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El método Montessori respeta el ritmo natural del niño y promueve su aprendizaje autónomo en un entorno adaptado. Si se respetan sus principios y las etapas de desarrollo, es posible adaptarlo en casa.

En España, los modelos de enseñanza alternativa ganan fuerza, como es el caso del método Montessori. Esta metodología educativa se basa en el respeto a los ritmos individuales de cada niño, fomentando su autonomía y aprendizaje a través de la experimentación. De este modo, el menor se convierte en el centro de su educación mientras que el docente es un observador.
Los profesionales encargados de implementar este y otros métodos educativos están altamente formados y cuentan con titulaciones universitarias como el Grado en Pedagogía y/o el Máster en Educación Personalizada.
¿Qué es el método Montessori?
Esta disciplina pedagógica fue desarrollada en Italia en 1909 por María Montessori (1870-1952): pedagoga y la primera mujer en ejercer la medicina en este país, especializándose en psiquiatría y neurología. Su trabajo con niños con discapacidad, y la observación de los mismos, le permitió crear el método Montessori.
Pero, ¿qué es el método Montessori exactamente? El Instituto Internacional Montessori (IMI, por sus siglas en inglés) lo define como: “La propuesta pedagógica de Maria Montessori, basada en la observación científica de niños y niñas: sus diversas fases de desarrollo a lo largo de la vida, sus potencialidades, sus intereses y sus capacidades”.
Con esta metodología —diferente, por ejemplo, al método Waldorf o a la pedagogía Reggio Emilia—, el estudiante es el verdadero protagonista del proceso educativo. Así, este método apuesta por poner al niño en el centro de su educación/evolución, de modo que el adulto observe y acompañe sin intervenir directamente.
Además, el objetivo de Montessori es fomentar el desarrollo integral del menor, promoviendo su autonomía, curiosidad y aprendizaje activo en un entorno preparado y adaptado que respeta su ritmo individual y estimula su potencial intrínseco.
Principios del método Montessori
El método Montessori se compone de los siguientes principios básicos:
- Mente absorbente. El niño, desde sus primeros años de vida, tiene la capacidad innata de absorber información del entorno sin que haya un esfuerzo consciente.
- Periodos sensitivos. Son fases en las que los menores muestran un interés concreto por ciertos aprendizajes o habilidades. El foco debe estar en estas oportunidades de sensibilidad para introducir conocimientos en el momento exacto en que el niño está más receptivo, facilitando la comprensión, concentración y desarrollo.
- Entorno preparado. El ambiente es fundamental para ofrecer libertad a los estudiantes; por ello, debe estar ordenado, ser estéticamente accesible y atractivo. También es recomendable dividir el espacio por áreas: vida práctica, sensorial, lenguaje, matemáticas y cultura.
- Materiales Montessori. Diseñados para estimular la exploración sensorial, la comprensión de conceptos abstractos y la autocorrección a través de la manipulación.
- Libre elección. Consiste en fomentar el aprendizaje autónomo, con el que el infante elige qué actividad quiere realizar dentro del entorno preparado. Con esta libertad, se desarrolla su independencia y responsabilidad y aprende a tomar decisiones.
- El rol de guía del adulto. El maestro no impone ni dirige, únicamente acompaña, observa y facilita, permitiendo que el niño actúe, elija y piense por sí mismo. De esta forma, se genera confianza y se fortalece su autoestima y disciplina.
- Aprendiendo de y con los pares. El aprendizaje no solo proviene de la relación con el adulto, sino también de los compañeros. Al enseñar a otros, trabajar en equipo y convivir con distintos niveles, se promueve el respeto, la empatía, la responsabilidad social, la cooperación y la tolerancia.
- Normalización. El orden externo del ambiente contribuye a construir el orden interno del menor. A través de la concentración, la repetición y el trabajo significativo, se alcanza un estado de equilibrio donde los escolares se vuelven disciplinados, independientes y socialmente integrados, adquiriendo un estado de normalización.
Etapas del método Montessori
En la educación Montessori se diferencian cuatro etapas o planos del desarrollo, que abarcan desde la infancia hasta la adultez. Cada uno cuenta con características únicas y necesidades específicas:
Primer plano: de 0 a 6 años
Durante los primeros seis años de vida, el niño se encuentra en una etapa de absorción intensa del mundo que lo rodea.
El menor construye su lenguaje, hábitos y personalidad a través de la exploración sensorial y la interacción con un entorno preparado.
Segundo plano: de 6 a 12 años
A partir de los seis años, el estudiante ya no adquiere el conocimiento de forma pasiva, sino que comienza a razonar, a desarrollar su mente razonadora y a preguntarse el porqué de las cosas.
Aquí se despierta el pensamiento lógico y la curiosidad intelectual. El aprendizaje se centra en la comprensión del mundo mediante la imaginación y una visión más general del conocimiento.
Tercer plano: de 12 a 18 años
Se inicia el paso a la adolescencia, donde el desarrollo se traslada hacia el mundo interno del joven, que busca entender su lugar en la sociedad y construir su identidad personal.
Es un período de profundos cambios emocionales, físicos y sociales.
Cuarto plano: de 18 a 24 años
El paso a la vida adulta se caracteriza por la integración de su conocimiento y experiencia para definir su rol en el mundo. Busca especializarse, encontrar un propósito y actuar con autonomía.
Para Montessori cada etapa o plano de desarrollo es fundamental y ninguna de ellas debe forzarse ni saltarse.
¿Cómo funciona el método Montessori?
El método Montessori funciona aplicando sus principios y bases, respetando en todo momento el ritmo individual del menor. Se debe, por tanto, seguir al niño, es decir, reconocer profundamente su momento evolutivo y adaptar el entorno físico y emocional para facilitar su desarrollo natural.
Por otra parte, al igual que ocurre para adaptar el método Montessori en el aula, a la hora de implementar el método Montessori en casa es clave crear un entorno que sea ordenado, estéticamente agradable, adaptado a su tamaño y necesidades, y con materiales que tengan un objetivo claro en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Es decir, guiarse por los principios de esta metodología, en la que el adulto actúa como guía, acompañando sin intervenir en exceso. Todo debe estar pensado desde la perspectiva del niño y su etapa de desarrollo.
También es importante garantizar que los menores conecten con el mundo que les rodea a través de la creación de un ambiente positivo, en el que potencien su autonomía y confianza.
En definitiva, el método Montessori sigue aún vigente tras años de implantación por su significativo valor en la educación y los beneficios que aporta al desarrollo emocional e intelectual del niño, al respetar su ritmo y fomentar su autonomía.
Biografía
- Fundación Montessori. (s. f.). Sobre Montessori. Fundación Montessori. Recuperado de https://www.fundacionmontessori.org/sobre-montessori/
- Montessori, M. (2022). La mente absorbente del niño [PDF]. Fundación Torres y Prada. https://fundaciontorresyprada.org/wp-content/uploads/2022/01/LA-MENTE-ABSORBENTE-DEL-NINO.pdf
- Montessori Space. (s. f.). ¿Qué es Montessori? Recuperado de https://montessorispace.com/que-es-montessori/