El nuevo vicerrector de Estudiantes y Calidad Académica, Josu Ahedo, afronta su nuevo cargo en la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) con la intención de potenciar, aun más, el trato personalizado con el alumno. Un aspecto este que resulta mejor valorado por los propios alumnos de UNIR, según Ahedo.
-¿Cuál es su labor como vicerrector de Estudiantes y Calidad Académica en UNIR? Este nuevo cargo abarca cuestiones relacionadas con la implantación de nuevas titulaciones, la calidad técnica de las titulaciones y los grados, el cumplimiento de objetivos…; y luego está el área de los estudiantes. Respecto a estos, hace seis meses empezamos el nuevo […]-¿Cuál es su labor como vicerrector de Estudiantes y Calidad Académica en UNIR?
Este nuevo cargo abarca cuestiones relacionadas con la implantación de nuevas titulaciones, la calidad técnica de las titulaciones y los grados, el cumplimiento de objetivos…; y luego está el área de los estudiantes. Respecto a estos, hace seis meses empezamos el nuevo Departamento de Orientación Académica.
-¿En qué consiste esta orientación?
Dirigimos el estudio de los alumnos, principalmente, de los primeros cursos. La mayoría de ellos trabaja, y no saben cómo compaginarlo con la carrera.
-Esta atención ¿es uno de los puntos fuertes de UNIR?
El estudiante es la persona clave en UNIR. El objetivo claro y prioritario que tenemos es que el alumno pueda terminar los estudios que ha empezado, independientemente del tiempo que necesite (en vez de 4 años, pueden ser 5 ó 6). Luego, en cuanto a calidad, lo que queremos es mejorar y dar una enseñanza cada vez mejor.
-¿Otro punto fuerte?
La metodología online, en la que estamos avanzando cada año.
-Tras una larga trayectoria de docencia presencial ¿qué ventajas ha visto en el sistema online para, por así decirlo, cambiarse de bando?
Es el futuro. Las ventajas de la metodología online es que las clases quedan grabadas para que los alumnos puedan oírlas y revisarlas cuando consideran oportuno, permite mayor flexibilidad para asistir a las clases y, con el chat, los alumnos pueden participar en cualquier momento.
-¿Pero la participación no resulta mayor en las clases presenciales?
Las clases presenciales a veces requieren un silencio que no hay y una atención del alumno que no existe; algo que lleva a que no haya preguntas. En la virtual comprobamos que los alumnos están muy activos y el profesor interactúa mucho con ellos; hay muchísimas preguntas. Esto beneficia al aprendizaje porque los que asisten a las clases van a poder asimilar mejor y con mayor facilidad los conceptos que en una clase presencial. La presencial tiene la ventaja de que es un contacto más humano y que les puedes ver. Pero eso impide la flexibilidad para poder compatibilizar estudio y trabajo.
¿La crisis económica está favoreciendo el auge de la enseñanza online?
Hay un grupo de gente que, en estas circunstancias adversas, quiere formarse de forma especial. Algunos son desempleados que aprovechan para terminar estudios o mejorar la formación académica; y esta es una buena ocasión. Pero, por la metodología que sigue UNIR, una vez pase la crisis habrá el mismo volumen de personas interesada en esta formación online.
¿Cree que la sociedad valora lo suficiente esta formación a distancia?
La gente siempre es reacia a los cambios. Piensan que el método clásico de asistir a clase y tomar apuntes es muy distinto del online, cuyo aprendizaje es interactivo y pide actividades diferentes. Todavía estamos empezando a vislumbrar lo que es la metodología online, por lo que tenemos que ir analizando y evaluando los resultados que vamos obteniendo.
¿El futuro de la enseñanza será solo online?
No, sólo online no. El contacto con la persona que te transmite el conocimiento es esencial; en el sistema online sólo se produce un cambio en la transmisión del conocimiento. A la hora de evaluar, el conocimiento personal del alumno es importante para conocer sus habilidades y poder sacar lo mejor de él. La combinación de ambas será la que impere en el futuro.
UNIR quiere ofrecer profesiones emergentes ¿Por dónde van estas futuras puertas laborales?
En momento de crisis no es fácil ver el futuro del empleo en España ni fuera de España, pero creo que, por un lado, la tecnología es la clave del futuro. También lo que tiene que ver con la logística, y, en tercer lugar, lo relacionado con los servicios y asistencia a las personas. No sólo está el campo de la geriatría sino que, con la Ley de Dependencia, se abre el campo a otras dependencias.