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“Los psicólogos nos tenemos que cuidar entre nosotros”, asegura Ana Millán, de Psicólogos Princesa 81

El centro especializado en psicología colaborativa fue uno de los 10 premiados por UNIR en los Reconocimientos a la Excelencia en Bienestar Emocional 2023. La psicóloga Ana Millán destaca la importancia de una visión integradora del paciente y el apoyo entre profesionales.

Ana Millán, socia de Psicólogos Princesa 81 y presidenta de la Asociación P81 Social.

Ana Millán, también directora de prácticas de Psicólogos Princesa 81, repasa durante esta entrevista los orígenes del centro, que son una muestra de la propia evolución de la profesión: unos inicios difíciles afrontados con trabajo duro y un posterior reconocimiento como materia plenamente científica y socialmente necesaria.

Los esfuerzos por innovar en los tratamientos psicológicos, por coordinarse con el ámbito académico para garantizar una fuente de profesionales de éxito, y la concepción casi encomiable de colaboración y sensibilidad entre profesionales, fueron algunos de los motivos por lo que UNIR premió en febrero a Psicólogos Princesa 81 en sus Reconocimientos a la Excelencia en Bienestar Emocional.

Millán reconoció durante la gala de entrega de premios que estudiar psicología responde antes a cuestiones emocionales que racionales y que, en todo caso, siempre resulta gratificante ayudar a jóvenes profesionales de la psicología a acceder a un mercado laboral que los demanda cada vez en mayor medida.

Un cambio radical en el que ha tenido mucho que ver la pandemia de COVID-19. Hasta hace poco, la psicología estaba considerada como una carrera sencilla. Según cuenta Millán, cuando ella misma la inició era poco menos que una titulación comodín, elegida por aquellos que no sabían realmente qué estudiar. Hoy esa concepción ha cambiado totalmente. Millán defiende que la psicología es una profesión muy compleja porque precisamente los seres humanos somos mucho más complicados de lo que aparentamos.

Los estudiantes que ahora quieren ejercer la psicología en el ámbito público deben disponer de un grado en Psicología, un máster en Psicología General Sanitaria o incluso el título de Psicólogo Interno Residente (PIR).

Toda formación es poca”, resume. De hecho, esta tendencia al aprendizaje constante es común entre todos aquellos profesionales que ejercen esta ciencia desde la vocación pura, “que son la mayoría”, matiza rápidamente, y debe prolongarse durante toda la vida laboral.

Millán añade que en Psicólogos Princesa 81 trabajan desde esa vocación pura y dura. “Eso es lo que te mueve. Hablando de bienestar emocional: la emoción es lo que mueve al mundo”, destaca. Un mundo cuyos ciudadanos padecen desde hace años mayores riesgos de sufrir estrés, ansiedad y problemas de diversa índole en su estado de ánimo, especialmente durante y después de la pandemia.

Una visión global

La ansiedad, el estrés y la depresión son, en el fondo, síntomas visibles de un problema aún más grande y de naturaleza biopsicosocial que se ha acentuado desde la irrupción del coronavirus. Psicólogos Princesa 81 ha adoptado en su cartera de servicios este modelo biopsicosocial, una corriente científica basada en un enfoque multidisciplinar.

En función de los distintos casos que aborden en el centro intervienen nutricionistas, psiquiatras y cualquier otro profesional del área de la salud, si es necesario. La idea es tratar a las personas desde una visión integradora. Es vital, por lo tanto, conocer en qué entorno se mueve un paciente y cómo se desenvuelve en él, e incluso qué ocurre en el mundo.

Un psicólogo tiene que saber qué es lo que está pasando en el mundo y en qué ámbitos, tanto micro como macro, está viviendo el paciente. (…) Nosotros defendemos que el psicólogo debe adaptarse al paciente y a sus necesidades, y que no sea el paciente quien se amolde al protocolo del profesional”, afirma Ana Milán.

Historia del centro

Princesa 81 nace como un centro de consulta de psicología colaborativa que echó a andar en 2009, cuando Marta Perandones y Víctor Manuel de la Torre fundaron el proyecto. Pedro Martín – Bajarrón y la propia Ana Millán, junto a otros profesionales, se unieron más tarde para reforzar la clínica.

La premisa esencial de Princesa 81 ha sido desde el principio responder a necesidades concretas. Apreciaron paulatinamente una mayor demanda de atención psicológica e introdujeron los servicios de psicología forense o de prevención, intervención y posvención en conductas suicidas, entre otros.

Y elaboraron, además, un plan de prácticas ante el interés de muchos estudiantes del área de psicología por aplicar sus conocimientos teóricos sobre el terreno, sobre todo del Máster en Psicología General Sanitaria. “El programa tuvo desde el principio una gran acogida”, asegura.

Ana Millán

Ana Millán.

Los cuidados entre cuidadores

A Millán se le nota el orgullo durante la entrevista al recordar cómo el centro aguantó estoicamente aquellos inicios difíciles, cuando la psicología aún no era una profesión sostenible. Los impulsores de lo que hoy es Princesa 81 fueron pioneros en detectar toda esa serie de necesidades sociales, y desde entonces “garantizan a los estudiantes un comienzo laboral sin las estrecheces de la precariedad”.

Los estudiantes pueden así pulir habilidades que les serán fundamentales en su ejercicio profesional. La psicóloga reconoce, de hecho, que es muy difícil enfrentarse a un paciente sin tener una práctica previa supervisada, e incluso sin estar bien cuidado emocionalmente por su centro de trabajo. Este último aspecto, lejos de parecer baladí, es muy importante para Millán. Y lo defiende con argumentos.

“Los psicólogos, como todo el personal sanitario, estamos sometidos a mucha presión. Muchas veces no nos percatamos de ella, y por eso es importante que nos cuidemos también entre nosotros”, sostiene.

La Asociación P81 Social, de la que Millán es presidenta, surge precisamente del necesario apoyo entre compañeros y de la evidencia muchas veces olvidada de que la psicología es una profesión muy solitaria, pese a que los profesionales aprenden poco a poco a gestionar la carga emocional intrínseca a la profesión.

Por proyectos como éste, la clínica especializada en prácticas para futuros profesionales fue galardonada por UNIR en los Reconocimientos a la “Excelencia en Bienestar Emocional y Psicología 2023” del pasado febrero.

Millán se sincera y reconoce que fue un premio inesperado. Se muestra muy agradecida y contenta, pero también subraya que el galardón es de todos, que invita a continuar y que, en última instancia, se une al reconocimiento diario que reciben de sus pacientes en el día a día de la consulta.


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