Todo comienzo de año obliga a las familias a reeducar los gastos de consumo. La profesora del Grado de ADE de UNIR Aída Galiano, ofrece 7 pautas básicas para superar con éxito la temida e inevitable cuesta de enero.
Todo comienzo de año obliga a las familias a reeducar los gastos de consumo: las renovaciones de seguros, los pagos obligados de primero de año y la resaca de Navidad hacen que enero sea un mes complicado. Aída Galiano, profesora del Grado de ADE de UNIR, ofrece 7 pautas básicas para superar con éxito la temida e inevitable cuesta de enero.
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La bajada del combustible por la caída del petróleo y que el Euribor se sitúa desde mediados de noviembre por debajo del 0.1%, hacen que 2016 comience de forma algo más halagüeña para los españoles. Sin embargo los hogares de nuestro país contaron en 2014 con un 2.3% menos de renta media respecto del año anterior, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, por lo que auguramos que nuestro presupuesto sigue disminuyendo y no nos vamos a librar de la temida cuesta.
No obstante, la profesora Aída Galiano recuerda que “aunque estamos abocados a pasar por este difícil sendero, los consumidores tenemos la posibilidad de controlar a priori la magnitud de su pendiente siendo previsores y realizando nuestras compras con dinero en efectivo. Si tiramos de tarjeta de crédito la cuesta puede volverse vertiginosa y complicar mucho nuestra recuperación”, aconseja Galiano.
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Tan importante como la forma de pago es conocer la estructura de nuestros gastos, saber en qué o a dónde se va nuestro dinero. Y es que, “1 de cada 8 familias desconoce en qué partidas se gasta el dinero y cuánto destina a cada una. Saber en qué se nos va el dinero es el primer paso para coger hábito de ahorro”, determina el estudio desarrollado por Fintonic, aplicación que ayuda a controlar gastos. Para ello, la profesora del Grado de ADE de UNIR recomienda fraccionar el dinero por semanas y tratar de no salir de ese presupuesto asignado, ya que “medir el dinero destinado a cada tipo de gasto nos convertirá en consumidores con buenos hábitos”.
Reducir Facturas Controlables es también una medida al alcance de nuestra mano y que repercute en el bolsillo. Por ejemplo, tras las fiestas navideñas podemos librarnos de los excesos alimenticios caminando más y así reducir los gastos en transporte (los cuales según el INE suponen el 11.9% de nuestra estructura de gasto). Pero si el coche es indispensable en el día a día, la aplicación de Gasolineras de España organiza las estaciones por precios y distancias. También se puede controlar las franjas horarias en las que la luz es más barata gracias a Precio de la luz. Y comparar precios de aquellos seguros de coche o del hogar que pronto tendremos que renovar.
Aunque las rebajas de invierno lo pongan difícil es importante “reducir gastos superfluos. Y si se hacen: ¡No vuelvas a tocar la tarjeta de crédito!”, recomienda la Aida Galiano.
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Las compras online, nuestro inesperado aliado
Aunque pueda resultar extraño, las compras online también son una fuente de ahorro porque el hecho de no ir de tiendas hace que no tengamos la tentación de comprar aquello que no teníamos previsto. Por otro lado, Internet también puede aumentar nuestra liquidez si vendemos nuestros viejos enseres en tiendas de segunda mano como, por ejemplo, Wallapop, el mercadillo virtual que usan 13 millones de usuarios.
La previsión también es una forma de ahorro. La experta en Economía de UNIR apuesta por comparar precios, ser previsor con la alimentación e ir al supermercado sin querer llenar la nevera. Hacer una lista de lo que se necesita y tener en mente lo que se va a consumir esa semana, es una buena medida. La aplicación Out of milk puede ayudar con esta ardua tarea. Y es que el gasto en alimentación supone 14.9% de nuestro gasto por lo que controlarlo va a ser una cuestión determinante.
Consejos básicos que, aún con la ayuda de la tecnología, necesitan del compromiso familiar. “Debemos concienciarnos como unidad familiar de la necesidad de controlar todos esos aspectos”, concluye Galiano.
