Jorge Arana Varona
Con tres Juegos Olímpicos a sus espaldas, un campeonato del mundo de rollerski y campeón de Europa en maratones, el estudiante del Grado en Educación Primaria de UNIR demuestra que es posible compaginar el alto rendimiento deportivo con una sólida formación académica.

Imanol Rojo (Tolosa, 1990) no solo ha dejado huella en la nieve, sino también en el aula. Con tres participaciones en los Juegos Olímpicos de invierno y a las puertas de su cuarto, decidió apostar por una formación universitaria que le permitiera mirar más allá del deporte.
“Desde el principio era consciente de que el esquí de fondo no es un deporte en el que se gane mucho dinero. Podía vivir de ello, pero no para toda la vida. Tenía que pensar en el futuro”, explica. Por eso, tras completar un grado superior en actividades físicas y deportivas, dio el salto al Grado en Maestro en Educación Primaria en UNIR.
Su elección no fue casual. “Siempre me han gustado mucho los niños y la enseñanza”, afirma. La vocación docente se convirtió en el complemento perfecto a su carrera deportiva, permitiéndole desarrollar habilidades que van más allá del entrenamiento físico. Esta dualidad entre deporte y educación ha sido clave para su crecimiento personal y profesional.
A las puertas de un nuevo sueño olímpico
Participar en tres Juegos Olímpicos de invierno no solo ha sido un logro deportivo para Imanol, sino también una fuente de aprendizaje vital. “Si se quiere, se puede”, afirma con convicción. Detrás de cada cita olímpica hay años de esfuerzo, momentos difíciles y una dedicación absoluta. Para Imanol, cumplir ese sueño de infancia ha sido una recompensa emocional que refuerza su compromiso con el deporte y con los valores que este le ha inculcado.
Ahora, con la mirada puesta en Milano Cortina 2026, el deportista afronta la pretemporada con una energía renovada. “Estos tres últimos años han sido muy complicados, en muchos momentos me he tenido que sacar las castañas del fuego prácticamente yo solo, viajando por el mundo, y no ha sido nada fácil. Sin embargo, también ha sido muy enriquecedor. Estoy en mi mejor momento”, confiesa.
El entrenamiento invisible
Uno de los pilares del éxito de Imanol es el rollerski, una disciplina que simula el esquí de fondo sobre ruedas y que se ha convertido en su principal herramienta de preparación durante los meses sin nieve. “El rollerski es muy similar técnicamente al esquí de fondo, lo que nos permite no perder sensaciones ni técnica cuando no hay nieve”, explica.
Este tipo de entrenamiento le ha permitido mantenerse en forma durante todo el año y alcanzar logros como el título de campeón mundial en 2024, un hito que considera “muy valioso” tras tantos años utilizando esta disciplina como complemento. Además, recuerda con especial cariño su victoria en el Campeonato de Europa de maratones en 2016, celebrado en el Valle de Arán, su lugar de residencia.
La versatilidad del rollerski no solo le ha dado continuidad en su preparación física, sino que también ha reforzado su capacidad de adaptación, una cualidad esencial tanto en el deporte como en la vida académica.
Compaginar estudios y deporte: una carrera de fondo
La vida de un deportista de élite no es fácil, y menos aun cuando se suma el reto de cursar una carrera universitaria. “El mayor reto ha sido gestionar el día a día con el cansancio”, confiesa Imanol. Entrenamientos mañana y tarde, viajes constantes y competiciones internacionales no le impidieron avanzar en sus estudios, aunque reconoce que las prácticas y el trabajo de fin de grado fueron especialmente exigentes.
Sin embargo, la disciplina y la constancia, valores que ha cultivado durante años como fondista, fueron sus mejores aliados. “La planificación diaria ha sido fundamental: organizar los entrenamientos y, al mismo tiempo, dejar un espacio para estudiar”, señala. Esta capacidad de organización le permitió avanzar en ambas facetas, demostrando que con compromiso es posible compaginar dos mundos aparentemente opuestos.
El esquiador olímpico Imanol Rojo lidera el descenso en una carrera internacional.
Además, estudiar le ofreció una vía de escape mental. “Me permitió desconectar un poco del mundo del deporte”, comenta. Aprender cosas nuevas y descubrir otras habilidades le ayudaron a equilibrar su vida y a mantener la motivación en momentos difíciles.
Inspirar desde la experiencia
Con la mirada puesta en el futuro, el estudiante de UNIR tiene claro que quiere aplicar todo lo aprendido en su carrera deportiva y académica en el aula. “Me gustaría transmitir a los alumnos todo lo que he aprendido durante estos años”, afirma. No solo conocimientos académicos, sino también valores como la resiliencia, la disciplina y la experiencia internacional que ha acumulado viajando por el mundo.
Su objetivo es convertirse en un maestro que inspire, que enseñe desde la vivencia y que motive a los niños a perseguir sus sueños. “Compaginar deporte y estudios no es fácil, pero se puede hacer”, asegura. Por eso, su consejo a los jóvenes es claro: “No descuiden los estudios. Los animaría a que elijan una formación que realmente les guste y les apasione”.
Apuesta por el deporte universitario
Según datos del Consejo Superior de Deportes, España dispone de más de 4.500 deportistas de alto nivel. Para atender esta alta demanda educativa, UNIR cuenta con el Programa de Apoyo para Deportistas de Alto Nivel (PADAN).
“Tenemos un compromiso con la calidad de la educación y con brindar el mejor servicio a nuestros estudiantes. En estos momentos somos conscientes de la necesidad de apoyar a estos deportistas a través de la carrera dual», señala Adela López, vicerrectora de Estudiantes. Con esta carrera dual, además de avanzar en el plano deportivo, pueden tener una preparación profesional. Andy pertenece al PADAN, lo que le permite compaginar los estudios con los estrictos calendarios deportivos.
UNIR inauguró el PADAN en octubre de 2024 y cuenta ya con 47 participantes, 23 hombres y 24 mujeres, de quince disciplinas deportivas diferentes. Los atletas de alto rendimiento y de alto nivel “entran automáticamente a nuestro programa. Lo único que necesitan hacer es solicitarlo”, comenta Adela López.
- Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades