María José Cutillas Navarro
En un sistema educativo centrado en resultados, es vital rescatar el enfoque emocional y relacional del profesor: su empatía, creatividad y habilidades interpersonales, claves para transformar el aula y el aprendizaje.

En el contexto educativo actual, donde los estándares de aprendizaje, los resultados académicos y el cumplimiento del curriculum tienden a ser el centro de atención, es fundamental volver la mirada hacia la dimensión humana del docente. ¿Qué ocurre en las aulas cuando entran en juego las habilidades interpersonales, la empatía y la creatividad en la labor docente diaria? ¿Cómo influye esta realidad del profesor en el aprendizaje del discente?
El proceso de enseñanza-aprendizaje cobra todo su sentido cuando el profesorado deja de ser un mero transmisor de conocimientos para convertirse en una figura de referencia que acompaña, motiva y transforma. Para ello, es necesario fomentar la apertura del aula a las habilidades interpersonales, la empatía y la creatividad.
Las habilidades interpersonales en la gestión del aula
Las habilidades interpersonales como la comunicación efectiva y afectiva, la escucha activa y la resolución de conflictos son clave en el proceso de acompañamiento. A través de estas cualidades se logra lograr un buen clima en el aula. Cuando un profesor desarrolla estas habilidades:
- Fomenta un entorno seguro y acogedor a nivel emocional
- Facilita el aprendizaje cooperativo y colaborativo del alumnado
- Previene situaciones de conflicto
- Reduce el comportamiento disruptivo y el absentismo escolar
Las habilidades interpersonales son esenciales para que el profesor pueda ejercer sus funciones no sólo con el alumnado, también con el resto del equipo docente y las familias.
La empatía como herramienta para el cambio de mirada
La empatía docente debe ser entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del discente, respetar sus motivaciones y comprender sus emociones. Es una herramienta esencial que:
- Motiva al alumnado al hacerlo sentir parte esencial del proceso educativo
- Permite personalizar la educación, respondiendo a las necesidades individuales
- Crea un entorno escolar más inclusivo y respetuoso
- Contribuye al bienestar emocional del alumnado.
La empatía implica el cambio de mirada por parte del profesorado, el no juzgar y evitar dejarse llevar por los prejuicios. Conlleva humanizar el proceso educativo, conectando con la realidad.
La creatividad como motor para la transformación
La creatividad debe interpretarse como la destreza docente de superarse día a día a través de la búsqueda de nuevas formas de enseñar y de conectar con el alumnado. La creatividad permite:
- Utilizar metodologías activas que fomenten el aprendizaje significativo
- Transformar los recursos existentes para derribar las barreras del aprendizaje
- Involucrar a los estudiantes en su propio proceso formativo
- Inspirar al alumnado en la utilización del pensamiento crítico
La creatividad transforma el aula en un espacio de respeto, libertad y experimentación. En él, el error se integra como parte natural del proceso de aprendizaje.
Las habilidades interpersonales, la empatía y la creatividad aportan de forma notable a mejorar el proceso de enseñanza, permitiendo que el alumno se sienta protagonista de su propio aprendizaje. También repercute en la mejora del bienestar emocional del profesorado. Merece la pena, por tanto, apostar por la dimensión humana del docente.
¿Las habilidades interpersonales docentes se aprenden?
Las habilidades interpersonales docentes deben surgir de la propia reflexión, la experimentación y el trabajo en equipo. Pero también de la necesidad de creer y apostar por una educación integral y personalizada. Por ello, las habilidades interpersonales se aprenden, formando y transformando una manera de vivir y entender la docencia.
El Master Universitario en Formación del Profesorado de UNIR ofrece una formación especializada para adquirir las herramientas y los conocimientos necesarios para desarrollar las habilidades interpersonales del futuro docente. Estos estudios se convierten en un espacio para el análisis y la reflexión sobre el proceso educativo, en el que el papel de las competencias del profesor- saber, saber ser, saber estar, saber hacer qué y saber hacer cómo- son esenciales para lograr la transformación de la educación.
(*) María José Cutillas Navarro. Docente y directora de TFE del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas. Licenciada en Pedagogía y Doctora en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid.
- Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades