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El neuroblastoma infantil es uno de los cánceres más comunes en menores de dos años. Su tratamiento varía según el nivel de riesgo del paciente, entre los que se incluye la radioterapia o la cirugía.

El neuroblastoma infantil es uno de los cánceres infantiles más comunes en niños menores de 2 años, y representa entre el 8 y el 10 por ciento de los tumores pediátricos. Por ello, es importante invertir en investigación para lograr reducir esa tasa de incidencia, desarrollar tratamientos más efectivos y mejorar las técnicas de diagnóstico, proporcionando a estos pacientes una mayor calidad y esperanza de vida.
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¿Qué es un neuroblastoma?
La Fundación Neuroblastoma define esta enfermedad como “un tumor sólido extracraneal más común en la infancia”. Es un tumor que se origina en las células nerviosas primitivas del sistema nervioso simpático, responsable de transmitir mensajes desde el cerebro al resto del cuerpo, “afectando de forma frecuente a las glándulas suprarrenales y otras áreas del abdomen”.
Es el tumor sólido más frecuente en niños menores de dos años, tal y como afirma la citada fundación, y representa entre el 8 % y el 10 % de los tumores pediátricos.
El neuroblastoma se genera a partir de células de la cresta neural (estructura donde se originan las células nerviosas), formadas durante el desarrollo embrionario en la médula suprarrenal y los ganglios simpáticos. Las áreas más comunes donde se localiza son el cuello, el tórax, el abdomen y la pelvis.
Pese a que sus causas son desconocidas, los expertos creen que lo que provoca este tipo de tumor infantil es la evolución errónea de células inmaduras en el cuerpo del feto.
Síntomas y diagnóstico del neuroblastoma abdominal
Tal y como puntualiza la Fundación Neuroblastoma, el diagnóstico de este tipo de cánceres en niños es muy complejo, ya que los signos se pueden confundir con infecciones o afecciones benignas comunes. No obstante, ante la menor duda, es importante acudir a un especialista para que realice un análisis exhaustivo e identifique el tumor a través de la realización de pruebas de imagen, ecografías, biopsias y análisis de orina. La detección temprana es crucial en estos casos, ya que mejora significativamente el pronóstico.
De igual forma, los síntomas del neuroblastoma infantil varían según la localización y extensión del tumor; así, en lactantes, generalmente se manifiesta con signos como dolor óseo, masa abdominal palpable, hinchazón, fiebre persistente, pérdida de apetito, moretones alrededor de los ojos, dificultades para miccionar o defecar y fatiga.
Tipos de neuroblastoma
Se diferencian tres tipos de neuroblastoma, clasificación que atiende a su grado de maduración y diferenciación celular:
- Neuroblastoma típico: formado por células uniformes y pequeñas, con núcleos densos y poco citoplasma.
- Ganglioneuroma: tumor maduro en su totalidad y compuesto por células ganglionares diferenciadas, por estroma (tejido de soporte de un órgano o tumor) y células de Schwann, cuya función principal es generar mielina para facilitar la transmisión y protección de señales nerviosas.
- Ganglioneuroblastoma: es un neuroblastoma formado por una mezcla de células inmaduras y maduras, con dos variantes, la difusa y la nodular. Esta última tiene un peor pronóstico clínico.
Esta clasificación, basada en sistemas oficiales como el INRGSS (International Neuroblastoma Risk Group Staging System, por sus siglas en inglés, que significa: Sistema Internacional de Estadificación del Grupo de Riesgo de Neuroblastoma) es muy útil para determinar el tratamiento adecuado y establecer el pronóstico clínico según factores de riesgo como la edad, las características histológicas del tumor y el tipo de neuroblastoma.

Tratamiento del neuroblastoma infantil
Teniendo en cuenta la diferenciación de tipos y grados del neuroblastoma en niños, se aplican diferentes tratamientos que dependen de si el riesgo del paciente es bajo, intermedio o alto:
- Mera observación en pacientes pediátricos con riesgo bajo, especialmente en lactantes en quienes el tumor puede desaparecer de forma espontánea.
- La radioterapia se lleva a cabo en casos específicos cuando exista un tumor residual o localizado en una parte concreta del menor.
- Quimioterapia, implementada para reducir el tamaño tumoral antes de la cirugía o en casos en que la enfermedad o las células cancerígenas hayan afectado a otras partes del cuerpo.
- Extirpación o eliminación quirúrgica del tumor cuando así lo determina el equipo especializado en cánceres pediátricos. Esta solución también se aplica a otras enfermedades como el Tumor de Wilms en niños.
- La terapia con yodo se emplea en pacientes con edad avanzada o resistentes a tratamientos como la quimioterapia o radioterapia.
- También hay otras técnicas más innovadoras en las que se aplican anticuerpos monoclonales, conocida como inmunoterapia, en la que se actúa directamente sobre antígenos específicos del neuroblastoma infantil.
Es fundamental que este tipo de intervenciones oncológicas se realicen por un equipo multidisciplinar especializado en cánceres pediátricos, principalmente por su complejidad y la diversidad de tratamientos que existen.
La importancia de la investigación en neuroblastoma infantil
La investigación en neuroblastoma infantil y otros tipos de cánceres infantiles es vital para obtener una mayor tasa de curación entre estos pacientes pediátricos y lograr no solo tratamientos más efectivos, sino también desarrollar técnicas de diagnóstico más exhaustivas que logren aumentar la esperanza de vida y mejorar el pronóstico clínico de los niños con neuroblastoma al detectarlo pronto.
A este respecto, surgen iniciativas como el Día Internacional del Cáncer Infantil, celebrado cada 15 de febrero desde 2002, que sensibiliza a la sociedad sobre el cáncer en niños y adolescentes y, a su vez, subraya la necesidad de seguir investigando para reducir la incidencia de esta enfermedad. Según los datos recogidos por la Asociación Española Contra el Cáncer, los tumores infantiles afectan anualmente en España a cerca de 1.000 niños y niñas, y, aproximadamente, se diagnostican cerca de 100 casos de neuroblastoma infantil al año.






