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El descenso generalizado de los precios de bienes y servicios en un país es lo que se conoce como deflación o inflación negativa y, lejos de lo que pueda parecer, tiene consecuencias muy negativas.

Cuando la economía de un país sufre una caída generalizada en los precios de bienes y servicios durante un período de tiempo persistente se habla de deflación. El exceso de oferta es el origen de la deflación, puesto que al existir en el mercado más oferta de la que demanda el consumidor, es preciso bajar los precios.
Profundizar en el análisis de la deflación, así como de otros fenómenos económicos, es una de las cuestiones incluidas en el plan de estudios del Grado en Economía online de UNIR, una formación en la que se combina el estudio de la economía tradicional con la ciencia de datos para ofrecer un enfoque innovador.
¿Qué es la deflación?
Para comprender qué es la deflación resulta imprescindible conocer la inflación, ya que se considera el fenómeno opuesto a esta. De todas maneras, una definición de deflación podría ser: el fenómeno económico caracterizado por la caída generalizada y persistente de los precios de bienes y servicios en una economía.
Así, al contrario de lo que sucede cuando hay inflación, que supone un aumento en el nivel de los precios, la deflación representa una disminución sostenida del índice de precios al consumo (IPC) durante un período prolongado.
Estas son algunas consideraciones a tener en cuenta para comprender la deflación:
- Al igual que sucede con la inflación, se mide a través del IPC, que refleja la variación en el costo de una cesta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares.
- Para poder hablar de deflación, es necesario que la caída de precios se mantenga durante varios trimestres consecutivos. No es suficiente que se produzca una reducción puntual.
- Debe afectar a una amplia gama de productos y servicios, no únicamente a sectores específicos de la economía del país.
Aunque comparte rasgos con la desinflación, no debe confundirse con esta. La deflación supone que existe una tasa de inflación negativa, mientras la desinflación se refiere a una disminución en la tasa de inflación, que sigue siendo positiva.
La deflación y la inflación en el siglo XXI son fenómenos que las economías avanzadas han debido enfrentar en diversos momentos de crisis. De hecho, España experimentó un breve período de deflación en 2020, cuando se registró una inflación acumulada del -0,5 % debido, principalmente, a los efectos causados por la pandemia de COVID-19 en la economía.
¿Qué consecuencias tiene la deflación?
A pesar de que una bajada en los precios de bienes y servicios pueda ser percibida por los ciudadanos como algo positivo, entrar en una espiral deflacionista suele tener efectos muy negativos. Estas son algunas de las principales consecuencias de la deflación:
- Se reduce el consumo y la inversión. Los consumidores posponen sus compras, porque esperan que los precios bajen todavía más, mientras las empresas hacen lo propio con sus inversiones, ante la expectativa de mejores beneficios.
- Se produce un aumento del valor real de la deuda. Ante la disminución de los ingresos nominales, las deudas se vuelven más difíciles de pagar, incrementándose la morosidad y los impagos.
- Los beneficios empresariales disminuyen. Los márgenes de ganancia en las corporaciones se reducen, mientras es preciso hacer frente a los cierres de empresas y al aumento del desempleo.
- Caen los salarios nominales. La caída de los precios también suele afectar a los sueldos.
- Aumenta el ahorro en detrimento de la inversión. La desconfianza en el mercado propicia un mayor nivel de ahorro, ya que no se quiere invertir.
- Se corre el riesgo de entrar en una espiral deflacionaria. En la que los precios caigan continuamente, la producción se reduzca de forma drástica y aumente el desempleo.
Estas son únicamente algunas de las muchas repercusiones que explican por qué es mala la deflación para el sistema económico de una zona. Un ejemplo de deflación y de sus consecuencias fue el que se vivió en Japón en los años 90. Se trató de un largo período de estancamiento económico y deflación conocido como “la década perdida”, del que todavía lucha por recuperarse completamente.
¿Cuáles son las causas de la deflación?
Las causas de la deflación son muy diversas y, además, suelen estar relacionadas entre sí. Estos son algunos de los principales motivos de que se produzca deflación:
- Disminución de la demanda. La caída de demanda provoca una reducción del consumo privado, hace que la inversión empresarial caiga y que disminuya el gasto público.
- Exceso de oferta. Esto implica que se produzca una sobreproducción en sectores clave de la economía, pero también es posible que se den avances tecnológicos con el fin de aumentar la eficiencia y reducir costes.
- Políticas monetarias restrictivas. El Banco Central aumenta los tipos de interés y se produce una reducción de la oferta monetaria.
- Crisis económicas y financieras. La deflación suele llevar aparejada la aparición de recesión económica, que afecta a la confianza del consumidor y a la inversión. También puede llegar a provocar colapsos en los mercados financieros.
- Factores demográficos. Cuando una población está muy envejecida, disminuye la población en edad laboral y el consumo se reduce, lo que favorece la aparición de la deflación.
- Globalización y competencia internacional. El hecho de que exista una exacerbada competencia en los mercados internacionales, contribuye a que se presione a la baja sobre los precios y a la deslocalización de la producción a países con costes laborales más bajos.
- Expectativas deflacionarias. La anticipación de precios más bajos en el futuro, puede llevar a que los consumidores pospongan sus compras.
Es importante considerar que el euríbor, un indicador clave en el mercado hipotecario europeo, puede verse afectado por las presiones deflacionarias, influyendo a su vez en las decisiones de inversión y consumo de los hogares y de las empresas.
Con todo, el crecimiento económico de una nación puede verse seriamente condicionado por causa de la deflación, al conducir a una contracción de la actividad económica y dificultar la recuperación.