UNIR Revista
En un contexto marcado por la polarización, la desinformación y el auge de los populismos, Foro UNIR reunió a destacados expertos para hablar sobre los peligros que afronta este sistema político. Digitalización, amenazas híbridas y falta de resiliencia institucional centraron el debate.
Los 7 puntos claves del Foro UNIR:
- Digitalización y polarización: La digitalización ha transformado la forma en que se construye la opinión pública, fomentando la polarización política y la simplificación de los mensajes.
- Desinformación y amenazas híbridas: La desinformación y las amenazas híbridas representan un riesgo significativo para la estabilidad democrática, con actores externos utilizando el ecosistema digital para influir en procesos electorales.
- Resiliencia institucional: Es fundamental fortalecer la resiliencia institucional para afrontar los desafíos actuales y futuros, y prepararse para reducir el impacto de las amenazas.
- Radicalización y burbujas informativas: La radicalización y las burbujas informativas generan una fragmentación social, donde los individuos se sienten confortables en sus propias cámaras de eco.
- Educación y alfabetización digital: La educación y la alfabetización digital son esenciales para que los ciudadanos puedan analizar críticamente la información que reciben y tomar decisiones informadas.
- Responsabilidad de las plataformas digitales: Las plataformas digitales deben asumir una mayor responsabilidad en la regulación de sus contenidos, fomentando la transparencia y la verificación de la información.
- Cooperación internacional: La cooperación internacional es clave para desarrollar estándares globales y buenas prácticas en la lucha contra la desinformación y la polarización.
Foro UNIR fue, una vez más, un espacio de reflexión crítica en el que analizar y debatir sobre los problemas y restos a los que se enfrenta la sociedad actual. En su última edición, los expertos debatieron sobre el estado actual de los sistemas democráticos en un mundo cada vez más interconectado, polarizado y vulnerable a las amenazas digitales. Organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), el evento reunió a expertos de primer nivel para analizar los factores que están debilitando las democracias contemporáneas y proponer estrategias para su fortalecimiento.
El foro contó con la participación de Jorge Heili como moderador, el europarlamentario José Cepeda; el investigador principal del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga; y la académica Sonia Alda Mejías, coordinadora del Máster Universitario en Seguridad Internacional de UNIR. Cada uno, desde su ámbito de experiencia, aportó una visión complementaria sobre los riesgos que afronta la gobernanza democrática en la actualidad.
Desde el inicio, el director de Foro UNIR planteó la preocupación creciente por el deterioro de la confianza ciudadana en los sistemas democráticos. Jorge Heili citó datos del Latinobarómetro que revelan que en algunos países de América Latina más del 50% de la población estaría dispuesta a aceptar un gobierno autoritario si este garantiza una mejora en su calidad de vida. Esta tendencia, advirtió, es aprovechada por líderes populistas que prometen soluciones rápidas a problemas estructurales, a cambio de erosionar los principios democráticos.
La salud de la instituciones democráticas
El eurodiputado José Cepeda coincidió en que la digitalización ha transformado radicalmente la forma en que se construye la opinión de los ciudadanos. Según explicó, la inmediatez de las redes sociales y la superficialidad de los mensajes han sustituido al análisis profundo y al debate informado. “La forma de construir la opinión pública se va haciendo cada vez más superflua, ligera”, señaló, alertando sobre el impacto de esta dinámica en la calidad del debate político y en la salud de las instituciones democráticas.
Uno de los ejes centrales del foro fue la desinformación como herramienta de desestabilización. Félix Arteaga explicó que las amenazas ya no provienen exclusivamente de actores estatales, sino que se han descentralizado hacia grupos organizados, proxies (servidores informáticos) y redes criminales que operan en el entorno digital. “La difusión de la desinformación como servicio es algo que debemos tener en cuenta”, afirmó, subrayando que este fenómeno afecta no solo a los gobiernos, sino también a las sociedades, las economías y a los individuos.
Arteaga introdujo el concepto de resiliencia como clave para hacer frente a estos desafíos. A su juicio, las democracias deben asumir que los riesgos ya están presentes y trabajar en estrategias para mitigar su impacto. “Esto ya está pasando, tenemos este problema, no es algo que vaya a pasar, sino que está aquí y ahora”, advirtió. La resiliencia, explicó, implica desarrollar capacidades institucionales, sociales y tecnológicas para resistir y adaptarse a las amenazas.
Burbujas informativas
Durante el encuentro también se abordó la radicalización ideológica y la fragmentación social como consecuencias de las burbujas informativas. Arteaga describió cómo los individuos se refugian en comunidades digitales donde solo se refuerzan sus propias creencias, generando una “superioridad moral” que legitima la exclusión del otro. “Lo que nos une es nuestro odio, nuestra oposición al otro”, explicó, alertando sobre el deterioro del espacio común de convivencia.
El eurodiputado José Cepeda.
En este contexto, Cepeda planteó la necesidad de que los Estados desarrollen mecanismos institucionales para protegerse de las campañas de desinformación. Mencionó que en el Parlamento Europeo se está considerando la desinformación como una amenaza dentro del ámbito de la ciberseguridad y la defensa. También destacó el papel de la inteligencia artificial como una herramienta que puede ser utilizada tanto para el bien como para el mal, dependiendo de su regulación y su uso.
El investigador principal del Real Instituto Elcano coincidió en que los Estados deben seguir una curva de aprendizaje similar a la que se vivió con el terrorismo internacional. Arteaga explicó que es necesario generar conocimiento sobre los patrones de comportamiento de la desinformación, evaluar su impacto y desarrollar respuestas coordinadas. En este sentido, valoró positivamente las iniciativas de la Unión Europea para regular los procesos electorales y fomentar la alfabetización digital.
