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La evolución positiva del valor de los bienes y servicios producidos en un determinado lugar durante un período concreto de tiempo se conoce como crecimiento económico, para medirlo se emplea el PIB.
Cuando los bienes y servicios de una nación o lugar determinado aumentan de manera sostenida en un período concreto de tiempo se considera que existe crecimiento económico. Se trata de un término fundamental en economía que está directamente relacionado con el progreso y la mejora de la calidad de vida de una sociedad.
El indicador más utilizado para determinar si existe o no crecimiento económico es el producto interior bruto (PIB), que cuantifica el valor de la riqueza y las prestaciones que produce un país durante un período de tiempo, que suele ser un trimestre o un año. Por ejemplo, en España, el PIB creció en 2022 más de un 5 % con respecto al año anterior, tras el impacto negativo que tuvo la pandemia por COVID-19 en el año 2020.
A la hora de cuantificar el crecimiento económico es todavía más preciso el PIB per cápita, que es el resultado de dividir el PIB de un país entre su número de habitantes en ese año.
¿Cómo se mide el crecimiento económico?
Como hemos indicado, el indicador más utilizado para cuantificar el crecimiento económico es el producto interior bruto. Principalmente, existen tres formas de calcular el PIB de un territorio:
Enfoque del gasto
La base para su cómputo es el gasto total que se produce dentro de un país en bienes y servicios. Así, durante un período estipulado se suman las cuatro dimensiones principales que componen el gasto:
- Consumo (C): la cantidad de dinero gastado por los hogares en bienes y servicios.
- Inversión (I): el desembolso que hacen las corporaciones para comprar aquellos enseres que necesitan en su día a día, como pueden ser maquinaria, equipos y otros activos.
- Gasto público (G): el importe de los bienes y servicios públicos que adquiere el gobierno.
- Exportaciones netas (X – M): la diferencia entre el valor de las exportaciones y el valor de las importaciones.
La fórmula para calcular el PIB utilizando el enfoque del gasto es:
PIB = C + I + G + (X – M)
Enfoque del ingreso
Los ingresos generados por la producción de bienes y servicios conforman la base de este cómputo, que se lleva a cabo sumando los diferentes tipos de ingresos producidos en la economía, incluyendo:
- Salarios y sueldos
- Intereses
- Ganancias empresariales
- Impuestos netos (impuestos pagados menos subsidios recibidos)
Para determinar el PIB utilizando el enfoque del ingreso se emplea la siguiente fórmula:
PIB = Salarios + Intereses + Ganancias + Impuestos netos
Enfoque del valor agregado
En este caso, el valor que se agrega a los bienes y servicios a medida que avanzan en el proceso de producción es el núcleo de la computación. Su cálculo se realiza sumando el valor agregado en cada una de las etapas productivas, desde la materia prima hasta el producto final. Al impedir el recuento del mismo valor varias veces durante la producción, se evita la doble contabilidad.
La formulación para evaluar el PIB por medio del enfoque del valor agregado es:
PIB = Valor agregado en la agricultura + Valor agregado en la industria + Valor agregado en los servicios
Teóricamente los tres métodos de cálculo del PIB deben proporcionar el mismo resultado, aunque cada uno brinda una visión única de la economía de un país.
El PIB per cápita complementa la medición del crecimiento económico que ofrece el PIB y brinda una idea más precisa del nivel de vida promedio.
Diferencias entre crecimiento y desarrollo económico
Aunque se trata de dos conceptos muy ligados entre sí, crecimiento económico y desarrollo económico no son lo mismo y tienen significados ligeramente diferentes. Las principales disparidades se fundamentan en:
El concepto
- El crecimiento económico se refiere al aumento en la producción económica de un país, medido generalmente mediante el producto interno bruto (PIB), por lo tanto, es esencialmente una expansión cuantitativa.
- El desarrollo económico abarca un enfoque más amplio que considera no solo el aspecto cuantitativo, sino también el cualitativo. El desarrollo económico incluye mejoras en la distribución de la riqueza, la reducción de la pobreza, el acceso a la educación y la atención médica, así como la promoción de la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental.
Así pues, mientras que el crecimiento económico se centra en el aumento de la producción, el desarrollo económico se preocupa por cómo ese crecimiento beneficia a toda la sociedad.
Indicadores utilizados
- El crecimiento económico se mide por medio de indicadores como el PIB o la tasa de desempleo.
- El índice de desarrollo humano, que considera variables como la esperanza de vida, la educación o los ingresos per cápita, es el parámetro utilizado para medir el desarrollo económico.
Su enfoque
- El crecimiento económico se focaliza en el aumento de la productividad, por lo que su enfoque es bastante cortoplacista.
- Los cambios estructurales de todo el proceso económico a largo plazo centran el objetivo del desarrollo económico.
De este modo, puede concluirse que mientras el desarrollo económico se define como el incremento de la riqueza de un país plasmado en el bienestar de su población, el crecimiento económico es el avance positivo de ese territorio medido a través de la renta y la capacidad productiva de su economía.
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