Francisco Oleo
La estudiante del Máster del Profesorado de UNIR cuenta por qué se decidió por esta universidad para dar un vuelco a su trayectoria profesional y explica cómo quiere poner en valor su formación en historia, arte y gestión del patrimonio cultural en el aula.

Sonsoles tiene 33 años y siempre le ha apasionado la historia y el arte. Por eso estudió la Licenciatura de Historia, una formación que después completó con un Máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte y otro en Gestión y Evaluación del Patrimonio Cultural. Todo iba enfocado a la museología, pero la vida quiso alejarla del estudio y el análisis del pasado, y llevarla por su vertiente más artística. Lleva varios años trabajando en una empresa como diseñadora gráfica, pero ahora todo parece que empieza a cambiar.
Tiene una niña de 4 años y un niño que cumplirá el primero mientras hace los exámenes del Máster de Profesorado. Fue precisamente durante la baja de maternidad cuando algo hizo clic en su cabeza y se dio cuenta de que se había alejado de aquello que siempre había querido: la historia. Ha sido en la docencia donde ha visto la posibilidad de reencontrarse con ella. No tiene claro si han sido los años o la propia maternidad la que ha despertado su vocación docente, que, según dice, “el máster la está reforzando”.
Pregunta: ¿Por qué cambiaste de rumbo profesional y dejaste de lado los museos?
Respuesta: Fue una mezcla de factores. Por un lado el diseño gráfico y la fotografía, que en un origen era mi campo de trabajo, siempre me han encantado y, aunque no tengo estudios formales, he aprendido bastante de forma autónoma. Tuve la oportunidad de tener un trabajo creativo en un momento en el que acababa de suspender la primera prueba de las oposiciones a conservador de museo y después de haber enviado mi currículum sin éxito a todos los museos de mi ciudad… Así que, aunque era cambiar de rumbo, no me lo pensé.
P: ¿Qué quieres hacer con tu formación en historia, en arte y en gestión, y qué te aporta la experiencia adquirida en el mundo del diseño gráfico? ¿Te planteas emprender a medio plazo?
R: Hasta el momento creo que la mayor aportación es la visión que tengo del mundo, de la vida y de la historia. Por un lado, el haberme formado en distintas ramas me ha hecho tener una visión holística de la historia. Recuerdo hablar con mis antiguos compañeros de la carrera mientras cada uno cursábamos nuestros estudios de posgrado. La mayoría tendía a la especialización, mientras yo fui diversificando mi formación.
Por otro lado, todo este camino que recorrido me ha llevado a reforzar la idea de que de los errores se aprende: de los propios para avanzar en la vida (ya sea a nivel familiar, académico, laboral…), y de los de la historia, para luchar por un futuro mejor. Son precisamente estos dos conceptos los que creo que serán más útiles en mi futuro docente, aunque no puedo olvidarme del diseño gráfico, que sin duda me ayudará a generar material docente que resulte atractivo visualmente.
Hoy por hoy no me planteo la posibilidad de emprender. Ahora mismo mis esfuerzos están centrados al 100% en el máster y, cuando termine, empezaré a prepararme las oposiciones, sobre las que ya me he ido orientando con la realización de distintos trabajos. Aunque sí tengo que reconocer que la asignatura Innovación Docente e Iniciación a la Investigación Educativa de Geografía e Historia me ha hecho plantearme la posibilidad de volver a investigar, algo que no hago desde mi último TFM, hace ya 10 años.
P: ¿Cuál es para ti la vertiente artística del diseño gráfico? ¿Te planteas añadirle la parte digital a tu futura dedicación como docente? ¿Dónde quieres poner el foco a medio plazo?
R: Mi concepto del arte está muy alejado del concepto tradicional, en el que prácticamente solo se incluye escultura, pintura y arquitectura. Hay infinidad de disciplinas que para mí, sin lugar a dudas, son artísticas, como los videojuegos, el cómic el interiorism y, por supuesto, el diseño gráfico.
El diseño gráfico es una disciplina que busca tanto comunicar un mensaje como conseguir un resultado estético. El cartel de ‘El gato negro’ de Steinlen es el mejor ejemplo de ello. Las herramientas digitales han hecho que se pierda la noción de que un cartel o un logo son arte, pero la búsqueda intencional (o no) del equilibrio y la estética para comunicar un mensaje son claves para el arte, en general, y el diseño gráfico, en particular.
“Mi reorientación a la docencia me ha hecho reconectar con la historia, darme cuenta de lo mucho que me apasiona y las ganas que tengo de compartirlo y, por qué no decirlo, de ayudar a que surja algún nuevo historiador vocacional”.
