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El glaucoma es una enfermedad ocular que afecta al nervio óptico y puede causar ceguera. Por ello, la detección temprana es esencial para proteger la visión.
El glaucoma afecta a más del 3 % de los españoles, según datos de la Sociedad Española de Glaucoma, representando, junto con la diabetes, una de las principales causas a nivel nacional de ceguera evitable. Esta situación hace necesario implementar estrategias de prevención, detección temprana y tratamientos adecuados para reducir el impacto en la calidad visual de los pacientes.
La investigación juega un papel fundamental en el diagnóstico del glaucoma, así como en la búsqueda de tratamientos más eficaces. En esta línea, el Máster en Investigación en Ciencias de la Salud online de UNIR proporciona al estudiante las herramientas clave para liderar proyectos de investigación y contribuir así al avance científico en distintas materias, como el estudio y tratamiento del glaucoma.
¿Qué es el glaucoma?
El Instituto Catalá de Retina define el término glaucoma como: “La enfermedad del nervio óptico que suele desarrollarse de forma crónica, progresiva e irreversible. Se caracteriza por una pérdida del campo de visión, y, en la mayoría de los casos, se asocia a una presión ocular elevada”.
El riesgo de desarrollar glaucoma es más alto en adultos mayores de 40 años, en personas con antecedentes familiares de glaucoma y, también, en individuos que hayan estado bajo tratamiento con corticoides.
Aunque esta enfermedad no tiene cura y la pérdida de visión que provoca es irreversible, hay tratamientos con fármacos específicos y cirugía muy eficaces que evitan que el deterioro de la capacidad visual vaya a más.
Tipos de glaucoma
Se diferencian diferentes tipos de glaucoma:
- Los glaucomas primarios no se deben a ninguna afección médica y hay dos:
- De ángulo abierto, el más común y de desarrollo lento.
- De ángulo cerrado, que aparece de forma repentina y requiere atención inmediata. Aquí se incluye el congénito, propio de neonatos.
- Los glaucomas secundarios tienen diversas causas, como lesiones oculares o casos avanzados de cataratas. En este tipo se encuadran:
- Neovascular, asociado a la diabetes o problemas circulatorios.
- Pigmentario, cuyo origen se debe a un bloqueo del drenaje ocular.
- Exfoliativo, que está relacionado con el envejecimiento.
En cualquier caso, con independencia del tipo de glaucoma, cabe señalar que el diagnóstico temprano es esencial para identificar a tiempo esta grave enfermedad ocular y preservar así la visión al completo.
Síntomas del glaucoma
Habitualmente las personas con glaucoma son asintomáticas, ya que el aumento de la presión ocular que causa esta enfermedad no está asociado a ningún tipo de dolor o señal.
No obstante, cuando está en fases más avanzadas destacan los siguientes síntomas:
- La pérdida de visión empieza afectando a la capacidad de ver por los extremos del campo visual, también denominada visión periférica o lateral.
- En los casos de glaucomas de ángulo cerrado aparece en etapas avanzadas dolor intenso en ojos y cabeza, náuseas, visión borrosa, halos alrededor de luces y enrojecimiento ocular.
- En los bebés, el glaucoma es identificable por existir parpadeo excesivo, opacidad ocular y lagrimeo constante. Por su parte, los niños con más edad presentan dolor de cabeza y visión borrosa. Al respecto, en el plano educativo sería conveniente tener en cuenta los síntomas de esta enfermedad, la cual forma parte de los diferentes tipos de discapacidad que se pueden encontrar en el aula, así como saber actuar ante niños con discapacidad visual.
- En los glaucomas secundarios, los síntomas varían e incluyen desde visión borrosa tras realizar ejercicio hasta la pérdida gradual de la visión lateral.
Como los síntomas del glaucoma son sutiles en las fases iniciales, los especialistas recomiendan que se revise la vista asiduamente y, concretamente, la presión ocular a partir de los 40 años, cuando esta patología es más frecuente. De esta forma, se podrá tratar antes de que cause daños irreversibles.
Consecuencias psicológicas del glaucoma
La consecuencia más relevante del glaucoma es física, ya que puede provocar ceguera si no se diagnostica a tiempo. Pero también tiene un impacto negativo en el plano psicológico, llegando a generar ansiedad, miedo, depresión y una sensación de aislamiento social a causa de la dificultad para realizar actividades cotidianas.
Este malestar emocional hace necesaria la intervención de profesionales especializados en salud mental, capacitados a través de formaciones universitarias como el Grado en Psicología online de UNIR, con el que aprenden a guiar y enseñar a los pacientes con glaucoma a gestionar y superar sus emociones. Así, a través de estas terapias, adquieren herramientas clave para manejar correctamente la situación y adaptarse eficazmente a su nueva realidad.
Para aquellos psicólogos que quieran complementar su carrera, UNIR pone a su disposición el Máster en Psicología General Sanitaria online, que habilita para el ejercicio de esta disciplina en la especialidad clínica y enseña a los estudiantes técnicas de intervención avanzadas para abordar diferentes trastornos mentales como los que podría sufrir un paciente con glaucoma.
Tratamientos para el glaucoma
En los pacientes con glaucoma, el tratamiento tiene el objetivo de detener o ralentizar la progresión de la enfermedad y proteger el nervio óptico, ya que la pérdida de la visión causada es irreversible y no tiene cura.
Así, se dividen dos tipos de tratamientos para el glaucoma:
- Tratamiento médico, el cual incluye la administración de fármacos como los colirios. Este medicamento es muy útil y efectivo, ya que disminuye la presión ocular al mejorar el drenaje y la producción de líquido en el ojo.
- Tratamiento quirúrgico, que conlleva la intervención operatoria del paciente, ya sea mediante tratamiento láser o cirugía. La primera práctica mejora el drenaje del líquido ocular y logra reducir la presión intraocular que causa el glaucoma. Por su parte, la cirugía se lleva a cabo cuando el tratamiento médico y el del láser no funcionan y sirve, principalmente, para proteger la visión e impedir que empeore.
En definitiva, el glaucoma es una enfermedad ocular grave que puede causar ceguera, por lo que representa un desafío complejo en el ámbito de la salud y, sobre todo, requiere de prácticas que promuevan la prevención, el diagnóstico temprano y tratamientos médicos efectivos para proteger la visión y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
