¿Hay alternativa a la economía de libre mercado? Un diálogo sobre el futuro del capitalismo

La guerra de Ucrania abre un panorama novedoso de configuración económica mundial. Dos grandes bloques se perfilan: China y Rusia, por un lado; Occidente, por otro. ¿Se puede ahora hablar con propiedad de economía libre de mercado en un mundo globalizado? ¿Es justo que el dinero no fluya por imposiciones políticas?

Por otra parte, ¿sigue siendo válido que los esfuerzos emprendedores beneficien no solo a los empresarios, sino también a los millones de personas que consiguen trabajo gracias a sus esfuerzos? ¿Es verdad que se vive en la actualidad con más medios que nunca, y mejor que nunca, en gran medida por la contribución del sistema de economía de mercado? ¿Es el capitalismo el problema?

Pedro Schwartz expuso sus puntos de vista sobre todo esto el pasado martes 30 de mayo en la conferencia que impartió, invitado por Nueva Revista y la Escuela de Humanidades de UNIR.

Ponente:

Pedro Schwartz es catedrático de Economía en la Universidad Camilo José Cela. Ha ejercido como catedrático en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Autónoma de Madrid. En 2003 ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. En ese mismo año recibió el Premio Rey Jaime I.

Presentó:

Francisco Cabrillo es director del seminario “El futuro del capitalismo” en la Escuela de Humanidades de UNIR. Catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid y profesor Eminent Senior en UNIR. Fue director del Instituto de Economía de Mercado y presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid.

Puedes encontrar más información en el artículo “¿Por qué capitalismo?” del propio Schwartz, publicado en Nueva Revista: “La visión del sistema capitalista es muy distinta cuando se enfoca desde el individualismo metodológico que cuando se analiza desde el punto de vista marxista. Si nos colocamos en el punto de vista del individuo en busca de riqueza y respeto, si destacamos la importancia de costumbres sufridas en las sociedades occidentales, el “capitalismo” ya no aparece como un fenómeno total y negativo, explicable por leyes históricas y movido por la lucha de clases o los conflictos entre Estados”.