El diseño gráfico siempre formará parte de mi forma de trabajar, incluso antes de manejar herramientas específicas, ya en el instituto maquetaba milimétricamente cada trabajo. Obviamente no es comparable una maquetación en word y sin herramientas especializadas como las que soy capaz de usar ahora, pero no creo que mi futuro profesional a largo plazo esté ahí, aunque tengo que admitir que los mundos de la animación y los videojuegos me atraen mucho, creo que no son para mí.
Mi reorientación a la docencia, que es donde quiero seguir, me ha hecho reconectar con la historia, darme cuenta de lo mucho que me apasiona y las ganas que tengo de compartirlo y, por qué no decirlo, de ayudar a que surja algún nuevo historiador vocacional.
P: ¿Es este realmente el momento de la educación en tu vida, de dar clases, de enseñar y crecer por este camino? ¿Qué planes tienes a corto y medio plazo como docente? ¿Qué te gustaría hacer tras acabar el máster?
R: Sin duda este es el momento. Mientras estudiaba la carrera y alguien me hacía la pregunta: “¿Estudias Historia para ser profe?”, siempre me ponía a la defensiva. Por entonces, el simple hecho de presentar un trabajo ante mis compañeros me hacía sentir superada, ¿cómo iba a enfrentarme a una clase? Con los años, ese miedo a hablar delante de otras personas lo he superado y poco a poco se ha ido reabriendo la posibilidad de orientarme hacia la docencia.
A todo ello se suma la maternidad, creo que ha sido lo que más ha despertado en mí la vocación docente. Mis hijos son aún muy pequeños, nada que ver con la adolescencia, pero día a día les enseñas algo y tienes que adaptarte a ellos, creo que es un buen entrenamiento para lo que me espera.
Tras el máster, una vez que todo esté encaminado, espero seguir formándome o al menos manteniéndome actualizada. Me gustaría volver a investigar y compartir mis experiencias como docente. Creo también que trabajar en un centro educativo me da la oportunidad de aplicar mis conocimientos de gestión cultural y de museología para hacer actividades culturales, haciendo partícipe a toda la comunidad educativa.
Pero para llegar ahí, primero tengo que ejercer. Ahora mismo todo son ideas, que espero cumplir. Por el momento, voy anotando las actividades que podría realizar en las aulas y estoy aumentando una colección que empecé hace tiempo y que creo que me será muy útil para generar material didáctico: cómics de temática histórica y adaptaciones de obras clásicas de la literatura.
P: ¿Por qué elegiste UNIR? ¿Qué destacarías de tu experiencia en esta universidad y del máster?
R: Desde un primer momento me gustó el sistema metodológico del máster, junto a la distribución de las horas de las prácticas y las facilidades para conciliar. Todo eso me hizo decidirme por UNIR. Lo que más destaco es la organización de los trabajos, ya que cada paso que damos nos ayuda para el siguiente: hacemos un primer trabajo, que nos sirve de base para el trabajo transversal (que engloba varias asignaturas) y que, a su vez, podemos usar de inspiración para el TFM. Todo ello nos ayudará en un futuro para la programación didáctica de las oposiciones. Personalmente he aprendido mucho haciéndolos y, a día de hoy, estando en el ecuador del máster, ya tengo claras tres situaciones de aprendizaje que quiero desarrollar en mi futura programación didáctica.
“Desde un primer momento me gustó el sistema metodológico del máster, junto a la distribución de las horas de las prácticas y las facilidades para conciliar”.
Si soy sincera, pese a todo lo que había leído sobre el máster, mis expectativas no eran muy altas. Todos mis conocidos que han hecho un máster de Educación en otras universidades, siempre recalcan que es solo un trámite, así que era eso lo que me esperaba… Clases y trabajos rutinarios solo para conseguir un título que me habilite.
En cambio, me he encontrado en UNIR con un máster que cumple lo que promete. Estoy aprendiendo de una forma activa y se está reforzando en mí la vocación docente. Por mi situación personal me daba miedo no poder con el esfuerzo que implica compaginar los estudios con la familia y el trabajo; sin embargo, aunque el esfuerzo es necesario, es algo que estoy haciendo con gusto y con ganas de aprender cada día un poco más. La facilidad para conciliar es una de las cosas que desde un principio más valoré de UNIR.
Los trabajos en grupo son muy necesarios para el aprendizaje personal y para el desarrollo social.
P: ¿Cómo valoras las clases virtuales, el perfil y la colaboración con tus compañeros y especialmente a tus profesores?
R: Aunque la mayoría de las clases las he tenido que ver en diferido, me han parecido entretenidas y dinámicas, algo que creo que es muy complicado de lograr por parte de los profesores, ya que para ellos, por mucho que esté el chat, no deja de ser hablar a una pantalla.
