“Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”, dice un dicho Masai. La sucesión en las empresas siempre es delicada, y más si el fundador es Jeff Bezos.
Existen varios autores que afirman que un buen emprendedor (start-up) difícilmente será un buen acelerador (scale-up) o consolidador de empresas de éxito y que, por tanto, se han de buscar buenos compañeros de viaje tanto operativos como financieros.
Sin embargo, éste no es el caso de Jeff Bezos. Bezos es el creador, acelerador, consolidador y director ejecutivo de Amazon (que incluye más de 40 marcas de robótica, logística y paquetería, comercio electrónico, servicios cloud, música, videojuegos, tiendas físicas…), pero también otras grandes iniciativas como: Day 1 Fund, Bezos Earth Fund, Blue Origin o incluso The Washington Post.
Otros reconocidos autores afirman que los valores del fundador quedan grabados en las compañías creadas, máxime cuando éstas son exitosas. En este sentido, a Bezos se le conoce como un niño prodigio, un hombre ambicioso, apasionado, persuasivo, paciente, severo, con los pies en el suelo y la cabeza en el futuro.
¿Puede una persona así dejar el cargo ejecutivo de gestión de sus propias “creaciones” sin consecuencias? ¿Existe un Bezos versión dos? O quizá mejor: ¿Amazon necesita un Bezos versión dos?.
El 2 de febrero de 2021, por medio de una muy sentida carta, Jeff Bezos anunció en el blog de noticias oficial de su compañía que dejaría su puesto de CEO de Amazon para dedicarse a nuevos productos e iniciativas, especialmente espaciales (con Blue Origin) y de comunicación digital (con su periódico The Washington Post).
Aunque muchos medios intentan comparar la salida de Bezos con la salida de Steve Jobs, la realidad es que en esta salida parece que el Sr. Bezos está siguiendo los pasos de, quizá, otros dos referentes suyos: Bill Gates (Microsoft) y Larry Page (Google).
Según los expertos, la sucesión en las empresas siempre es un proceso “delicado” especialmente si es la sucesión del fundador y máxime si el fundador es una persona carismática, imprime carácter y es “contagiadora” de valores. En estos casos, se abren tres ejes de discusión:
- ¿El CEO saliente debe tener algún cargo, aunque sea honorífico? Podría seguir influyendo e inspirando, en la sombra, lo cual podría entorpecer la nueva estrategia de la compañía.
- ¿El CEO entrante debería proceder de una promoción interna de la organización, o debería ser un ejecutivo externo de probada experiencia con métodos, ideas y maneras nuevas para refrescar la organización?
- ¿El equipo directivo del CEO debería mantenerse? ¿Debería rotar parcialmente? ¿Tendría que ser substituido completamente a elección del nuevo CEO por personas de su confianza?
La opción de Bezos ha sido clara:
- Bezos, siguiendo la estrategia de Bill Gates, se aleja de la gestión de la gran compañía, adquiere el cargo de presidente y se dedica a la creación y aceleración de nuevas iniciativas. En definitiva, según opiniones de profesionales próximos a Bezos, él siempre ha sido un creador y el tamaño de Amazon le convertía más en un directivo-gestor que un emprendedor-soñador. Quizá realmente este fuera uno de los grandes detonantes de su marcha: volver a emprender, volver a soñar, volver a crear.
- En cuanto a la sucesión, siguiendo la estrategia de Larry Page, opta por designar un sucesor interno, en este caso, Andy Jassy quien se considera como su mano derecha y era, hasta la fecha, el máximo responsable de Amazon Web Services (AWS).
- Sobre el consejo de administración y el comité de dirección: Quizá es pronto para aventurarse a esta decisión, sin embargo, ya aparece el primer dilema: ¿Debe escindirse AWS de Amazon? ¿deben el resto de marcas mantenerse juntas o podría empezar un proceso de desagregación?
De momento, y basándonos en la cotización estable y con apenas impacto en la valoración de Amazon en bolsa, parece que los accionistas ven con buenos ojos esta transición y el nuevo designado inspira suficiente confianza, lo cual ya es un gran logro sobre todo en el ambiente de incertidumbre del entorno macroeconómico derivado del Covid.
Deberemos esperar al nuevo rumbo que marque Jassy, cuya cristalización está prevista para el tercer trimestre del 2021, para ver las primeras consecuencias, teniendo en cuenta que, en ese momento, las variables macroeconómicas y del entorno (pestel) podrían también haber cambiado sustancialmente, especialmente por factores como el “efecto vacuna”, el confinamiento o el teletrabajo; pero también el reposicionamiento de los actores del mercado así como el posible cambio de comportamiento del consumidor (Cinco Fuerzas de Porter), se presupone que será decisivo para la salud económica de la empresa y el mantenimiento de su formidable tendencia.
En el siguiente enlace tienes el artículo completo: la salida de Bezos no cambiará mucho Amazon
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- +40 marcas de Amazon que (probablemente) todavía no conoces
- Historia de Jeff Bezos: el niño prodigio que soñaba con llevar a Amazon a la Luna
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