Cualquier colegio que se precie tiene colgado en su fachada principal un cartel que reza: “Colegio bilingüe”. Lo que todavía se desconoce son sus resultados y buscamos respuesta a estas interrogantes: ¿Los profesores están preparados para impartir Ciencias Naturales en inglés? ¿Los métodos didácticos son eficaces?... Willy Cano, director académico de idiomas de UNIR, explica a SumaDiario la nueva e innovadora propuesta de UNIR en el asesoramiento de bilingüismo a centros de enseñanza.
“Se trata de ofrecer una organización del centro, de las asignaturas y del aula, y llevarlo a cabo en cuatro años. Una vez analizadas las horas y las asignaturas en lengua extranjera, y la capacitación de los profesores, empezamos a trabajar”, explica Cano. Uno de los problemas actuales, indica este experto, es que “cada colegio […]“Se trata de ofrecer una organización del centro, de las asignaturas y del aula, y llevarlo a cabo en cuatro años. Una vez analizadas las horas y las asignaturas en lengua extranjera, y la capacitación de los profesores, empezamos a trabajar”, explica Cano.
Uno de los problemas actuales, indica este experto, es que “cada colegio va por libre y no se pueden analizar los resultados”. Así que lo que UNIR ofrece es unificar criterios: “Así podemos realizar un análisis, una evaluación y, con posterioridad, decir qué es lo va mejor y lo que va peor”. Eso precisamente es lo que han estado estudiando un grupo de expertos, entre los que se encuentra Willy Cano, en la Comisión Europea, con la intención de crear un criterio único para implantar el bilingüismo.
UNIR, que fue reconocida con el Premio a la Innovación Educativa por la Universidad de Alberta (Canadá), por un programa de bilingüismo en el aula, también ofrece a los profesores la formación para lograr la pertinente competencia lingüística. Así, garantiza a los docentes obtener en tres años el nivel que exige la Unión Europea; el C1 en comunidades como Madrid. Los profesores de los colegios asesorados por UNIR obtienen el título de Experto en Metodología CLIL; con una enseñanza que tiene una duración de 165 horas.
Respecto al nivel de conocimiento de inglés de los profesores, Cano explica que “el problema no es el qué se da, lo importante es que el docente seas capaz de transmitir; lo más importante es el cómo”. De este modo, indica que “hay que crear ambientes de comunicación en los colegios”. “Hay que estudiar menos la palabra “presente simple”, que es un concepto, y dar la oportunidad de comunicarse. Primero hay que aprender a hablar y luego a escribir”.
‘One face, one language’
La labor del profesor resulta esencial en este proceso de aprendizaje de la nueva lengua. “El bilingüismo implica que el maestro tiene que entrar al colegio hablando en inglés y salir hablando en inglés, no puede cambiar según le apetezca”, señala. Esa es una de las llaves del bilingüismo, el “One face, one language” (“Un rostro, una lengua”), que denominan en la Comisión Europea. “De este modo –señala– creamos situaciones reales en las que el niño crea estrategias para defenderse ante esa situación”. Si el profesor cambia de idioma “los logros se reducen a la mitad”, asegura.
El nombre de esta nueva metodología es AICOLE (Aprendizaje integrado de contenidos y lengua) o CLIL, en inglés. Este sistema consiste en incorporar dos contenidos de una vez: el del nuevo idioma y el de la materia. “No se trata de hacer traducciones sino de cómo enseñar eso en inglés”, explica Cano. Así por ejemplo, si se van a explicar los ríos: “primero se tienen que impartir unos contenidos previos, como explicar el concepto de agua, cómo fluye…”, señala Cano, mientras aclara que “la lengua 1 y la lengua 2 no crecen de la mismo forma”. En esta labor, los vídeos, las imágenes resultan esenciales ya que intentan que sea lo más atrayente posible: “Nosotros jugamos e intentamos que los niños sean investigadores”, añade.
Con este sistema CLIL, los resultados sí que están probados, ya que desde hace años está implantado en colegios de Canadá, Escocia, Gales y Turquía. “Los estudios muestran que la adquisición de una nueva lengua abre la mente, produce procesos mentales más complejos; así se crea una maduración neuronal superior a la que se tiene en un colegio ordinario”, explica Cano quien asegura: “Hemos conseguido que aumentan los logros académicos; en concreto en un centro escolar se logró un aumento de la mejora de notas de un 38%”.·