Con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, la profesora María Barado ofrece un listado de recomendaciones para paliar algunos de los efectos adversos que producen los tratamientos de quimioterapia.
Con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, la profesora y coordinadora del Experto Universitario en Dermocosmética de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), María Barado Piqueras, ofrece un listado de recomendaciones para luchar contra algunos de los efectos adversos que producen los tratamientos.
El cáncer no es solo una enfermedad médica, también es una realidad social: En 2014, 440.000 personas fueron atendidas en España por esta enfermedad y alrededor de 200.000 casos nuevos de cáncer se diagnosticarán en nuestro país cada año, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Dormir, descansar, llevar una dieta equilibrada y dejar los malos hábitos, como el fumar, son las pautas generales previas para los enfermos recién diagnosticados. Sin embargo, una vez que comienza el tratamiento los fármacos utilizados en las terapias convencionales suelen producir reacciones adversas en grados variados en la piel del paciente. Entre las más frecuentes: Exantema Maculopapuloso, Radiodermitis por radioterapia, Xerosis y Fotosensibilización.
El Exantema Maculopapuloso es el efecto adverso más frecuente; suele aparecer hasta en el 65% de los pacientes tratados con este tipo de terapias. Para María Barado, profesora y directora del Experto Universitario en Dermocosmética para farmacéuticos de la Universidad Internacional de La Rioja, en el caso de estos pacientes es recomendable “utilizar lociones limpiadoras sin aclarados y aguas termales, en vez de jabones; usar cosméticos sin perfumes, conservantes y sin tensioactivos irritantes; proteger la piel de las radiaciones UV y evitar los cosméticos con ácidos Alfa Hidróxidos (AHA)”.
Otra reacción cutánea inflamatoria muy común es la Radiodermitis por radioterapia que afecta en el 87% de los pacientes irradiados en la zona mamaria. Para estos enfermos, la experta de UNIR aconseja:
- No usar aloe vera. Está demostrado que empeora la intensidad de las lesiones y aumenta la duración y frecuencia de la radiodermitis.
- Apostar por la caléndula. Estudios científicos han constatado que reduce significativamente las lesiones, alivia el dolor y minimiza el riesgo de suspender el tratamiento.
- Aplicar fórmulas que contengan una concentración de 3% de urea.
- Las cremas a base de sucralfato y ácido hialurónico han demostrado ser beneficiosas para la piel del oncológico.
- Evitar la exposición solar.
- Evitar agresiones cutáneas externas: afeitado o depilación con cuchillas, peeling o exfoliación.
- Evitar rascar la zona afectada, ya que podría producir una infección.
- No aplicar ningún gel ni crema hidratante antes de la irradiación.
- Mantener limpia la zona irradiada, utilizando productos para la para la piel reactiva. Las fórmulas que contengan glicerol son muy aconsejables debido a la capacidad humectante del mismo.
Y es que extremar las medidas de higiene durante el tratamiento es fundamental. En concreto, la AECC certifica que la ducha es el mejor método de limpieza y recomienda que el tiempo bajo el agua de los pacientes oscile entre los 5 -10 minutos a una temperatura de 30-35º.
En el caso de enfermos con Xerosis, desorden caracterizado por la presencia de forma difusa de piel seca y descamativa, la profesora de UNIR apuesta por “lavar con fórmulas libres de detergentes, secar sin frotar la zona, evitar los AHA e ingredientes que hagan efecto oclusivo, así como hidratar la piel tantas veces como sea necesario”. La xerosis es el principal motivo de consultas por prurito en esos enfermos.
Por último, la exposición solar. La fotosensibilización es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los pacientes oncológicos, Barado aconseja en estos casos “evitar la exposición directa a las radiaciones solares, intentar no salir en las horas centrales 12:00 -18:00 horas y utilizar protección solar con filtro físico”.
