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La forma en la que se integran, relacionan y disponen los elementos dentro del encuadre es determinante en el mensaje y las sensaciones que se transmiten con la imagen.

Las emociones que una imagen provoca en su espectador son la suma de una serie de factores, como la perspectiva con la que se tomó, la iluminación o el color. Pero tan importante como estos condicionantes es la composición fotográfica o la manera en la que están dispuestos los elementos retratados.
Dominar los aspectos técnicos relacionados con la fotografía, desde el manejo de la cámara hasta el revelado de la imagen, es un conocimiento que se adquiere gracias a formaciones como el Grado en Fotografía online de UNIR. Además, la enseñanza global vinculada a cada una de las disciplinas que conforman esta titulación se puede complementar con un posgrado de especialización como el Máster en Fotografía Artística y Documental online.
¿Qué es la composición en la fotografía?
La composición en la fotografía hace referencia a la manera en la que se sitúan los objetos dentro del encuadre o límites de la imagen realizada. La importancia de ese orden escogido radica en que afectará, de manera directa, a las emociones que transmitirá a las personas que se acerquen a contemplarla.
Gracias a la composición será posible dirigir la atención del espectador hacia un punto determinado, ofrecer o no información sobre el lugar en el que se sitúan los protagonistas de la instantánea, jugar con la percepción del movimiento o, incluso, con el tamaño de los elementos.
Reglas de composición fotográfica
Si bien es cierto que no existen unas leyes de la composición fotográfica que sean inamovibles, sí que hay una serie de reglas que han demostrado su eficacia en la obtención de determinados resultados narrativos y estéticos. Las principales son:
La regla de los tercios
Supone dividir el encuadre en una cuadrícula formada por dos líneas verticales y otras dos horizontales. Los cuatro puntos en los que confluyen se supone que son los lugares a los que, normalmente, se dirige la mirada del espectador.
Cuando un fotógrafo incluye o no los elementos dentro del cuadrado generado a través de esos puntos, logra un determinado efecto en aquellos que observen sus imágenes, algo especialmente importante en el caso de la fotografía artística.
Definir las líneas dominantes
Cada vez que se captura un instante, los objetos y personas retratadas, así como el espacio en el que se encuentran, dejan a la vista una serie de líneas que influyen de manera directa en la percepción de la historia contada por el fotógrafo con su trabajo.
En unos casos las líneas son invisibles, es el supuesto del horizonte, en otras están presentes a través de los elementos inertes o la gestualidad y los movimientos de los protagonistas de la imagen.
Convertir la perspectiva en un elemento narrativo
La perspectiva ofrece el punto desde el que se está observando la escena captada. Entre las muchas visiones que se pueden plantear de una misma situación destacan:
- De arriba a abajo.
- De abajo a arriba.
- Perpendicular al suelo.
Con cada una de ellas se obtendrá un efecto óptico determinado.
El equilibrio del color, la iluminación y los elementos
Un aspecto fundamental para entender la composición fotográfica es que todos los objetos que, de alguna manera, aparecen dentro del encuadre de la imagen deben tener una razón de ser. Desde el color hasta su localización, pasando por el número de piezas que interactúan entre sí.
La armonía y proporción ayudarán a que el espectador sea capaz de entender el mensaje que se desea explicar, mientras que el abuso de elementos podría provocar gran confusión en él.
A lo anterior se unen las decisiones vinculadas a la iluminación (artificial o natural). En este sentido, si se elige una fuente de luz solar también se deberá valorar la hora del día en la que se tomarán las imágenes.
El detalle y la atención
La profundidad de campo de una imagen se alcanza a través del juego del enfoque de los objetos y los protagonistas retratados.
Es una manera de dirigir la atención de una persona hacia aspectos concretos, así como de definir el tipo de información que se quiere ofrecer de ellos en el encuadre.
Ejemplos de composición fotográfica
Los ejemplos que se pueden dar de composición fotográfica son tan numerosos que sería imposible recogerlos todos en un solo artículo. Por ello, a continuación tan solo se enumeran dos concretos para ilustrar la explicación ofrecida:
- Composición en fotografía de producto. En fotografía de producto es habitual apostar por un enfoque que se centre en un objeto en concreto, aquel hacia el que se quiere focalizar la atención del consumidor. Para ello, es normal cerrar mucho el plano, de tal forma que el espacio que le rodea se convierta en un pequeño marco del motivo retratado. La intención que se persigue es ganar en detalle y, en consecuencia, en información real para el público objetivo y potencial de esta fotografía publicitaria o comercial.
- Composición en fotografía de moda. En la fotografía de moda la composición dependerá de los objetivos perseguidos por el diseñador con su creación. Ahora bien, los volúmenes, el juego de colores e iluminación, así como la perspectiva desde la que se capture a la modelo tendrán un peso determinante en la forma en la que el fotógrafo acercará la obra artística del diseñador a través de su trabajo.
En definitiva, la composición en la fotografía es la manera en la que el autor de la imagen organiza los elementos para alcanzar una determinada emoción o reacción del espectador. Al final cada imagen cuenta una historia que se sirve de la iluminación, el color, los objetos y su movimiento para crear un lenguaje narrativo que transmitirá un mensaje desde la óptica del autor.