Las herramientas aplicadas por mis profesores han dado mucho dinamismo, incluso cuando no podía participar activamente por estar viendo la grabación, iba pensando sobre lo que habría contestado yo. Ver las clases en cualquier lugar y en cualquier momento es una maravilla, la verdad.
“Las herramientas aplicadas por mis profesores han dado mucho dinamismo, incluso cuando no podía participar activamente por estar viendo la grabación, iba pensando sobre lo que habría contestado yo. Ver las clases en cualquier lugar y momento es una maravilla, la verdad”.
Considero que todos los profesores están altamente cualificados, me costaría mucho si tuviese que escoger una asignatura o un profesor favorito, ya que están muy igualados. Eso sí, tengo que reconocer que las asignaturas comunes (Sociedad, Familia y Educación y Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad) me han sorprendido gratamente ya que, al tener un alto contenido relacionado con la psicología, son las más alejadas de mi formación previa.
P: Diversidad, inclusión, tecnologías emergentes como la IA, prácticas… Enseñar hoy no es nada fácil, ¿qué herramientas estás aprendiendo o usando en tu nuevo máster que te servirán profesionalmente?
R: En primer lugar, he aprendido a valorar los trabajos en grupo. Como estudiante es algo que nunca me ha gustado, y no entendía el porqué de hacerlos. Sin embargo, ahora he comprendido lo necesarios que son tanto para el aprendizaje como para el desarrollo social. Tanto es así, que los he aplicado en todos los trabajos en los que he planteado alguna actividad.
Puede que a mucha gente le llame la atención, pero una de las herramientas que más me ha sorprendido ha sido Kahoot. Cuando terminé el instituto se estaban implantando de una forma más sistemática las TIC. He vivido la transición entre lo analógico y lo digital y, en lo que al sistema educativo se refiere, será como docente cuándo más dé ese paso a lo digital, que además, me encanta.
“He vivido la transición entre lo analógico y lo digital y, en lo que al sistema educativo se refiere, será como docente cuándo más dé ese paso hacia lo digital, que además, me encanta”.
En mis trabajos también he usado recursos audiovisuales, como películas, y también cómics. Son quizás estos últimos con los que más me ha gustado trabajar. Creo que, bien trabajados, muchos cómics o novelas gráficas pueden acercar la realidad histórica de una forma dinámica, mientras se trabaja también con un recurso propiamente artístico. En este sentido, “Maus”, de Art Spiegelman, ha sido mi mayor inspiración y lo que me he hecho querer enfocarme hacia el uso del cómic como recurso, obviamente sin olvidarme de los miles de recursos que, gracias a las nuevas tecnologías, tenemos al alcance de una forma sencilla.
P: ¿Cuáles son las principales diferencias y particularidades en la metodología de tu máster actual respecto a la formación que has cursado hasta ahora?
R: La principal diferencia con otros másteres es que el que estoy cursando ahora es la primera titulación oficial que hago de forma online. Eso ya condiciona todo lo demás. Para empezar, destaco la flexibilidad que permite. En mis otros estudios, si no podía asistir a una clase, no importa lo justificado que fuera, la única opción que tenía era pedir los apuntes de ese día a los compañeros. Ahora puedo ver las clases cuando mejor me venga siendo una experiencia muy similar a asistir en directo.
El tema de los trabajos es también una gran diferencia, porque en mi formación anterior cada asignatura se enfocaba en sí misma. En UNIR veo una gran interrelación entre todas, pero sobre todo en los trabajos. Veo que todo está orientado a un fin último: el Trabajo de Fin de Máster.
P: La gestión y la difusión del patrimonio cultural tiene mucho que ver con la docencia. ¿Es esa tu verdadera vocación? ¿Es ahí donde quieres crecer como profesional en el futuro?
R: Cuanto más lo pienso, más segura estoy de ello. Mientras cursaba la carrera y los másteres anteriores no me planteaba la docencia como orientación profesional; sin embargo, me imaginaba en el departamento de difusión de un museo, generando material didáctico.
¿Por qué no me había planteado hasta este momento la docencia si estaba enfocada a la didáctica? Ahora lo tengo claro, la diferencia es el público: en un museo, salvo que seas guía, rara vez estás frente al público y realizas la parte más enfocada en el diseño didáctico. Imaginarme día tras día delante de los estudiantes era algo que me aterraba, en cambio ahora la idea de aplicar con el alumnado los materiales y actividades que diseñe, lejos de aterrarme me parece alentador. Aunque me ha costado darme cuenta, creo que todo lo que he vivido hasta ahora me ha traido hasta aquí, y me llevará aún más lejos, a un aula donde pueda compartir con mis alumnos mi pasión por la historia.
- Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades