El crecimiento de las redes sociales posibilita a las empresas nuevas oportunidades de comunicarse con sus audiencias y promocionar mejor sus productos.

Una de las tendencias más visibles y controvertidas es la irrupción de los llamados influencers y, con ellos, del marketing de influencia. Esta nueva estrategia tiene cada vez más éxito entre marcas y anunciantes, que han descubierto en este nuevo canal un interesante recurso para recuperar en más del 90% de los casos la inversión realizada (Mediakix, 2020). Así las cosas, el estudio InfoAdex 2020 ha desvelado que la inversión publicitaria en marketing de influencia ha crecido un 67,1% en el último año.
Si bien estos influyentes tienen su base de operaciones principalmente en Instagram y Youtube, ahora llega la red social Twitch, que está cambiando la tendencia. Así, al panorama conformado por macroinfluencers, microinfluencers, celebrities, nativos o youtubers, se suman los streamers, que son aquellos influencers que se diferencian por su formato, la retransmisión en directo de vídeos, y que han encontrado en Twitch su mina de oro.
Twitch es la nueva red social propiedad de Amazon para la retransmisión de vídeos en directo y que permite la interactuación con el público en tiempo real. A pesar de que en su comienzo casi todos los streamers pertenecían al sector de los videojuegos, poco a poco, youtubers de todos los sectores están migrando a esta plataforma, que les ofrece mejores beneficios que Youtube. Twitch cuenta con más de 100 millones de usuarios activos al mes y 2,2 millones de streamers mensuales. El 31 de diciembre de 2020 más de 500.000 jóvenes españoles siguieron las uvas de nochevieja por Twitch con picos de audiencia superiores a las uvas de laSexta y Cuatro en 2019. Y no tan jóvenes:
Los influenciadores de Twitch pueden recomendar todo tipo de marcas de manera efectiva y los anunciantes, insertar anuncios en los vídeos sin tener que colaborar con ningún canal en concreto y también crear y emitir contenidos propios. Grandes marcas como Burger King, Netflix, Apple y Nike ya la están usando para sus campañas y también anunciantes más pequeños. Turtle Beach, fabricante de auriculares para videojuegos, suele regalar productos gratis a los streamers siempre que mencionen su marca. Old Spice, aprovechando la interactividad de la red, plantean juegos tales como controlar un pulpo gigante de manera colaborativa con la audiencia. Duracell, por su parte, puso en marcha una campaña de streaming de cinco horas de duración para demostrar la vida de sus baterías.
Mejores beneficios para los streamers y la potencialidad que ofrece la interactividad de la plataforma para las marcas son las claves de esta nueva herramienta de marketing de influencia que apenas acaba de comenzar su andadura.
Os invitamos a consultar dos recursos complementarios:
Cómo montar una campaña de publicidad en Twitch paso a paso
Burger King aprovecha Twitch para una ingeniosa campaña
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