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Una enfermera de práctica avanzada está autorizada para tratar a pacientes con patologías crónicas y complejas. A su vez, se requiere una regulación para lograr una integración profesional más efectiva.

La enfermera o enfermero de práctica avanzada (EPA) representa un perfil profesional emergente en el ámbito de la salud que permite agilizar procesos, mejorar en gran medida la calidad asistencial y la gestión de casos. Para ejercer como tal, es necesario cursar un Máster en Enfermería de Práctica Avanzada online como el de UNIR, el cual proporciona los conocimientos, habilidades y competencias clave para desarrollarse profesionalmente en la gestión de casos y liderazgo enfermero, adaptándose a las líneas estratégicas del sistema de salud.
La Enfermería de Práctica Avanzada se creó en Estados Unidos en la década de los 60 y se implementó posteriormente en países como Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, Países Bajos, Islandia, Irlanda o Japón.
¿Qué es un enfermero o enfermera de Práctica Avanzada?
El enfermero de práctica avanzada se caracteriza por su alto nivel de especialización, responsabilidad y autonomía clínica. Según el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) una enfermera o enfermero de práctica avanzada es “una enfermera/-o generalista o especializado que ha adquirido —mediante formación de posgrado (mínimo un título de máster)— la base de un conocimiento experto, habilidades para la toma de decisiones complejas y competencias clínicas para la práctica avanzada de la enfermería, cuyas características están modeladas por el contexto en el que se acredita para ejercer”.
Se ha demostrado que la implementación de EPA tiene efectos positivos en la práctica clínica de enfermería; los pacientes (y familiares) experimentan una mayor satisfacción con el cuidado y atención recibida: son más conscientes de sus procesos, tienen más herramientas para controlarlos y aumentan su autonomía. Así, se reducen sus visitas a urgencias y a las consultas de Atención Primaria, disminuyendo los reingresos hospitalarios u hospitalizaciones. Además, presentan una menor estancia hospitalaria en los casos de ingreso.
¿Qué hace un enfermero de práctica avanzada?
Las funciones de un enfermero o enfermera se basan principalmente en ofrecer una atención más especializada con un enfoque en la prevención de enfermedades. Entre ellas destacan:
- Valoración avanzada (clínica, funcional y social), estratificación por complejidad y elaboración de planes individualizados.
- Trata pacientes con condiciones crónicas y heridas complejas, promoviendo su autonomía y mejorando la calidad de los cuidados.
- Tiene liderazgo clínico, aplicando la evidencia científica.
- Puede desempeñar roles docentes para formar a otros compañeros de profesión
- Realiza tareas de investigación en enfermería, contribuyendo al avance de la profesión y a la optimización de la atención sanitaria entre el enfermero y el paciente.
- Asesora y coopera para mejorar la atención sanitaria.
- Es una parte activa (dentro del equipo de enfermería) enfocada en colaborar con otras disciplinas con el fin de garantizar la atención coordinada y de calidad.
- Participa en la organización de cuidados, concretamente en el seguimiento de enfermos crónicos.
- Se encarga de la gestión de casos y la coordinación sociosanitaria (transiciones, domicilio, residencias, recursos comunitarios)
Situación en España de la Enfermería de Práctica Avanzada
El desarrollo de la figura de la enfermera de práctica avanzada en España es reciente y se ha aplicado en algunas comunidades autónomas como Andalucía y Cataluña. De momento, no se cuenta con un marco regulatorio nacional unificado y adaptado a esta especificación, lo cual repercutiría en un mayor reconocimiento profesional y estrategias de financiación más eficaces para su continuo desarrollo.
En la actualidad, es la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias la que contempla la acreditación en práctica avanzada, pero es necesario ampliar esta cobertura, ya que la falta de regulación dificulta la estandarización de competencias y la integración efectiva de estos profesionales en el sistema sanitario.
Además, desde el sector sanitario estiman que abordar este problema ayudaría a definir claramente las competencias, responsabilidades y requisitos formativos de la EPA, facilitando el reconocimiento y movilidad de estos profesionales.
Sin lugar a dudas, la especialización en EPA o enfermería de práctica avanzada es una buena opción para aquellos que duden sobre qué estudiar después de enfermería, ya que representa un paso más en la profesión, al otorgarle competencias superiores y más autonomía.
Bibliografía
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