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El tratamiento para el trastorno que provoca el rechazo selectivo a ciertos alimentos (ARFID) incluye habitualmente terapias individuales, como la cognitivo analítica, o terapias grupales.

ARFID hace referencia a un trastorno alimentario que suele originarse por factores sensoriales, experiencias negativas con la comida o falta de interés por ella. Detectarlo a tiempo y aplicar un tratamiento adecuado es clave para evitar complicaciones físicas y psicológicas en quienes lo padecen, especialmente en niños y adolescentes.
Para ello, es esencial contar con formación especializada como la que ofrece el Máster en Trastornos de la Conducta Alimentaria online de UNIR. Un posgrado que permite a los graduados en Psicología especializarse y aprender a detectar, abordar y tratar trastornos como el ARFID, la anorexia o la bulimia, entre otros, desde un enfoque práctico y multidisciplinar.
¿Qué es ARFID?
ARFID hace referencia a las siglas en inglés de Avoidant or Restrictive Food Intake Disorder, cuyo significado en español es: trastorno de la ingesta alimentaria evitativa o restrictiva.
Por lo tanto, ARFID es una condición alimentaria que se caracteriza por un rechazo extremo y persistente a ciertos alimentos, sin que exista una preocupación por la imagen corporal o el peso. Esta alimentación extremadamente selectiva conduce, en ocasiones, a deficiencias nutricionales y problemas de salud físicos y mentales.
A veces, a este trastorno se le resta importancia, relacionándolo con una manía o con un problema transitorio aduciendo al carácter delicado o quisquilloso del niño. No obstante, el ARFID implica una restricción alimentaria severa y afecta de manera significativa al desarrollo y crecimiento de la persona que lo padece.
A su vez, el trastorno de la alimentación selectivo o restrictivo se presenta de diversas formas:
- Vinculado a condiciones médicas previas. Casos en los que el afectado padece una enfermedad digestiva o se ha sometido a tratamientos oncológicos que alteran su relación con la comida y los alimentos.
- Por sensibilidad extrema a ciertos aspectos sensoriales. Referente al olor, el sabor o la textura de ciertos alimentos.
- Debido a experiencias traumáticas. Relacionada con vivencias en las que la persona con ARFID se ha atragantado o asfixiado, ha vomitado repetidas veces tras ingerir alimentos, se ha sentido presionado cada vez que llegaba la hora de la comida, le ha generado ansiedad, etc.
¿Cuáles son los síntomas del ARFID?
Entre los síntomas del ARFID señalar:
- Falta de interés por la comida desde una edad temprana.
- Quejarse frecuentemente sobre dolor en el estómago, problemas gastrointestinales sin causa médica aparente y mostrar falta de apetito.
- Pérdida de peso y signos de desnutrición.
- Rechazar alimentos por sus características (textura, color u olor) y no por su contenido calórico.
- Comer de forma lenta y en pequeñas cantidades.
- Pavor por vomitar, asfixiarse o atragantarse.
- Evitar ir a eventos/situaciones que impliquen comer, tales como cumpleaños, fiestas o comedores escolares.
Aunque son generales, estos signos varían en función de la persona. Suelen comenzar en la infancia y se manifiestan más en niños que en niñas. Además, el ARFID no está relacionado con la obsesión por mantener una imagen corporal determinada, como es el caso de la anorexia, ni con el temor a engordar o ganar peso; tampoco está asociado al vómito inducido ni al ejercicio excesivo.
Consecuencias del ARFID
ARFID provoca consecuencias de gran impacto para la salud. El hecho de no consumir la cantidad adecuada de minerales, proteínas o vitaminas puede afectar al crecimiento, limitar el desarrollo y, por tanto, retrasar el inicio de la pubertad.
Igualmente, las consecuencias a nivel físico generan:
- Mareos
- Desmayos debido a la presión arterial baja
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Pérdida de masa ósea y muscular
- Deshidratación e incluso la interrupción de la regla en adolescentes
De esta forma, es necesario aplicar la terapia y los medios adecuados para prevenir complicaciones a largo plazo, permitiendo el desarrollo eficaz del enfermo y mejorar así su calidad de vida.
¿Qué tratamientos existen para el ARFID?
Los equipos profesionales que se ocupan del tratamiento del ARFID deben ser multidisciplinares e incluir a médicos, psicólogos, terapeutas y expertos en nutrición, con el fin de asegurar una atención correcta.
El tratamiento más eficaz para este tipo de trastorno consiste en someter a terapias individuales al afectado, para abordar los hábitos alimentarios y cualquier otro problema emocional o físico asociado al trastorno ARFID. Por ejemplo, se emplean técnicas como la terapia cognitivo analítica, que sirven para identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento relacionados con la salud mental, reduciendo el estado de ansiedad que le produce a la persona ingerir ciertos alimentos.
En el caso de los pacientes pediátricos, también se realizan juegos y actividades que mejoran la relación de los menores con la comida. Por su parte, a los adolescentes se les somete a terapias de apoyo con el objetivo de que superen los miedos, la aversión a la comida o las distintas emociones relacionadas con este momento.
Aquí también tiene su aplicación las terapias en grupo para adolescentes y menores con trastornos alimentarios, ya que resultan muy eficaces al permitir a los asistentes aprender de manera conjunta, apoyarse mutuamente y compartir experiencias similares.
Por su parte, la terapia con fármacos es más limitada en este tipo de situaciones y se recurre a medicamentos para controlar y limitar la ansiedad o cuadros nerviosos. En pacientes con ARFID severo con desnutrición grave o pérdida de peso importante se opta por un tratamiento hospitalario intensivo, que puede incluir alimentación por sonda o suplementos nutricionales hasta que el estado nutricional mejore.
Por último, los psicólogos recalcan que incluir a la familia en el tratamiento de trastornos alimentarios como el ARFID, mediante terapias familiares, es muy beneficioso, porque ejercen un papel clave a la hora de proporcionar apoyo y servir de ejemplo al promover hábitos de vida y alimentación saludable. Así, es aconsejable que los padres, guiados por especialistas en salud mental, fomenten un ambiente relajado durante las comidas, sin presiones, y recompensen las conductas positivas para facilitar a su hijo la superación del trastorno.
Referencias bibliográficas:
- SOM Salud Mental 360. (s.f.). El ARFID, cuando la selección de comida se convierte en trastorno. SOM Salud Mental 360, Parc Sanitari Sant Joan de Déu (SJD). Recuperado de https://tca.som360.org/es/articulo/arfid-cuando-seleccion-comida-convierte-trastorno
- Redacción de Infocop. (2024, 3 de diciembre). Es clave prevenir y detectar de forma temprana los trastornos de la conducta alimentaria. Infocop. Recuperado de https://www.infocop.es/en-portada-diciembre-2024/.
- Nemours KidsHealth. (s.f.). ARFID: El trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos. Recuperado de https://kidshealth.org/es/parents/arfid.html.







