Román Rodríguez Curbelo
Es una técnica de análisis y diagnóstico que emplea ultrasonidos para crear imágenes de órganos, estructuras y tejidos. Es rápida y sencilla, y resulta clave en la calidad de atención al paciente, y para acortar tiempos y gastos, especialmente en el aparato digestivo y urinario.
La ecografía cumple un papel muy relevante en el diagnóstico de muchas patologías del aparato digestivo y genitourinario porque, entre otras razones, resulta inocua y accesible, no emite radiación ionizante y cualquier facultativo no especializado puede aprender a utilizarla relativamente rápido.
Se emplea por ello en diagnósticos clínicos a la cabecera del paciente: sus medios son portátiles y, por lo tanto, un profesional sanitario puede realizar una ecografía allá donde esté el paciente, sea en Urgencias, en planta o en su propio domicilio.
Resulta muy útil, además, en pacientes frágiles, que no pueden desplazarse, como ancianos o enfermos terminales.
Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a aparato digestivo o urinario? ¿Y qué clase de patologías suelen sufrir estos conjuntos de órganos? La coordinadora académica del curso en Ecografía del Apartado Digestivo y Genitourinario, Montserrat Rivera, detalla en primera instancia las patologías que más prevalecen actualmente en estas regiones corporales.
Anomalías por detectar
Muchas tienen que ver con la litiasis, es decir, con la formación de cálculos (pequeñas piedras) en alguna vía excretora, como la urinaria, la biliar o la pancreática, entre otras.
En el aparato digestivo es muy común el dolor abdominal y la litiasis biliar con cólico. La acumulación de colesterol y barro biliar por diferentes patologías previas obstruye las vías biliares y afecta al eje hepatobiliar y pancreático, explica la experta.
En el caso del aparato urinario, cuando se acumulan cristales de oxalato cálcico o ácido úrico en el riñón y las vías urinarias se origina la litiasis renal, que puede conllevar o no una dilatación del tracto urinario en los cólicos nefríticos.
Rivera menciona igualmente la importancia de la detección precoz de lesiones tumorales en la vejiga y el riñón, o el estudio de la hematuria (sangrado en las vías urinarias).
Ante este tipo de trastorno, los órganos y los tejidos cambian de aspecto. La medicina los aborda desde la anatomía descriptiva, dice Rivera, que realiza una revisión de la anatomía sensu stricto (en sentido estricto) estudiada en los programas universitarios de las facultades biosanitarias.
O a través de la anatomía ecográfica, que correlaciona en 2D esa imagen anatómica estudiada con la imagen en la pantalla que obtenemos por ultrasonidos.
La ecografía, por lo tanto, es determinante. Es una técnica cada vez más demandada en los servicios de salud por su eficiencia. Aporta diagnósticos u orientaciones clínicas con mucha rapidez, orienta y hasta soluciona muchas patologías, y contribuye y forma parte de protocolos y de las consultas de alta resolución.
“Además, tanto con equipos de consola como portátiles se puede emplear en todos los niveles asistenciales, en urgencias o en emergencias, facilitando la labor al personal clínico y mejorando la calidad asistencial de los pacientes”, añade Rivera.
Condiciones de exploración
Pese a todo, para una exploración sistemática fuera del ámbito de urgencias, el paciente debe acudir a la exploración preferentemente en ayunas de entre 6 y 8 horas. Así permite una evaluación realmente completa, aunque en ocasiones, incluso en estas buenas condiciones, se encuentran pacientes con una mala ventana ecográfica que dificultan los diagnósticos.
El profesional encargado de la obtención de imágenes debe de aplicar ciertas habilidades científico-técnicas y prácticas para obtener las imágenes. Ha de dominar las características del ecógrafo empleado y actualizar regularmente sus conocimientos sobre la técnica.
Porque, entre otros aspectos, en ecografía abdominal la valoración de cada órgano y el conocimiento de sus variantes facilita el diagnóstico y aumenta la sensibilidad y especificidad clínica. “Evita errores y sobrediagnósticos”, subraya la experta.
Si cualquier técnica siempre añade aptitudes, observa Rivera, en el entorno sanitario es muy relevante la aproximación diagnóstica actual POCUS (point of care ultrasound) a la cabecera del enfermo en cualquier ámbito, sea clínico asistencial, emergencias, paliativos, domicilio u hospitalario.
“Repercute en la calidad de cuidados al paciente y en la resolución del proceso, evitando demoras, tiempos de espera innecesarios y gasto sanitario”, destaca la docente de UNIR.
Un curso versátil
En el curso de Experto en Ecografía de UNIR se adquieren todos estos conocimientos y criterios ecográficos, y se aprenden a utilizar los aparatos y las técnicas que debe dominar un profesional para realizar unos correctos estudios y diagnósticos ecográficos.
Rivera considera que conocer, acercar y emplear esta técnica crea un fondo científico extenso y, además, abre la posibilidad a otros usos, como en emergencias hospitalarias o móviles, así como en ámbitos en apariencia divergentes como el militar, el rural, el geriátrico o incluso los cuidados paliativos.
