Lorena Polo Navarro
Con el verano en el retrovisor y la llegada del otoño, muchas empresas ya están preparando sus operaciones para estas fechas críticas. La inteligencia artificial permite a las empresas anticipar ventas, optimizar inventarios y maximizar beneficios.

Los periodos como el Black Friday y la campaña navideña multiplican la demanda: un producto puede vender 10 veces más en diciembre que en abril. Esto supone un reto para los retailers: prever cuándo y cuánto van a vender, evitando faltantes que frustren a los clientes y excesos que penalicen los márgenes. Además, el comportamiento del consumidor en estas campañas es más volátil, influido por descuentos agresivos y tendencias repentinas, lo que hace inviable depender solo de métodos tradicionales de previsión.
Con la llegada del otoño, muchas empresas ya preparan sus operaciones para estas fechas críticas. Planificar con antelación es vital, ya que un error de cálculo en la previsión de demanda puede costar millones en pérdidas o, en el mejor de los casos, reducir notablemente los márgenes si luego es necesario liquidar el exceso de inventario en rebajas posteriores.
Ahorros concretos gracias a la IA
En el sector del lujo, por ejemplo, una empresa con más de 3.000 tiendas globales implementó un modelo híbrido —combinando LSTM y regresión, considerando festivos, clima y economía— logrando una precisión del 88% en sus previsiones. Esto redujo las rupturas de stock al 0,9 % y generó un ahorro de USD 142 millones en inventario.
En la distribución alimentaria, un sistema de IA logró reducir el error de previsión (MAPE) del 35% al 15%. Esto se tradujo en beneficios directos: recuperar $160.000 al mes por roturas de stock evitadas y ahorrar $52.000 al mes en exceso de inventario, equivalentes a $3 millones al año. Estos resultados demuestran que la IA no solo predice mejor, sino que mejora la gestión del flujo de caja y la eficiencia logística. En fechas como Black Friday, esa rapidez de ajuste marca la diferencia entre aprovechar o perder el pico de ventas.
En la industria de la moda, donde la rotación de producto es muy rápida, la IA ha permitido reducir inventarios medios de más de 100.000 a menos de 90.000 unidades. Con un coste de almacenamiento de €2 por unidad/mes, esto supone ahorros de €32.000 mensuales o €384.000 anuales. Además, libera espacio para surtidos de temporada y reduce la necesidad de rebajas forzadas por exceso de stock.
Optimización logística en grandes corporaciones
En logística y transporte, la IA ha conseguido mejoras del 35% en los niveles de inventario, aumentos del 95% en la precisión de previsión y reducciones del 15% en costes logísticos. Estos resultados confirman que la inteligencia artificial no solo prevé, sino que optimiza la ejecución operativa. Planificaciones más precisas reducen traslados innecesarios de mercancías y mejoran la utilización de recursos logísticos, algo fundamental cuando las redes de distribución se tensan en campañas masivas.
En 2022, ZARA alcanzó una precisión del 87% en demanda, redujo el sobrestock en un 20 % y mejoró la satisfacción del cliente. DHL, por su parte, redujo los costes de inventario en un 15% en solo un año gracias a la planificación avanzada con IA. Estos casos muestran cómo la adopción tecnológica se traduce en eficiencia tanto en el retail como en operadores logísticos globales.
La cadena de suministro de Coca-Cola mejoró sus previsiones en un 30% al integrar en sus modelos variables como ventas en tiempo real, condiciones climáticas, eventos locales y datos de redes sociales. Este tipo de ajuste dinámico permite anticiparse a la demanda en situaciones imprevistas. Aplicado a campañas como Black Friday, las empresas pueden garantizar disponibilidad de producto incluso ante cambios repentinos en el consumo.
Según Salesforce, más del 17% de todos los pedidos navideños en noviembre-diciembre de 2023 fueron influidos por IA, generando $199.000 millones en ventas. Solo en la Cyber Week, las ventas influenciadas por IA alcanzaron $51.000 millones. Estas cifras reflejan que la IA no solo predice, sino que influye directamente en la conversión de ventas.
Actualmente, el 70% de los e-commerce confía en IA para personalización, un 54% en búsqueda avanzada, un 43% en marketing, un 34% en atención al cliente y un 28% en ventas directas. Estas aplicaciones generan un flujo continuo de datos que alimentan los modelos de previsión, mejorando su precisión. Durante el Black Friday, cada clic y cada búsqueda contribuyen a ajustar los inventarios en tiempo real, evitando roturas de stock.
La IA como ventaja competitiva
La previsión de demanda es una disciplina esencial que combina métodos cualitativos y cuantitativos para anticipar el consumo. La inteligencia artificial ha revolucionado este campo, integrando datos históricos con variables externas como campañas promocionales, clima o eventos sociales. En contextos de alta estacionalidad, la capacidad de recalibrar las previsiones al instante permite ajustar inventarios en cuestión de horas en lugar de semanas.
En conclusión, la IA no es un lujo, sino un elemento estratégico en campañas como Black Friday o Navidad. Ahora que en otoño las empresas ya están afinando sus previsiones y ajustando sus cadenas de suministro, contar con herramientas basadas en inteligencia artificial marca la diferencia. Los ejemplos repasados muestran mejoras en precisión de previsión, reducción de costes y aumento de ventas. Adoptar estas tecnologías permite afrontar la campaña con confianza y maximizar la rentabilidad en el momento más crítico del año.
- Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología