Silvia Barrera, docente del Experto en Peritaje Informático e Informática Forense de UNIR, participa en una mesa redonda sobre cómo potenciar la presencia femenina en este sector
Una persona joven, chico presumiblemente, teclea a velocidad vertiginosa frente a un ordenador. Una gran capucha sume en la más profunda oscuridad su rostro, hasta el punto, en ocasiones, de mimetizarse con el ambiente. En el imaginario colectivo, todos lo relacionamos con el mundo de los hackers, la piratería informática, la ‘deep web’ y, por asociación, la seguridad informática.
Se trata de uno de los estereotipos más extendidos cuando de ciberseguridad se habla. Y uno que las mujeres que trabajan en este sector quieren erradicar por completo. Así lo dejaron claro las integrantes de la mesa redonda que, dentro del encuentro #Mundo HackerDay, no dudaron en hablar alto y claro sobre los pros y contras de ser mujer y tener esta profesión. Una de ellas fue Silvia Barrera, docente del Experto Universitario en Peritaje Informático e Informática Forense de UNIR, además de especialista en ciberseguridad y cibercrimen, investigadora y escritora.
“En diez años no he visto un cambio de mentalidad. Ahora estamos en la era de la imagen y vende lo que muestras, no lo que eres. Hay que quitar los estereotipos”, reclamó en referencia a cómo la apariencia y la vestimenta contribuyen a que muchas mujeres que se dedican a la ciberseguridad sean prejuzgadas. “Se piensan que a nosotras no nos atrae la ciberseguridad porque permanece la típica imagen del hacker con capucha”, la apoyó Desireé Rodríguez, moderadora del encuentro y periodista especializada en Tecnologías de la Información. “La imagen sí es importante e influye; no hay que estereotipar”, se sumó la directora general de Iberia VMware, María José Talavera.
Tampoco la escasa demanda formativa ayuda puesto que, como reveló Rodríguez, “en las universidades, hay un 35% de mujeres en carreras técnicas”. Ante este dato, todas ellas coincidieron en la importancia de la investigación y el fomento de estos estudios. “Desde el colegio hay que incluir en sus planes de estudios temas como programación o robótica”, apuntó la responsable de ciberseguridad de ESET España, María José Montes. Pilar Vila, computer forensic expert, incidió en la necesidad de “acercar este mundo desde el principio sin falsas historias, que las chicas pierdan el miedo y que la gente se anime a investigar”.
Para Rosa Díaz, directora general de Panda Security, las empresas desempeñan también un papel importante. “Las compañías deben dar un paso adelante porque necesitan gente y lo pasan mal para atraerla“, si bien matizó que se trata de una disciplina “relativamente joven y con mucho desconocimiento aún”. Por su parte, Talavera pone el foco en las instituciones para “promover la conciliación de los dos, tanto de mujeres como de hombres”. “Eso es algo de toda la sociedad, no solo de empresas, es un tema generacional y yo sí detecto que hay más mujeres, en mi empresa antes éramos dos y ahora estamos el doble”, reconoció Tamara Hueso, senior cybersecurity analyst (IT-ERS) en Deloitte.
Sin embargo, para Barrera la evolución no ha sido tal. “En redes voy conociendo a algunas chicas que se dedican a la ciberseguridad pero, en mi caso, en diez años en la Policía, no pasó ningún currículum de chicas”. Tras recalcar que “echo en falta mujeres en puesto directivos”, la docente de UNIR desveló otra cuestión espinosa. “A las chicas les da vergüenza preguntar en los cursos, en los Másteres, en las clases… “, explicó.
Hueso añadió su experiencia personal. “En grupos de Telegram, me ha pasado de chicas que me contactaban bajo el nombre de un chico, y otras personas me han recomendado que, si no quiero que me digan barbaridades, no ponga mi foto. Pero hay que ser echadas para adelante y que nos vean”, proclamó. “Que no se escondan”, las animó Albora Trimiño Díez, cybersecurity operator, IT Risk Fraud and Security. Talavera apuntó a los estereotipos, una vez más, como los culpables de estas situaciones: “Se piensa que es algo relacionado con hombres y tú eres una intrusa, no es tu ambiente y, cuando estas en un entorno en minoría, te cuesta mostrarte”.
Pese a todo, juntas lanzaron un mensaje de positivismo. “La ciberseguridad es un mundo en constante evolución, lo bueno es hacer comunidad, conocer gente y preguntar“, instó Barrera. “Las mujeres deben animarse, ser visibles en los grupos, que se vea que están ahí”, insistió Montes. “A las niñas y a las adultas, que hay que aportar todos, y las que se quieran dedicar a esto, que lean libros, vayan a congresos, vean vídeos y se apunten a un bombardeo, nosotras estamos aquí para lo que quieran”, invitó Hueso.
“Se trata de un campo maravilloso, se puede vivir de esto y muy bien, es muy apasionante y hay muchas áreas en las que trabajar, no solo en investigación, por ejemplo el Derecho es fundamental” se sumó Talavera. En similares términos concluyó Díaz: “Es gratificante ayudar a los ciudadanos y a las empresas a estar protegidos, y no hay paro”.
