InternacionalAcceso estudiantes

El efecto Pigmalión en el aula: cómo la mirada del docente transforma al estudiante

En este artículo, el autor explora cómo este fenómeno psicológico actúa en la práctica en el caso de un adolescente con baja motivación, y cómo ciertas actitudes y estrategias docentes pueden revertir situaciones de riesgo educativo.

La forma en que un profesor se relaciona con su clase deja huella.

Creer en el otro lo cambia todo. El efecto Pigmalión —o profecía autocumplida— describe cómo las expectativas que los docentes depositan en sus alumnos pueden influir de forma directa en su rendimiento y desarrollo personal. Este fenómeno, ampliamente investigado desde el clásico estudio de Rosenthal y Jacobson (1968), revela que los alumnos tienden a comportarse según las creencias que los adultos significativos proyectan sobre ellos.

La escuela, como espacio de construcción de identidad, es un campo fértil para que estas expectativas se conviertan en herramientas transformadoras o, por el contrario, en lastres que frenan el crecimiento.

Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas

Dos caras de una misma moneda

El efecto Pigmalión puede manifestarse de forma positiva o negativa. En su versión positiva, cuando el docente cree genuinamente en las capacidades del alumno, este tiende a esforzarse más, mejora su autoestima y rinde mejor. Por el contrario, si el profesor presupone que un alumno es “lento” o “poco apto”, puede transmitirle —a veces de forma sutil— expectativas bajas que terminan por cumplirse. Es decir, el entorno moldea la conducta: los estudiantes acaban comportándose como se espera de ellos.

Esta dinámica se vuelve especialmente potente en la adolescencia, etapa en la que el autoconcepto aún está en construcción y el peso de la mirada ajena cobra un valor estructurante.

La construcción del autoconcepto académico

Las expectativas del profesorado no solo inciden en el rendimiento, sino en la forma en que el estudiante se percibe a sí mismo. Cuando un joven interioriza que es “bueno en matemáticas” o “malo para escribir”, está incorporando, muchas veces sin saberlo, mensajes externos que ha recibido del entorno escolar. Estas creencias limitantes anidarán en su conciencia y será más difícil deconstruirlas.

El caso que exponemos a continuación ilustra cómo un cambio en la mirada del docente puede generar una transformación profunda en el autoconcepto de un alumno aparentemente desmotivado.

Caso práctico: Juan, de la apatía a la excelencia

Juan es un estudiante de 2º de ESO que ha experimentado un fuerte desarraigo tras mudarse de su pueblo a una ciudad más grande para asistir al instituto. Se siente incomprendido, se aísla, y muestra un bajo rendimiento, especialmente en Física y Química. A pesar de tener sensibilidad artística y curiosidad intelectual, se aburre en clase, evita el esfuerzo sostenido y tiene baja autoestima. Su conducta —a veces bromista o evasiva— provoca incluso el rechazo de algunos compañeros.

Un punto de inflexión ocurre cuando su madre conversa con la profesora de Física y Química. A partir de entonces, la docente comienza a interactuar con él de forma distinta: lo alienta, lo llama por su nombre, le hace participar en clase, le ofrece tareas acordes a sus intereses, lo invita al laboratorio y reconoce sus logros con sinceridad. Juan, poco a poco, se implica más, saca notas excelentes y se muestra más motivado.

Este cambio ilustra claramente el efecto Pigmalión positivo: cuando un docente cree en el potencial de un alumno y actúa en consecuencia, puede detonar procesos internos de autoestima, motivación y resiliencia. A veces simplemente es que el alumno salga del anonimato y el docente lo mire con simpatía: se genera una confianza que da alas para conseguir los retos que hasta entonces eran percibidos como demasiado difíciles.

