Sara Puerto
Alberto de Alfonso, profesor del Máster en PMP de UNIR, e Ignacio Díaz Morcillo, antiguo alumno de este título, cuentan cómo aplican este aprendizaje a la dirección de proyectos para lograr el éxito en sus empresas.
Suele aparecer entre los perfiles más demandados por las empresas, en los rankings que apuntan las profesiones del futuro y, por supuesto, en los que indican las profesiones mejor remuneradas. Hablamos del Project Manager o responsable de proyecto. Una figura que está ganando peso en el mercado laboral y que permite a los profesionales formados y certificados en PMP ascender posiciones en los organigramas de las compañías.
La formación en PM beneficia a todo el equipo. Así lo cree Alberto de Alfonso, profesor del Máster en Project Management de UNIR. “Aunque en un proyecto solo suele haber un PM, el resto de la organización tiene unas pautas de funcionamiento que dependen en gran medida de cómo ese PM esté dirigiendo su proyecto. Si esa dirección es la adecuada, el resto del equipo tiene una mayor facilidad para apoyar y colaborar. Se ve en multitud de casos como una dirección desordenada implica que el equipo entero falle y por tanto abocan al proyecto a un mal resultado”.
Como director de proyectos en GES, empresa líder en servicios de construcción y servicios para las industrias eólica y solar, De Alfonso refiere entre sus tareas desde “las gestiones con clientes, proveedores, internas… a temas más específicos, como relaciones con entidades públicas o actuaciones medioambientales y sociales. Concretamente, coordinar costes y plazos, tanto dentro de los departamentos de la misma empresa, con cliente y proveedores”.
Y añade: “Dirigir un proyecto implica una gestión planificada, constante y eficaz con todos los stakeholders. Asegurar que se cumplen las necesidades del cliente es un asunto fundamental, pues la gran mayoría de las empresas tienden a repetir proyectos con quienes han sido exitosos en el pasado”.
¿Qué considera imprescindible transmitir a sus alumnos? “El objetivo más ambicioso es transmitir una visión real de cómo una gestión reglada de los proyectos, basada en los criterios exitosos que componen el temario, es clave para el éxito profesional. Tenemos que conseguir que el alumno interiorice las pautas a seguir y vea en las decisiones que va a tomar la ayuda que ellas representan. Se trata de trabajar en preventivo analizando toda la casuística y ponderando las consecuencias de las acciones”, comenta De Alfonso.
Importancia de la formación continua
Ignacio Díaz Morcillo decidió también cursar el Máster en Project Management de UNIR. Actualmente trabaja como PM en IDOM, empresa de servicios profesionales de consultoría, ingeniería y arquitectura. Resalta la importancia de apostar por la formación continua: “No podemos estar centrados en el trabajo diario y no parar de vez en cuando y actualizarse. Los cambios hoy en día son tan rápidos que cuando quieres darte cuenta ya te has quedado atrás”.
En su empresa, como director de proyecto, Díaz tiene “responsabilidad total sobre la gestión, desde la interlocución con el cliente a la planificación tanto técnica como económica del mismo, así como sobre la ejecución y el cierre del proyecto”.
El Máster de UNIR le ha proporcionado “unas pautas a seguir, una estructura y una claridad de ideas y conceptos válidos para poder gestionar cualquier tipo de proyecto”, asegura Díaz, que cuenta con la acreditación PMP que permite obtener esta formación.
“Es la única formación reglada que se enfoca directamente al conocimiento de la gestión de proyectos”, explica De Alfonso. “Todos los PM venimos de carreras universitarias donde dan una visión generalista sobre las prácticas de cada sector, pero es necesario una mayor especialidad para tener éxito en esta gestión”.
Entender las necesidades de los clientes
Una de las principales lecciones que se aprenden con este título de UNIR, según De Alfonso, es “entender las necesidades de los clientes. Vemos a menudo como los directores de proyecto se afanan en cumplir contratos, pero obvian la satisfacción del cliente. En un mundo tan interconectado como el actual, un cliente insatisfecho con el desarrollo del proyecto (aunque se cumpla el objetivo inicialmente acordado) es una pérdida económica difícilmente cuantificable, pero muy relevante”.
La posibilidad que ofrece este postgrado al alumno de organizar su tiempo es un gran atractivo para los profesionales en activo. “Necesitaba un Máster online que me permitiese flexibilidad de horarios estudiar el temario -señala Díaz-. Por motivos de trabajo, tuve que retrasar mi calendario para el fin de Máster y el examen de PMP y no tuve ningún problema a la hora de adaptar fechas”. Es más, del título destaca “la facilidad para contactar con los profesores y su disponibilidad a ayudarme en todo lo que les planteaba”.
“Desde la dirección de GES apostamos por UNIR por la facilidad que nos ofreció para el seguimiento del curso”, refiere De Alfonso, que realizó el seguimiento del curso con su equipo. “No podíamos parar las obras en ejecución para una asistencia física a las clases y la dispersión geográfica de los proyectos nos hacía inviable unos horarios comunes para todos los asistentes. El Máster de UNIR permite una flexibilidad en la que, sin perder contenido, consigue que el alumno desarrolle el curso con normalidad aún con las complicaciones de tiempo y horarios existentes”.
¿El beneficio?: “Gracias a este Máster la coordinación actual de los equipos de trabajo desde la fase de planificación a la de cierre de los proyectos está mucho más estructurada y coordinada. Todos los PM tienen una visión similar de cómo desarrollar el proyecto y eso redunda en la optimización de tiempos y reducción de errores en la empresa”, concluye De Alfonso.
