Jorge García es un veterano del baloncesto. Actualmente juega en el Força Lleida de la liga LEB Oro y desde 2012 estudia Educación Primaria en UNIR.
Jorge García es un veterano del baloncesto con 21 años de vida profesional en este deporte. Actualmente juega en el Força Lleida de la liga LEB Oro, pero no ha querido dejar de lado su formación, y desde 2012 estudia Educación Primaria en UNIR.
Hablamos con él sobre baloncesto y sobre su nueva faceta de estudiante.
¿Cuándo empezaste a jugar al baloncesto?
Comencé a los 12 años en Córdoba, mi ciudad natal, pero pronto me reclutaron en el Real Madrid, donde estuve hasta los 18 años. Todo un sueño para un chaval de mi edad. Después de mi periodo de formación deportiva comenzó la profesional, en la que llevo 21 años.
Y después de todo ese tiempo, ¿por qué empiezas a estudiar un grado?
Desde hace años tenía pensado que debía completar mi formación académica. En 2012 comencé a buscar una universidad que me permitiese estudiar y jugar al baloncesto al mismo tiempo. Encontré a UNIR y no lo dudé. Después de tanto tiempo sin estudiar, tenía ese gusanillo por saber si sería capaz.
Y empezaste el Grado de Educación Primaria.
Elegí Primaria porque me gusta enseñar y formar parte de la educación como estudiantes y personas de los niños. También me dedico a entrenar a chavales, así que tengo la posibilidad de compaginar las dos profesiones que más me gustan.
¿Cómo te ayuda la metodología de UNIR para compaginar baloncesto y estudios?
UNIR se adapta perfectamente a mi caso. Entreno por la mañana, y por la tarde y los fines de semana tengo competición y viajes. Así que UNIR me posibilita organizarme como me venga mejor. Si te organizas bien, tienes tiempo para todo. Y como puedes contactar con la tutora para resolver cualquier duda, hace que todo sea más fácil.
¿Cómo te organizas?
Lo primero que hago es comprobar qué horario tienen las clases, las fechas de entrega de trabajos, leer los temas y subrayarlos para estudiar. Esto lo hago por las mañanas y por las tardes después de entrenar.
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¿Qué es lo más complicado de estudiar y competir?
El cansancio físico y psicológico que tienes en época de exámenes. Por lo demás, me gusta la dinámica de estar con dos cosas, estudiar y baloncesto; me permite evadirme de una a otra cuando estoy un poco agobiado con alguna de ellas.
¿Qué es lo que más te gusta de la Universidad?
Su método que hace que estés constantemente formándote, y la posibilidad de poder profundizar en las cuestiones que más te gustan de las asignaturas con el material que ponen a tu disposición.
¿Y cómo se ha adaptado a tus necesidades?
UNIR me ha dado facilidades desde el principio. Gracias a los avances en tecnología e Internet, he podido estudiar a distancia y online con la tranquilidad de saber que terminaré el grado totalmente formado para desempeñar mi trabajo con total seguridad.
Hablando ahora de tu carrera deportiva, ¿qué es lo más gratificante de tu experiencia en el deporte?
El reconocimiento de la afición cuando consigues algo importante para la ciudad que representas, y la capacidad que se llega a adquirir para no dejar nunca de luchar por lo que quieres.
¿Qué es lo más bonito que te ha pasado como deportista?
Tengo varios momentos. El hecho de haber jugado con los mejores en la ACB; haber conseguido ascender siete veces a la liga ACB, y levantar la copa de campeón de liga LEB Oro siendo capitán. Este hecho tiene especial importancia porque venía de una lesión, y después de meses de recuperación, hice esa temporada. Un gran reto a los 38 años.
Como deportista, ¿qué recomendarías a otros deportistas que quieran estudiar?
Que elijan bien los estudios que quieran cursar: es imprescindible que te guste lo que vas a hacer, porque requiere un gran esfuerzo, y si te gusta, disfrutarás y lo conseguirás. Y tener constancia: no hay secretos, hay que ir creándose una rutina de estudio.
¿Cómo te ayudan los estudios en tu deporte?
Me ayudan a tener una ilusión fuera de las pistas, a tener unos objetivos que cumplir.
¿Qué te está aportando tu experiencia en UNIR?
Me aporta confianza, en saber que lo que me proponga lo puedo lograr. Después de tantos años sin estudiar, era un gran reto y UNIR me ha aportado el respaldo que necesitaba.
