Digital online de UNIR aporta los conocimientos necesarios para diseñar y gestionar contenido innovador y creativo, transformando la forma de contar historias.
¿Qué es un vídeo 360?
Un vídeo 360 grados es un formato audiovisual que capta imágenes con una vista panorámica completa, lo que permite explorar cualquier escena desde cualquier ángulo. La vista desde todas las direcciones caracteriza al vídeo 360, aunque hay más aspectos diferenciales:
- Es inmersivo, ya que sumerge a los espectadores y les permite experimentar el espacio digital generado desde todos los puntos.
- Cuenta con alta resolución al utilizar tecnología 4K (3840×2160 píxeles), lo cual garantiza la calidad de la imagen panorámica.
- No permite la interacción directa, es decir, el usuario no puede modificar el entorno grabado, limitándose a explorar todos los ángulos del contenido grabado.
A su vez, existen dos tipos de vídeos 360:
- Monoscópico o 2D. Hace referencia al formato 360 que utiliza imágenes planas sin sensación de profundidad o volumen.
- Estereoscópico o 3D. Es un vídeo inmersivo con el que se genera una experiencia tridimensional dentro del entorno 360 mucho más realista.
Dadas las ventajas que ofrece el vídeo 360, muchas industrias, como el turismo, la comunicación, el cine o el marketing, han incorporado a su estrategia de creación de contenido digital esta herramienta porque aumenta las posibilidades creativas y logra impactar en la audiencia de forma más eficiente.
En el caso de los medios de comunicación, por ejemplo, posibilita un periodismo inmersivo con el que el público percibe de forma más real cómo es el escenario de un conflicto bélico, las consecuencias de un desastre natural o la investidura de un presidente de gobierno.
Diferencias entre vídeos 360 grados, realidad virtual y aumentada
A menudo existe confusión entre los vídeos 360 grados, la realidad virtual y la realidad aumentada. Aunque existan algunas similitudes, son cuestiones diferentes:
- Realidad virtual (RV): ofrece una experiencia inmersiva donde el usuario puede interactuar con un entorno digital, es decir, no real. Para ello, se necesitan unas gafas especiales, algo que no requieren los vídeos 360, compatibles con móviles, tabletas u ordenadores.
- Realidad aumentada (RA): combina el mundo real con el ficticio, posibilitando que ambos se superpongan e interactúen y proporcionando una nueva visión de un espacio. Se requieren dispositivos con aplicaciones específicas.
¿Cómo se hace un vídeo 360?
Hacer un vídeo 360 grados puede resultar complejo; por eso, es recomendable seguir una serie de pasos para conseguir un resultado adecuado y aceptable.
- Lo primero que se debe hacer es proveerse de un equipo adecuado, es decir, de cámaras especiales que cuenten con múltiples lentes con las que captar la vista panorámica. Una vez que se inicia la grabación, es esencial mantener la cámara estable para no afectar a la calidad de la imagen.
- Tras haber captado las imágenes, hay que editar el material y unir las imágenes con un programa especializado, como por ejemplo: Magix video deluxe plus, Adobe Premier Pro o Insta360 STUDIO, entre otros. Con estos softwares también se pueden incluir efectos y otros elementos de edición para mejorar la experiencia visual.
- Finalmente, se debe exportar el vídeo y asegurarse de que es compatible con la plataforma donde se quiera compartir, con smartphones y ordenadores con distinto sistema operativo.
Todo este trabajo dará como resultado un vídeo 360, el cual ofrece una experiencia inmersiva gracias a su visión completa desde cualquier ángulo. A su vez, se erige como una poderosa herramienta para impactar a más usuarios y contar historias de forma innovadora.
¿Para qué sirve un vídeo 360?
Los vídeos 360 se pueden emplear en diferentes ámbitos/sectores; entre ellos destacan:
- Marketing: este tipo de formato permite crear campañas publicitarias más creativas e inmersivas, lo cual repercute en una mayor recepción por parte de la audiencia.
- Turismo: con recorridos virtuales tanto de los destinos como de los establecimientos hoteleros.
- Ocio: en conciertos, eventos deportivos, actos culturales… posibilitando una retransmisión que facilita que los usuarios sientan que están realmente allí.
- Medicina: los vídeos 360 se emplean en simulaciones médicas para la formación de profesionales.
- Vivienda: en este sector se pueden emplear tanto para mostrar los planos de un proyecto y los clientes puedan hacerse una idea más real de cómo será un inmueble antes de su construcción como para realizar recorridos virtuales de viviendas en venta/alquiler.
- Periodismo: para explorar nuevas formas de contar las noticias, trasladando al espectador al lugar de los hechos y permitiendo ir más al detalle.
En definitiva, el vídeo 360 ofrece una experiencia mucho más realista e inmersiva, proporcionando una experiencia única a los espectadores.