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El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta de forma progresiva a la capacidad cognitiva y funcional de los afectados. Se desconocen sus causas, pero existen factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo o una vida sedentaria.

Cerca de 800.000 personas padecen alzhéimer en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología. No obstante, se estima que entre el 30 y el 40 % de los casos totales aún están sin diagnosticar. Por ello, es importante invertir en investigación y centrarse en el diagnóstico temprano, una de las claves para mejorar la calidad de vida de los pacientes y ralentizar el avance de la enfermedad.
En cuanto a la atención sanitaria de enfermos de alzhéimer, esta se lleva a cabo por profesionales que han adquirido formaciones especializadas como el Máster en Neuropsicología online de UNIR. Un posgrado clave para comprender los diferentes tipos de enfermedades neurodegenerativas, diseñar intervenciones más eficientes y proporcionar apoyo tanto a los pacientes como a sus familiares.
¿Qué es el alzhéimer?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta de forma progresiva a la capacidad cognitiva y funcional de los afectados. Se trata de un tipo de demencia, de hecho, es la causa de demencia más frecuente en el mundo. Por lo tanto, es incorrecto plantear la diferencia entre alzhéimer y demencia.
Este tipo de demencia recibe su nombre en homenaje al médico y neurólogo alemán Alois Alzheimer, que en 1906 la describió por primera vez. Alois estudió minuciosamente el caso de una paciente llamada Auguste Deter, que presentaba problemas de desorientación, cambios de conducta y pérdidas de memoria. Tras fallecer Deter, el doctor analizó su cerebro y detectó las características del alzhéimer: depósito cerebral extracelular de placas amiloide (formadas principalmente por la proteína β-amiloide) y el depósito intraneuronal de proteína tau hiperfosforilada (que forman los ovillos neurofibrilares).
De esta forma, gracias a Alois Alzheimer y sus descubrimientos se sentaron las bases para la investigación y conocimiento de esta enfermedad neurodegenerativa.
Las fases del alzhéimer
El alzhéimer avanza de forma diferente en cada persona, pero destacan principalmente tres etapas:
- En esta fase del alzhéimer aparecen los síntomas iniciales, como la dificultad para realizar tareas complejas o la pérdida de memoria.
- El deterioro cognitivo se hace más evidente y afecta a la conducta y el entendimiento.
- La enfermedad se acentúa y su avance impide que la persona se comunique o realice actividades básicas.
Estas etapas sirven como referencia para comprender la progresión de la enfermedad, aunque los síntomas pueden solaparse y no siempre encajan en una categoría exacta.
¿Cuáles son los síntomas del alzhéimer?
La identificación inicial de esta demencia es un proceso difícil, ya que es una enfermedad que avanza de manera lenta y progresiva. Sin embargo, los primeros síntomas del alzhéimer son:
- Pérdida de memoria frecuente que afecta a la vida diaria, como olvidar citas, información o datos recientes. Está ligada, a su vez, a una pérdida progresiva de la capacidad cognitiva.
- Dificultad para resolver sumas o problemas matemáticos básicos o, por ejemplo, cocinar una receta muy conocida.
- Sentir desorientación, la persona se pierde en lugares familiares o confunde fechas.
- Problemas con el lenguaje y la comunicación, olvidando palabras o usando términos incorrectos.
- Dificultad para reconocer objetos o rostros, ya que está afectada la percepción visual.
- Disminuye la capacidad de juicio y la toma de decisiones. Por ejemplo, desconoce qué tipo de ropa ponerse cuando hace frío o mucho calor.
- Con frecuencia aparecen trastornos del sueño, como insomnio o excesiva somnolencia.
- Pérdida de iniciativa en actividades diarias, dejando de lado aficiones, eventos o compromisos sociales.
- Cambios en el estado de ánimo y en la personalidad. Incluso, el paciente puede manifestar ansiedad, confusión o irritabilidad.
- Colocación de objetos en lugares inusuales, como por ejemplo las zapatillas dentro de la ducha.
- Problemas para seguir conversaciones o tareas, perdiendo el hilo fácilmente.
Hay que tener en cuenta que no todos los síntomas se presentan de forma simultánea ni son exclusivos de esta enfermedad; algunas pérdidas de memoria están asociadas a otras patologías.
De igual forma, frente a la aparición de estos síntomas se recomienda acudir a un especialista y someterse a pruebas que detecten si se padece o no esta enfermedad.
El tratamiento del alzhéimer
En la actualidad, los tratamientos del alzhéimer se centran en aliviar los síntomas y frenar su avance, puesto que aún no existe ninguna cura definitiva para el alzhéimer. En esta línea, se incluyen:
- Terapias anti-amiloide, que eliminan los depósitos de la proteína β-amiloide, responsable de crear placas que interfieren con la comunicación neuronal en el cerebro. Se destaca el potencial de este tratamiento, aunque aún está en fase de investigación.
- Tratamiento farmacológico, mediante el suministro de galantamina, rivastigmina y donepezilo, que bloquean una enzima llamada colinesterasa. Este bloqueo ayuda a aumentar los niveles de acetilcolina en el cerebro, un neurotransmisor crucial para la memoria y el aprendizaje. Se recetan para tratar los síntomas leves a moderados del alzhéimer, mejorando temporalmente la función cognitiva.
Por otro lado, también destacan técnicas efectivas como la musicoterapia y la estimulación cognitiva, las cuales ayudan a mejorar la memoria, la comunicación y reducen la ansiedad. Ambos métodos permiten retrasar el deterioro cognitivo y promueven el bienestar emocional de los pacientes.
Las causas del alzhéimer: ¿cómo prevenirlo?
Las causas del alzhéimer aún se desconocen, pero existen diversos factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo, padecer enfermedades cardiovasculares (diabetes, obesidad o hipertensión) o llevar un estilo de vida sedentario, entre otras.
Un pequeño porcentaje de casos, inferior al 1 %, se debe a causas genéticas identificables, que a su vez suele dar lugar a un inicio precoz de la enfermedad. Así, el alzhéimer parece producirse por una combinación de cambios en el cerebro debidos a la edad junto con factores genéticos, de salud y estilo de vida.
Para prevenir el alzhéimer es fundamental llevar un estilo de vida saludable donde se realice ejercicio de forma regular, se incluya una alimentación equilibrada y una estimulación mental constante.
Además, también se deben evitar factores de riesgo —como el sedentarismo o el tabaquismo—, controlar enfermedades cardiovasculares y fomentar la interacción social con tal de contribuir a fortalecer la salud cerebral.