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Las imágenes tienen un mayor impacto en nuestro cerebro que los textos; y eso lo saben las empresas, las cuales apuestan por el marketing visual para hacernos llegar con éxito sus mensajes.
El marketing visual es aquel que se apoya en elementos visuales para construir marca, comunicar un mensaje concreto de una empresa o hacer una campaña publicitaria más impactante. En definitiva, es la parte gráfica del marketing. Las imágenes o vídeos son algunos ejemplos de marketing visual.
Del gran impacto que tienen las imágenes y otros elementos visuales en los consumidores saben bien los profesionales del marketing, que eligen estos formatos para sus estrategias, ya sea para transmitir los valores de la empresa, captar nuevos seguidores, reforzar la conexión de los clientes con la marca o aumentar sus ventas.
Los vídeos
Son el principal formato en el marketing visual: lo emplean el 86 % de las empresas, según un estudio de Wyzowl. Además, el 87 % de los responsables de marketing que utilizan vídeos asegura que este formato ayudó a aumentar el tráfico al sitio web y el 80 % de ellos afirma que el uso de vídeos aumentó las ventas de forma directa.
Las infografías
Esta herramienta permite representar gráficamente conceptos complejos, convirtiendo una información difícil o árida en un contenido atractivo y sencillo para el lector. Una infografía bien hecha incrementa hasta un 12 % el tráfico de una publicación. Hubspot recopila algunos ejemplos de infografías que funcionan muy bien.
El uso de imágenes en redes sociales
Una estrategia de marketing visual de una empresa suele incluir publicaciones en redes como Instagram, Facebook o Twitter, cuyos usuarios priman los contenidos visuales. Fotografías, memes, gifs animados, encuestas, frases con una tipografía llamativa (¿quién no distingue el estilo gráfico de Mr. Wonderful, por ejemplo?) ayudan a atraer nuevos seguidores al perfil de la empresa. Incluso pueden llegar a hacerse virales, aumentando el alcance de la publicación original.
Una web con una identidad visual definida
Disponer de una página web con un aspecto visual atractivo y cuidado es la mejor carta de presentación para una empresa. De hecho, el aspecto visual de la web (el uso que se hace de tipografías, colores, logotipos, estilos de imágenes, etc.) ayuda a transmitir la personalidad y los valores de marca. Un look & feel de marca que debe extenderse a otros elementos, como redes sociales, newsletters, papelería impresa, etc.
El impacto del marketing visual
Se dice que “una imagen vale más que mil palabras” y es muy cierto: nuestro cerebro es visual, lo que supone que procesa la imagen 60.000 veces más rápido que el texto. Además, es capaz de recordar el 80 % de las imágenes frente tan solo a un 20 % de texto o al 10 % de los sonidos.
A diferencia del texto plano, los contenidos con elementos visuales tienen un mayor impacto en nuestras mentes, perduran más y se asimilan mejor. Lo corroboran diversos estudios. Así, los tweets con imágenes reciben hasta un 150 % más de retuits; las publicaciones de Facebook con fotos producen un 39 % más de engagement; e Instagram, la red centrada en la imagen por excelencia, es el canal social con el segundo ROI más alto para los profesionales del marketing, según Hubspot.
Vista esta realidad, el uso de elementos visuales cobra fuerza a la hora de captar la atención de los usuarios y hacerles llegar nuestro mensaje. Las posibilidades del marketing visual son amplísimas, ya que se pueden utilizar multitud de elementos, solos o combinados entre sí:
- Vídeos.
- Imágenes como ilustraciones, fotografías, gráficos, infografías, etc. tanto para acompañar textos como conformar anuncios.
- Gifs animados.
- Presentaciones.
- Capturas de pantallas (para tutoriales).
- Memes.
- Emojis.
El contenido visual, además, se adapta muy bien a todo tipo de formatos y plataformas, desde los más tradicionales (como un anuncio impreso) a los medios digitales (páginas web, redes sociales, aplicaciones para móviles, etc.)
Saber implementar una estrategia de marketing visual es uno de los muchos conocimientos que se imparten en el Grado en Marketing online y en el Máster en Marketing Digital online de UNIR. Ambas titulaciones ofrecen una formación especializada que prepara a los profesionales del marketing para que puedan afrontar los retos de los nuevos mercados digitales.
