Isabel Alvarez Castro
Los expertos internacionales analizaron cómo la colaboración científica, médica y empresarial entre la Unión Europea y los países hispanoamericanos puede favorecer la digitalización de la salud. El congreso tuvo lugar en Casa de América.

La sesión, moderada por Daniel Burgos, vicerrector de Proyectos Internacionales de UNIR y rector de la MIU City University Miami (Estados Unidos), abordó en la sesión de qué forma la digitalización sanitaria en Europa está vinculada a Latinoamérica y cómo se está trabajando en áreas como las enfermedades infecciosas y del viajero, la atención psicológica a distancia y la cooperación entre empresas tecnológicas con presencia en LATAM, todo ello sin perder el foco en la atención humana al paciente.
Esta mesa de trabajo se enmarcó en ‘European Digital Health Summit’, el mayor encuentro europeo sobre digitalización de la salud celebrado en noviembre en Madrid y organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), DIGITALEUROPE y RSCN, con el objetivo de analizar los principales retos de la transformación digital en Europa e Hispanoamérica. El evento tuvo lugar en Casa de América.

“La digitalización de la salud nos permite anticiparnos a potenciales problemas de salud pública”
Pablo Barreiro, médico especialista en el Servicio de Medicina Interna y en la Consulta de Enfermedades Infecciosas, Medicina Tropical y del Viajero del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y profesor del Máster en Bioética de UNIR, fue el encargado de la ponencia principal.
Barreiro explicó cómo las herramientas digitales facilitan el seguimiento global de infecciones, la previsión de epidemias y la monitorización de virus con potencial impacto mundial, permitiendo anticiparse y prepararse ante enfermedades emergentes.
“Trabajamos todos los días en la lucha contra las enfermedades infecciosas y, sin duda, las herramientas digitales nos ayudan a llevar a cabo este reto”, afirmó.
Entre los factores que favorecen la aparición de epidemias y nuevas enfermedades, citó la deforestación, el cambio climático, las variaciones demográficas, las conductas de riesgo, el turismo, la inmigración y la propia evolución y resistencia de los microorganismos.
Según el especialista, la medicina digital y las herramientas basadas en inteligencia artificial resultan especialmente útiles en situaciones de emergencia. La capacidad de analizar datos masivos procedentes de múltiples fuentes —información médica en línea, redes sociales, noticias, transporte, salud veterinaria o restos genéticos en aguas residuales— permite detectar emergencias sanitarias, anticipar picos epidémicos y adoptar medidas preventivas.
Consejos al viajero: información accesible, real y actualizada
Otro ámbito en el que la inteligencia artificial está contribuyendo es en la orientación a viajeros, especialmente en zonas tropicales. Barreiro destacó cómo las aplicaciones digitales pueden informar en tiempo real sobre infecciones o brotes, ofreciendo datos actualizados sobre riesgos y medidas preventivas.
Muchas de estas herramientas incluyen además chatbots que permiten realizar consultas sin necesidad de desplazarse.

Digitalización para una asistencia más personalizada
Lejos de alejar la atención médica del paciente, Barreiro subrayó que la IA puede ayudar a personalizar tratamientos, desarrollar nuevos fármacos o resolver problemas de resistencia a medicamentos y mutaciones genéticas de virus. Recordó, no obstante, que su uso debe mantenerse bajo supervisión humana, sin perder la perspectiva ética ni la atención cercana característica de la práctica médica: “La tecnología nunca va a suplantar al médico”.
Ética, humanización y cooperación internacional en la transformación digital de la salud
La mesa reunió a especialistas de diferentes áreas, quienes coincidieron en que la transformación digital debe avanzar sin olvidar la ética, la equidad y el trato humano.
Diego San José Saras, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Ramón y Cajal y profesor del máster en seguridad del paciente de UNIR, destacó que la adopción tecnológica debe tener en cuenta la diversidad de perfiles y contextos culturales, fundamentales para la seguridad del paciente y la coordinación entre instituciones de Europa y Latinoamérica.
En la misma línea, Ana María Núñez Rubines, directora del Máster en Intervención Psicológica en Crisis, Emergencias y Desastres de UNIR, señaló la importancia de adaptar la atención psicológica digital a las particularidades culturales, especialmente en temas sensibles como el suicidio. Reconoció que la digitalización en emergencias puede ser “un arma de doble filo” por la sobreexposición informativa, aunque también mejora la accesibilidad a la atención profesional.

Por su parte, Antonio Cimorra, director de Comisiones de AMETIC, subrayó que la tecnología es imprescindible para responder a las necesidades actuales, aunque su rápida evolución plantea constantes desafíos: “El futuro empieza hoy y no sabemos qué ocurrirá tecnológicamente en dos años”. Para él, la salud digital debe verse como un habilitador, más que como un fin en sí mismo, especialmente en contextos LATAM-EU.
Moderado por Daniel Burgos, el debate insistió en que los profesionales sanitarios necesitan un aprendizaje continuo en un entorno tecnológico en expansión. Barreiro recordó la importancia de mantener una “sensibilidad ética” en el uso de la IA. Los expertos coincidieron en cuatro principios clave para una digitalización responsable:
- Bien común, como guía de las decisiones clínicas y tecnológicas.
- Buenas prácticas, basadas en la evidencia científica.
- Equidad, adaptando las soluciones digitales a distintos grupos y realidades.
- Comunicación y seguimiento, para garantizar que las medidas adoptadas tengan los resultados esperados.
Asimismo, destacaron la necesidad de integrar la salud digital en las políticas públicas para generar sinergias entre profesionales, instituciones y empresas tecnológicas, manteniendo siempre al paciente en el centro.
El futuro de la formación en ciencias de la salud
La formación como motor de la digitalización de la salud fue otro de los ejes del congreso.
El presidente de UNIR, Rafael Puyol, destacó el compromiso de la institución con la formación online en Ciencias de la Salud. Señaló que los entornos digitales permiten combinar la disponibilidad de recursos con la eficiencia de las clases por videoconferencia, metodología que ya ha beneficiado a más de 170.000 estudiantes en más de 700 programas académicos.
Además del grado en Psicología, UNIR desarrolla el primer grado semipresencial en Ciencias de la Actividad Física y Deporte en España, y el grado semipresencial en Nutrición Humana y Dietética, modelos que sirven como referencia para programas híbridos en universidades hermanas, como el grado en Medicina de la Universidad Internaciones en Guatemala, donde la teoría se imparte online y la práctica de forma presencial en hospitales.
Puyol destacó que este enfoque de grado en Medicina semipresencial sigue la línea de instituciones líderes como la Universidad de Edimburgo.

UNIR se ha consolidado como referente en investigación, transferencia y salud digital, gracias a su metodología online y a la colaboración con empresas y entidades de prestigio, como la Universidad de Harvard, la Universidad de Navarra y la red europea Marie Curie CanGoNano.
“La salud digital se ha convertido en el eje central de nuestra herramienta de aprendizaje y en la vía de penetración en el mercado empresarial y en los ecosistemas de atención social y clínica”, concluyó el presidente de UNIR.
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