Jorge Arana Varona
El CEO de España e Italia y vicepresidente de Globant, una de las compañías tecnológicas más innovadoras del mundo, compartió su visión sobre liderazgo, talento y transformación digital en el Foro Visión CEO de UNIR.
En un entorno empresarial marcado por la disrupción tecnológica y la necesidad constante de adaptación, la capacidad de innovar y mantener una cultura emprendedora se ha convertido en un factor clave para el éxito. “Las organizaciones que logran combinar visión estratégica con una gestión centrada en las personas son las que lideran el cambio”.
Así lo expresó Luis Ureta, CEO de España e Italia y vicepresidente de Globant, durante su participación en el foro de UNIR. Ureta compartió la historia de crecimiento de la compañía argentina, que pasó de ser una startup fundada por cuatro amigos a convertirse en un referente global en servicios tecnológicos, con más de 30.000 empleados en más de 30 países.
El directivo fue el protagonista de una nueva sesión del Foro Visión CEO, emitida en streaming por UNIR. Este espacio, impulsado por la Facultad de Empresa y Comunicación, busca acercar a destacados líderes empresariales a los estudiantes del MBA online y a toda la comunidad interesada en el mundo de la dirección y la innovación empresarial.
En el evento también participaron Iñaki Ortega Cachón, director general de la consultora LLYC en Madrid; Jorge Heili, moderador y director del encuentro; Pedro Robledo, director del Máster Universitario en Dirección de Procesos Estratégicos; y Marc Vidal, alumni de UNIR.
Cultura startup en una multinacional tecnológica
“Globant nació con espíritu emprendedor y lo ha mantenido así incluso con más de 30.000 empleados en 30 países”, afirmó Ureta. Desde sus inicios en Argentina, la compañía apostó por una estructura organizativa horizontal y distribuida, que ha permitido conservar la agilidad y la innovación propias de una startup, incluso al convertirse en un gigante global del sector tecnológico.
Uno de los pilares de esta cultura es la autonomía del talento. “Nuestros equipos tienen libertad para elegir en qué proyectos quieren trabajar, estén donde estén”, explicó Ureta. Esta filosofía se apoya en un sistema operativo cultural basado en inteligencia artificial, que conecta a los empleados —los llamados Glovers— con oportunidades alineadas a sus intereses y habilidades, sin importar su ubicación geográfica.
La clave, según Ureta, está en “reinventarse cada 12 o 18 meses”, lo que implica cambios organizativos, entrada en nuevas industrias y una constante evolución del modelo de negocio. Esta mentalidad de beta permanente ha permitido a Globant mantenerse a la vanguardia de la innovación y adaptarse con rapidez a los cambios del mercado.
Visión global desde el primer día
“Nacimos con una visión global desde el día uno”, afirmó el CEO. A diferencia de muchas startups que primero se consolidan en su mercado local, Globant apostó directamente por Estados Unidos, logrando su primer gran contrato con Google en 2003. Esta decisión audaz marcó el rumbo internacional de la empresa desde sus primeros pasos.
Ureta explicó que esta estrategia no fue casual, sino fruto de una mentalidad ambiciosa y de una propuesta de valor clara: conectar el mejor talento de Latinoamérica con los clientes más exigentes del mundo. “Desde el principio ofrecimos a los profesionales la posibilidad de trabajar desde su ciudad, con su familia, para las mejores marcas globales”, señaló.
Tecnología con propósito: una visión humanista
En un contexto donde la inteligencia artificial genera tanto entusiasmo como incertidumbre el invitado defendió una visión profundamente humana de la tecnología. “La IA no debe sustituir al talento, sino potenciarlo. El verdadero riesgo es no adoptarla”, aseguró. Globant lleva más de una década utilizando este avance internamente para escalar, conectar equipos y reforzar su cultura digital.
Ureta subrayó que la tecnología debe estar al servicio de las personas, no al revés. “Hemos lanzado un plan para capacitar en IA a nuestros 30.000 empleados en solo 90 días”, comentó. Esta iniciativa busca democratizar el acceso a herramientas avanzadas y preparar a los equipos para los desafíos del futuro, sin perder de vista el componente humano.
Jorge Heili e Iñaki Ortega escuchan atentamente las palabras del invitado.
La apuesta de la compañía por una “tecnología humanista” se refleja también en su enfoque hacia el cliente. “Estar cerca del cliente es esencial para adaptar la estrategia y capturar oportunidades”, afirmó. Esta cercanía permite a la compañía anticiparse a las disrupciones y diseñar soluciones que combinan innovación tecnológica con impacto real en las personas.
Talento libre y comprometido
Uno de los aspectos más admirados de este modelo es su capacidad para atraer y retener talento en un mercado cada vez más volátil. “Hoy contratas a un joven y a los seis meses se va. Aquí no solo se quedan, sino que aspiran a crecer dentro”, destacó Jorge Heili durante el foro. Ureta explicó que esto se debe a una cultura que empodera a las personas y les permite trazar su propia carrera.
La compañía ha invertido en herramientas que permiten a los empleados elegir sus proyectos, formarse continuamente y sentirse parte de una comunidad global. “Invertimos en IA para entender qué motiva a cada persona y cómo podemos ayudarla a desarrollarse”, explicó Ureta. Esta personalización del desarrollo profesional es una de las claves del compromiso de los Glovers.
Además, Globant promueve una estructura invertida, donde el CEO y los directivos están “abajo” de la pirámide, al servicio de los equipos. “Nuestra obligación es dotar de herramientas y autonomía a las personas”, afirmó Ureta. Esta filosofía ha convertido a la multinacional en una empresa aspiracional, donde el talento no solo se queda, sino que florece.
Las claves del éxito en el alto rendimiento
A lo largo de la charla, Luis Ureta y Pedro Robledo, director del máster de UNIR, compartieron desde sus experiencias valiosos consejos y claves para desarrollar una carrera exitosa en el mundo empresarial. Abordaron diferentes aspectos de la vida empresarial en el alto rendimiento, como los siguientes:
- La curiosidad como motor del liderazgo: “Siempre me ha movido la curiosidad. Estudié economía, pero he trabajado toda mi vida en tecnología. Lo importante es estar abierto a aprender y combinar conocimientos”, explicó Ureta.
- Formación alineada con el mercado laboral: “En UNIR trabajamos para que cada máster sea más profesionalizante. Queremos que nuestros estudiantes adquieran competencias reales que respondan a lo que buscan las empresas”, destacó Robledo.
- El cliente como brújula estratégica: “La única forma de adaptar la estrategia es estar al lado del cliente. Hay que tener una visión general, pero no estar atado a ella”, afirmó el empresario español.
- La experiencia como ventaja competitiva: “Trabajar en consultoría te permite tocar muchas industrias. Es una gran escuela y una oportunidad para reinventar los servicios profesionales”, comentó Ureta.
- La IA como herramienta de decisión, no de sustitución: “La inteligencia artificial debe utilizarse para tomar mejores decisiones, no para reemplazar al ser humano”, señaló el director del Máster en Dirección de Procesos Estratégicos.
De este modo finalizó otra sesión del Foro Visión CEO, una serie de encuentros organizados por UNIR con reconocidos líderes empresariales y estudiantes del MBA online, en una experiencia de enriquecimiento personal y profesional.
- Facultad de Economía y Empresa