El papel del idioma y las plataformas digitales
Uno de los aspectos más innovadores del foro fue la reflexión sobre el papel del idioma en la propagación de la desinformación. Cepeda preguntó si el español, como lengua global, podría ser utilizado como vehículo para campañas de manipulación. Arteaga respondió que, efectivamente, el español se utiliza no solo para desinformar sobre temas locales, sino también para amplificar mensajes dirigidos a audiencias más amplias. “Es un idioma que sirve para reverberar, multiplicar, rebotar la desinformación”, explicó.
La regulación de las plataformas digitales fue otro de los temas clave. Arteaga señaló que Europa está liderando un proceso de “domesticación” de los intermediarios digitales, exigiendo transparencia algorítmica, auditorías y sanciones. Aunque reconoció que las plataformas se resisten a cumplir con estas normativas, consideró que el camino de la autorregulación progresiva puede ser más efectivo que la imposición. “No se trata de imponer por decreto, sino de generar códigos de autorregulación que mejoren la reputación de las plataformas”, dijo.
Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano.
Sin embargo, advirtió que, en contextos autoritarios, estas herramientas pueden ser utilizadas para reforzar el control social. “Hay muchos Estados que han adquirido estas herramientas llave en mano para precisamente facilitar su control social”, denunció. En estos casos, la desinformación no solo desestabiliza, sino que consolida regímenes autoritarios que limitan la libertad de pensamiento y la participación ciudadana.
La importancia de la cooperación internacional
La cooperación internacional fue presentada como una vía esencial para enfrentar estos desafíos. Cepeda destacó el papel del programa Global Gateway de la Unión Europea y la importancia de foros como EuroLat para fomentar el diálogo entre parlamentarios europeos y latinoamericanos. Arteaga añadió que la cooperación debe surgir también desde abajo, entre universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. “La cooperación tiene un efecto tractor sobre las legislaciones nacionales que están por venir”, apuntó.
En este punto, Sonia Alda Mejías aportó una visión académica sobre el papel de la universidad en la formación de profesionales capaces de enfrentar los retos de la seguridad internacional. Explicó que el Máster en Seguridad Internacional de UNIR busca precisamente dotar a los estudiantes de herramientas teóricas y prácticas para analizar la complejidad del mundo actual. “Estamos ante una sociedad extraordinariamente compleja, hasta el punto de que no tenemos ni conceptos para explicar todo lo que está pasando. Ya no podemos entender la realidad solo desde lo nacional; tenemos que entenderla desde lo global”, afirmó.
Alda Mejías subrayó que el máster de UNIR está diseñado para perfiles diversos, desde militares y policías hasta abogados, economistas y comunicadores. Esta interdisciplinariedad, explicó, es fundamental para entender los problemas globales desde múltiples perspectivas. También destacó que el programa combina teoría, análisis histórico y estudio de la actualidad, con un enfoque práctico y orientado a la acción.
Jorge Heili y Alda Mejías.
La académica insistió en la necesidad de desarrollar una perspectiva crítica en los estudiantes, para que puedan analizar la información más allá de los titulares y los sesgos ideológicos. “Un alumno de máster debe obtener esa perspectiva crítica, leer la realidad bajo códigos y planteamientos mucho más complejos”, afirmó. Según explicó, muchos estudiantes terminan el curso afirmando que ven el mundo de otra manera, lo que considera una señal de éxito académico.
La importancia de la conciencia ciudadana
El foro concluyó con una reflexión sobre la importancia de la conciencia ciudadana. Arteaga advirtió que la principal amenaza para la democracia es creer que no existe ningún peligro. “La solución también depende de que se movilice”, dijo, apelando a la responsabilidad individual. Cepeda, por su parte, insistió en que el acceso a la información no garantiza el conocimiento, y que es necesario educar en el pensamiento crítico para distinguir entre verdad y manipulación. “El sentido crítico es la mejor herramienta para defender la democracia”, subrayó.
En definitiva, Foro UNIR dejó patente que las democracias se encuentran hoy en una encrucijada. La digitalización, la desinformación, la polarización y la fragmentación social son desafíos reales que requieren respuestas coordinadas desde múltiples frentes. La universidad, los gobiernos, las plataformas digitales y la ciudadanía deben asumir su parte de responsabilidad para garantizar la continuidad de un sistema que, aunque imperfecto, sigue siendo el mejor garante de las libertades individuales y colectivas.
Los mensajes principales de los expertos:
José Cepeda
- “La digitalización está transformando la opinión pública y fomentando la polarización política”.
- “Es fundamental educar a la población en el sentido crítico para analizar la información que reciben”.
- “La gente piensa que tener acceso a mucha información significa conocer la verdad. Y ese es el reto”.
Félix Arteaga
- “La desinformación y las amenazas híbridas representan un riesgo significativo para la estabilidad democrática”.
- “La cooperación internacional es esencial para desarrollar estándares globales en la lucha contra la desinformación”.
- “La forma en la que vivimos, hemos sido educados, no va a continuar para siempre. Incluso puede ir a peor si no actuamos”.
Sonia Alda Mejías
- “La universidad tiene un papel fundamental en la formación de profesionales que garanticen la continuidad democrática”.
- “Es necesario entender la realidad global para hacer frente a los desafíos que demanda la seguridad internacional”.
- “Vivimos en una sociedad extraordinariamente compleja, hasta el punto de que no tenemos ni conceptos para explicar todo lo que está pasando”.
- Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
- Facultad de Derecho