Cómo aplicar el efecto Pigmalión de forma consciente

Los docentes no solo transmiten contenidos, sino también miradas fundantes. La forma en que un profesor se relaciona con su clase —con sus gestos, tono de voz, nivel de exigencia y disposición emocional— deja huella. Estas son algunas estrategias derivadas del caso de Juan y del análisis teórico del efecto Pigmalión:

  • Establecer expectativas altas y realistas, expresadas de forma explícita y constante.
  • Fomentar la motivación intrínseca, conectando los contenidos con intereses personales del alumno.
  • Diseñar actividades diversas, que contemplen distintos estilos de aprendizaje (según la modalidad de aprendizaje y fortalezas del alumno): visual, auditivo, cinestésico, colaborativo.
  • Utilizar el refuerzo positivo, el elogio específico y el agradecimiento, que incrementan el autoconcepto.
  • Establecer vínculos emocionales a través de tutorías personalizadas y seguimiento cercano.
  • Fomentar el sentido de utilidad y pertenencia: dar al alumno un rol activo en el aula (portavoz de grupo, responsable de tareas, expositor).

Educar es un acto de fe

El caso de Juan muestra que la motivación y el rendimiento no son únicamente rasgos internos, sino que se construyen en relación con el entorno. Cuando un docente ve a un alumno no por lo que hoy es, sino por lo que puede llegar a ser, lo impulsa a crecer. Y ese impulso —esa fe en el otro— puede marcar la diferencia entre el fracaso y el florecimiento.

Creer en el alumno, acompañarlo, ofrecerle desafíos ajustados y reconocer su progreso son acciones pequeñas con consecuencias enormes. Porque educar, en última instancia, es mirar con esperanza. Y esa mirada, si es auténtica, transforma.

– Bibliografía:

  • Ausubel, D. P. (1976). Psychology of meaningful verbal learning. Grune & Stratton.
  • Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control. W.H. Freeman.
  • Baños Gil, I. (2010). El efecto Pigmalión en el aula. Innovación y experiencias educativas. Revista digital, 28 mayo 2010.
  • Brophy, J. (1983). Research on the self-fulfilling prophecy and teacher expectations. Journal of Educational Psychology, 75(5), 631–661.
  • Cyrulnik, B. (2002). Los patitos feos: La resiliencia. Barcelona: Gedisa.
  • Gaja Jaumandreu, R. (1996). Bienestar, autoestima y felicidad. Barcelona: Plaza y Janés.
  • Rosenthal, R., & Jacobson, L. (1968). Pygmalion in the classroom: Teacher expectation and pupils’ intellectual development. Holt, Rinehart & Winston.
  • Wigfield, A., & Eccles, J. S. (2000). Expectancy–value theory of achievement motivation. Contemporary Educational Psychology, 25(1), 68–81.

(*) Luciano Pou Sabaté es docente en el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas, especialidad Filosofía. Doctor en teología y humanidades por la Universidad Pontificia de la Santa Croce – Roma.

  • Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades

Suscríbete a nuestra newsletter

Mantente al día en todo lo relativo a Educación

Títulos que te pueden interesar

Noticias relacionadas

Las herramientas digitales educativas contribuyen a entender conceptos, aplicarlos de forma práctica y que las clases sean más dinámicas

20 herramientas digitales educativas para docentes y alumnos

Las herramientas digitales educativas contribuyen a entender conceptos, aplicarlos de forma práctica y que las clases sean más dinámicas. Por eso, todo docente debería dominar las TIC en el aula.

Sonsoles Fernández del Viso: “Me he encontrado con un máster que cumple lo que promete y refuerza en mí la vocación docente”

La estudiante del Máster del Profesorado de UNIR cuenta por qué se decidió por esta universidad para dar un vuelco a su trayectoria profesional y explica cómo quiere poner en valor su formación en historia, arte y gestión del patrimonio cultural en el aula.

Se dispara la demanda de profesores de FP, porque estudiarla ya es una de las mejores opciones para encontrar trabajo

Un tercio de los estudiantes que termina la ESO opta por la FP, un cambio social que ha provocado que la demanda de profesores sea altísima. Una profesión que cambia vidas, porque 6 de cada 10 jóvenes que la terminan encuentran trabajo en seis meses. Descubre esta nueva realidad en Foro UNIR.

Docencia 100% online

Nuestra metodología te permite estudiar sin desplazarte mediante un modelo de aprendizaje personalizado

Clases en directo

Nuestros profesores imparten 4.000 horas de clases online a la semana. Puedes asistir en directo o verlas en otro momento

Mentor - UNIR

En UNIR nunca estarás solo. Un mentor realizará un seguimiento individualizado y te ayudará en todo lo que necesites

La fuerza que necesitas

Graduación España 2024

Graduación España 2024

Acompañamiento personalizado